¿Se le puede pedir paciencia a un pueblo que lleva esperando 500 años?

¿Se le puede pedir paciencia a un pueblo que sufre día a día las consecuencias de una gestión ineficiente?

¿Se le puede pedir paciencia a un pueblo que hace malabares para completar su cesta alimentaria mientras vemos como altos burócratas del gobierno gozan de estilos de vida que no los diferencian de la burguesía a la que decimos combatir?

¿Se le puede pedir paciencia a un pueblo que ve como una revolución se pierde en las profundas aguas de la socialdemocracia?

¿Se le puede pedir paciencia a ese pueblo que dejó la piel, la sangre en la calle por la ilusión y una esperanza de construir una sociedad de iguales y ahora ve como esta ilusión se desvanece?
¿Se le puede pedir paciencia a un pueblo que sufre una guerra económica por parte de la burguesía parásita, mientras el gobierno golpea al enemigo con pétalos de rosas? Esos mismos pétalos de rosas con los cuales se pretende defender la patria del imperialismo. Habrase visto que ahora las arremetidas imperiales se combaten recogiendo firmas. (Con esto no quiero decir que esté en contra de la recolección de firmas, con mucho gusto estampé mi rúbrica en la lista) pero es más que obvio que estas medidas son insuficientes para combatir a los yankees.

Más aún cuando vemos a nuestros ministros darse abrazos con Bank of America, uno de los colosos de la banca imperialista. (http://analitica.com/economia/bank-america-se-reune-con-el-gobierno-venezolano/)

No quiero hacer un ejercicio de izquierdismo infantil con críticas vacías, por tanto me parece alarmante que se nos presente como un logro la llegada 50 empresas transnacionales al país para las denominadas “Zonas económicas Especiales” ¿Así se combate la guerra económica? ¡Cuánto hemos cambiado en apenas dos años! ¿En qué parte del plan de la patria estaba estipulado eso? Estas medidas atropellan el objetivo histórico número uno.
I. Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la Independencia Nacional

La interrogante continúa, en estas condiciones, ¿se puede pedir paciencia a nuestro pueblo? vuestro servidor opina que no, pero las altas esferas del gobierno parecen responder afirmativamente a estas cuestiones. Juegan a su propio derrumbe, no escuchan las voces que alertan sobre el precipicio al que nos dirigimos, o las escuchan y las descalifican. Hasta de ultraizquierdistas se nos ha acusado a quienes constatamos que este no es camino para la realización del sueño de Chávez. Y nadie en el gobierno dice nada, y los que dicen son execrados como los camaradas Navarro y Giordani.

Con que facilidad vemos a nuestros dirigentes decir que la impaciencia es contra-revolucionaria, con qué facilidad se ataca a todo aquel que ose levantar la voz en contra de los que ostentan el poder, con qué facilidad se les acusa de traidores o infiltrados; quien sabe, tal vez la paciencia sea contra-revolucionaria, tal vez, pero deberíamos vernos en el espejo de las muchas revoluciones que se perdieron por exceso de paciencia.

Es hora ya, de que se demuestre la impaciencia del pueblo revolucionario, para que tal vez así aprendan algo aquellos, que prefieren que nos alimentemos eternamente de esperanzas o utopías.
Presidente Maduro, ¿De verdad usted cree que va a construir el socialismo por la vía de la conciliación? Rectifique presidente, no sea el Chávez pendejo de 2002. Rescatemos el espíritu de Carabobo, de 2012, de las avenidas llenas de pueblo, no habrá crisis económica que pueda con eso.
¡Basta ya de pedir paciencia a un pueblo que no aguanta más!
¡Patria Socialista, Viviremos y Venceremos!

"Hay que ser radicales, porque tenemos que ir a nuestras propias raíces. Esa palabra la han satanizado: “...este es un radical", y la han asimilado como el "loco", no, no, radical no es loco, yo soy un radical, vamos a ser radicales, radicales en nuestros principios, bien enraizados, de ahí viene la palabra, de la raíz: radical, ¡radicalmente revolucionario! ¡Radicalmente humanista! ¡Radicalmente patriotas, de la Patria grande! ¡Radicalmente comprometidos con la vida y con los pueblos!, ¡cada día más radicales!". Comandante Hugo Chávez.