En cada tragedia, en cada dolor, de cada experiencia todos y cada uno de los venezolanos debemos tomar conciencia de que en oportunidades y producto de nuestra cotidianidad perdemos la sensibilidad de convertirnos en garantes de los tesoros de nuestras vidas! Nuestros seres queridos.
Las circunstancias nos obligan como padres a tomar soluciones inmediatas o urgentes en la que obviamos las mínimas normas del sentido común y la lógica requerida. Ciertamente no es hasta que nos enfrentamos a hechos tan lamentables como el ocurrido en la ciudad de Valencia, de las cuales no conozco los detalles que rodearon el accidente, cuando nos percatamos como padres o como ciudadanos prestadores de un servicio que pudimos haber hecho las cosas de un modo distinto y de esa manera evitar consecuencias imponderables.
No voy a contribuir con esta reflexión a la peregrina teoría de confeccionar un pastel y repartir trozos de responsabilidades, no, de ninguna manera, pero creo que si debemos unirnos todos los venezolanos de buena voluntad y dar un paso al frente y constituir un gran movimiento que vaya dirigido a solucionar de manera coherente y de manera estructural el problema del transporte escolar para los más pequeños, nuestros niños, se lo debemos.
No se me ocurre de ninguna manera, que cada conductor de cada una de las unidades que se dedican a tan noble labor sea un irresponsable “Per se”, pero cualquiera que vea las unidades dispuestas para ello comprenderá que es un padre, una madre y en oportunidades algún abuelo que está tratando de ganarle una a la vida para asirse de una actividad económica que le permita una vida digna.
Finalmente estoy convencido que como padres debemos propugnar a una organización social de los prestadores de este servicio y solicitar ante los organismos competentes del estado el cual en su inspiración socialista está obligado a dotar a la ciudadanía de una política concreta que lleve a la aplicación de financiamientos de manera flexible para la sustitución de las unidades dedicadas a esta tan importante actividad, no como algo generalizado, amplio ò vago, no por el contrario una acción concreta que dé una respuesta inmediata.
