(Por una nueva geopolítica del conocimiento)

La Potencia del Estado, la Totalidad Concreta y las Relaciones Internacionales (Parte II)

La dinámica dialéctica de las relaciones internacionales, engendra un sistema doblemente viciado que apoyado en la ley de acumulación y desarrollo desigual combinado, expresan territorialmente la división geográfica del trabajo, formando la estructura sobre la cual se asienta la explotación económica y la dominación cultural.

De acuerdo con este planteamiento, es importante resaltar que en nuestros espacios (áreas periféricas de los centros hegemónicos de poder), el capital trasnacional constituye una eficiente fuga de divisas que agudiza las desigualdades sociales, situación que se corresponde con lo que enuncia Marx cuando dice que: “ los fenómenos de la libre concurrencia en el interior de un País se producen en desigualdades gigantescas en el mercado mundial”.

Es por ello, que el camino hacia la independencia y la autodeterminación, para dinamizar la potencia que contiene el Estado en cada uno de sus elementos (territorio-nación-gobierno), requieren de una gran visión estratégica para aprehender a moderar el conjunto de fuerzas externas e internas, que antagónicamente forjan las amenazas que afectan nuestros intereses de desarrollo integral, y además, expresan la relación de cada una de las partes que interactúan en la realidad y marcan el camino que conduce a la totalidad concreta de las relaciones internacionales.

Ahora bien, las relaciones internacionales no sólo representan la exportación de capitales y el simple libre tránsito de mercancías, pues sobre estos aspectos propios del sistema económico, ejercen presión los oscuros intereses del capital trasnacional que se alimenta y reproduce de: la explotación económica, la dominación política, la agudización de las desigualdades, la enajenación cultural y el dominio militar y armamentístico, que sin duda representa una especie de dictadura mundial que subordina a las instituciones y organizaciones internacionales.

En síntesis, la independencia, la autodeterminación y la soberanía, requiere que nuestros Estados-Nación como superorganismos, desarrollen el potencial que mantienen implícito en cada uno de sus elementos, en la cual para poder sobrevivir como pueblo se debe planificar estratégicamente la educación, y de este modo, hacer que el potencial implícito adquiera utilidad y se eleve a la categoría de potencia, garantizando la capacidad de aprehender a accionar sobre la realidad vista desde su totalidad concreta, donde la naturaleza geofagia de las grandes potencias mantiene oscuros intereses de dominación, bajo la armónica palabra de relaciones internacionales.











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Alexander Colmenares

Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.

 alexmax001@hotmail.com

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