(Por una nueva geopolítica del conocimiento)

El fuego sagrado: razón ineludible de la patria nueva

El proceso de refundación de la nación, amerita la reconstrucción de las fibras morales de la mujer y el hombre nuevo, como protagonistas de la conducción de la Patria, en este sentido señala Bolívar “ el progreso de las luces es el que ensancha el camino de la práctica y la rectitud del espíritu es el que ensancha el progreso de las luces “, estás ardientes palabras de nuestro Libertador viven sin duda al calor de la revolución, en la que recobran un valor estratégico para el avance permanente del proyecto bolivariano, donde maestros, libros y medios de comunicación constituyen el epicentro para la propagación y conservación, de nuestra memoria histórica, esencial en la elevación del espíritu y nivel de conciencia de nuestro pueblo.

Dentro de esta perspectiva, es necesario mencionar en el marco de la globalización las constantes amenazas que se confabulan desde el poder trasnacional hacía los Estados-Nación, en la cual los elementos constitutivos del Estado (gobierno-territorio-nación), son vulnerados de distintas formas, en el caso de la nación su campo psicofísico es atacado, a través, de las corporaciones mediáticas que aunado a los medios privados nacionales, desfiguran la identidad nacional y aniquilan la memoria histórica, inoculando así los anti-valores de la sociedad de consumo, contra está amenaza la nueva doctrina de seguridad y defensa de la nación, en el marco de los valores y pilares que la estructuran, tiene en uno de sus ejes transversales el objetivo estratégico de enseñar a nuestro pueblo a defender la soberanía en cualquier teatro de operaciones, bien sea, convencional o, no convencional.

En este contexto, la Educación parafraseando al maestro M/G Pérez Arcay, “constituye la sabia esencial para cultivar el fuego sagrado y el conocimiento de nuestras dimensiones histórico-geográficas, abocados al ejemplo histórico de nuestro Libertador”, lo que amerita una profunda revolución pedagógica desde nuestras instituciones, centros educativos, medios de comunicación y todos los colectivos revolucionarios, para seguir fortaleciendo el campo psicofísico de la nación, que es fundamental en el “elan vital” impulso necesario para seguir transitando en el horizonte de la independencia en el ajedrez esferoidal. Es por ello, que el momento histórico que vivimos actualmente definido por la transición (capitalismo-socialismo) requiere del arma pedagógica como instrumento de aprehensión, para contrarrestar la premisa hombre-mercancía que se configura en el sistema económico capitalista.

En síntesis, el fuego sagrado no es más que el amor a la Patria, toda esa herencia histórica que reside en nuestro temperamento y el carácter forjado al calor de las luces, es por ello, que en el proceso de refundación de la nación, la educación tiene un valor estratégico para el conocimiento de nuestras perspectivas histórico-geográficas, y por ende, para determinar nuestra posición y papel protagónico en el tablero mundial. En este sentido, la educación debe trascender su escenario tradicional y a través de la urdimbre institucional contribuir a la construcción del nuevo orden de ideas, que revierta los valores de cambio del sistema económico, por los verdaderos valores de uso que permitan edificar la Patria Nueva.



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Alexander Colmenares

Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.

 alexmax001@hotmail.com

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