La aprobación de la Ley Orgánica del Trabajo por parte del comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías, ha puesto de manifiesto la hipocresía del gobernador y sus directores, ya que al parecer durante más de tres años no tuvieron la sensibilidad ante la existencia de miles de trabajadores de la educación, de la salud y de otras dependencias con seis, ocho y hasta más de diez años como contratados, suplentes y de otras modalidades. Bastó conocerse la nueva Ley para que supuestamente “reconocieran”, la gran injusticia que significa tener a esos trabajadores en calidad de tercera y hasta de cuarta clase con sueldos por debajo del salario mínimo.
Hoy pretenden lavarse las culpas y enarbolar banderas que antes eran denigradas y estigmatizadas por ellos, pues siempre han negado la democracia sindical, el derecho de los trabajadores a la libre sindicalización, la lucha sindical por sus reivindicaciones socio económicas y la contratación colectiva a través de sus representantes sindicales, libertades sociales que ni en un socialismo verdadero desaparecen.
Vemos como el comportamiento de estos gobernantes no se diferencia en nada al gobierno de Gilmer Viloria ni al de Luis Ernesto González de AD. Han pasado más de 14 años sin que los educadores dependientes del ejecutivo regional firmen una contratación colectiva. Y hoy, simulando una solidaridad con los trabajadores, que nunca la han tenido, invitan a representantes de la nueva Central Bolivariana y Socialista de Trabajadores a un evento para la discusión de la LOT cuando siempre han desconocido y despreciado la labor del sindicalismo, irrespetando el estado de derecho y la CRBV especialmente los artículos 95 y 96 sobre los derechos sociales.
Es inconcebible aceptar que en nombre del socialismo, las élites de la Dirección de Educación ganen hasta 13 mil bolívares cuando miles de trabajadores no devengan ni el salario mínimo. Esta aberración cuarto republicana se hace más notoria cuando el presidente ha enviado cuantiosos recursos adicionales derivados de la diferencia de los ingresos en base a un precio estimado del barril de petróleo y los nuevos precios del crudo venezolano. Por otra parte esta situación revela una deficiente planificación del presupuesto del situado constitucional y una negligente gestión administrativa al no haber incluido en el presupuesto de gastos las partidas para los trabajadores de la educación y demás dependencias del ejecutivo regional, además del destino incierto de los recursos adicionales que ha enviado el gobierno nacional al estado Trujillo. Los tres últimos gobiernos de Trujillo han rechazado la participación de sindicatos bolivarianos en obras de construcción de los organismos oficiales, perjudicándose así los intereses de los trabajadores.
Exhortamos a los representantes de la nueva central de trabajadores que vienen a Trujillo este sábado, a que sirvan de mediadores para que se restituyan los derechos laborales y sindicales en el estado Trujillo y se depongan las actitudes fascistas por parte de la gobernación para dar paso a un clima de sindéresis y cordura, pues de lo contrario estos gobernantes seguirán haciendo el juego a la derecha tradicional de la MUD, generándose con esto un rechazo al proceso bolivariano entre los trabajadores del sector público, aún cuando el pueblo trujillano, a pesar de la pésima y nefasta administración pública regional y municipales, sigue manteniendo su fidelidad al presidente Chávez, y votará nuevamente por su reelección el 7 de Octubre, a pesar de que en los trujillanos no existe credibilidad en los dirigentes regionales de la derecha del PSUV ni en los gobernantes del estado. Revolucionarios de verdad les tocará después del 16 de Diciembre cambiar radicalmente esta situación. Basta de burlas a los trabajadores trujillanos y al proceso bolivariano. Quedaría una pregunta para los sindicatos trujillanos que dicen estar con el proceso: ¿Seguirán siendo convidados de piedra ante esta problemática?
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(*) MIEMBRO DE LA CORRIENTE DEL PENSAMIENTO BOLIVARIANO Y SOCIALISTA “FABRICIO OJEDA”. Trujillo, Mayo del 2.012.
