Lamentamos
que el camarada Presidente le dedicara el tiempo que le ordenaron los
médicos como recuperación para, simultáneamente, “recargar las
pilas”, como decimos por estas ruralidades cuando de compatriotas
y camaradas se trata. Lo que nos motiva para sugerirle que se de el
tiempo necesario como, seguramente, le habrán aconsejado los colaboradores
que, a su vez, son los mensajeros del pueblo venezolano que está mosca,
conjuntamente con nuestros hombres y mujeres en armas, por si acaso
la canalla, que antes decía,”Chávez, vete ya”, hoy desorientados
dicen “vente ya”, cometan una de sus torpezas, de manera, según
ellos, de aprovechar su ausencia, u obligarle a volver. No le pare ni
siquiera a los jerarcas católicos que ahora “reconocen” en Chávez
al Presidente, “nuestro Presidente…”, llegaron a decir. ¿No será
pa¨…?
Vimos cómo
el Ministro Izarra le enrostró a la camarilla de la Asamblea que, demagógicamente,
reclama derecho a la información respecto de la salud del Presidente,
un completo y transparente informe filmado en vivo y llevado a la pantalla.
Además la segunda parte, presentada por el Vice-Presidente Elías Jaua
que amplía hasta los detalles. ¿Quieren más?
Sea lo que
quieran, lo verán muy pronto, cuando Chávez regrese a Caracas en brazos
del pueblo y con diez kilos menos pero cargado de energía. No será
un “tribilin”, pero sí un peso ligero que le sacará veinte puntos
de ventaja al mejorcito de los quince que ahora están bañando para
presentarlo el mes de Enero en la MUD.
Al comienzo
de este artículo, hablamos de vacaciones vencidas no disfrutadas. Sabemos
que Hugo Chávez Presidente, se reconforta en los quince días post-operatorio.
Pero si los que ahora están deseando que muera porque ya cumplió doce
vacaciones en Miraflores, ¿qué pedirán para los cuarenta adecos y
copeyanos que nunca trabajaron pero que ahora le están preparando un
estoraque a CANTV para que les cancele “28 vacaciones vencidas no
disfrutadas”, según informaron por televisión dos de los nuevos
directivos del sindicato. ¡Que barbaridad!
Y, para cerrar, camarada Presidente, esperamos que no se abandone para que el próximo descanso, que será el año 2.018 para recargar energías, no coincida con otro accidente imprevisto. La meta es dos mil veinticinco, ya reconstruida La Patria. Los jóvenes de hoy no mal vivirán en los barrancos inestables. La educación y el trabajo serán el fundamento para el buen vivir, de manera que haya más universidades y menos cárceles, donde los “pranes” de las mafias de cuello blanco y de los “señoriales” bufetes hacen su agosto todo el año.
Patria, Socialismo o barbarie.