Dijo hace mucho tiempo atrás el Camarada Mao Se Tung: “Es necesario concentrar todas la fuerzas, en una sola fuerza y golpear en una sola dirección para alcanzar la victoria sobre los enemigos”. Sin lugar a dudas, esa trayectoria es la sustitución de la sociedad capitalista y del Estado burgués; y para transformar esta meta en logro, debemos establecer una férrea y sólida unidad por una parte, y por la otra, depurar el movimiento revolucionario de traidores, timoratos, tramoyistas, arribistas, ladrones, corruptos, burócratas engreídos, delatores, esclavos del amor propio y del interés egoísta, individualistas y personalistas pequeños burgueses, en sumario , de todo bicho de uña y pezuña inepto y dañino que este infiltrado desgraciadamente en la causa revolucionaria.
La esencia del problema de la Ley Antifelonía, es la carencia de claridad ideológica, quien está profundamente imbuido por un ideal, no traiciona, no necesita de una norma que le evite saltar la talanquera por temor al castigo; pero cuando a muchos, lo que les mueve es la egolatría y satisfacer sus apetencias personales, lo que les importa es conservar un curul más que la edificación de la Patria Socialista, y a esos se les chorreará el trasero, se les nublará la conciencia de pánico al pensar sólo en el hecho de perder sus posiciones oportunistas.
El Comandante Hugo Chávez Frías lo ha repetido hasta la saciedad: “Diversidad en el pensamiento, pero unidad en la acción. Las diferencias debes ser manejada con profundidad para que produzcan síntesis dialécticas”. “¡Unidad, unidad!, será el más grande de mis clamores hasta que me apague, que ninguno aquí se preste al juego de los pitiyanquis, el que no pueda dominar sus egos, el individualismo, el personalismo, el que yo soy mejor que el otro, lo mejor es que se vaya”.
Sin embargo es indiscutible, que el motor sicológico de toda acción humana es el motivo, el interés, nadie hace nada por nada, sin un impulso, sea de la índole que sea, gústenos o no, todavía vivimos en una sociedad capitalista de profundas contradicciones. El salto de talanquera o felonía política siempre en el fondo es activado por intereses personales como la ambición y la compra de conciencia por parte del enemigo de clases.
La vida no es digna de ser vivida sino cuando la ennoblece un ideal, en consecuencia la traición a una causa justa, a unos ideales de profunda justicia social, en realidad lo que merece es paredón o fusilamiento; es un acto de equidad que quien obtuvo un cargo de elección popular, gracias a los votos por un partido, o una corriente ideológica, o a la sombra de un gran líder y se convierte en un felón, debe ser sustituido o mejor aún echado a patadas de dicho cargo… esto no debería tener discusión posible; pasarse al bando de los enemigos de clase es verdaderamente detestable. Castigo ejemplar a los traidores, felones del Socialismo y la Liberación e Independencia de los Pueblos.
Camarada Jesús Muñoz Freites
Director de Desarrollo Social y Educación de la Alcaldía Bolivariana y Socialista del Municipio Los Teques, Falcón.