Los agricultores franceses anunciaron que la próxima semana continuarán las manifestaciones, en respuesta a la falta de acción del Gobierno y a los acuerdos comerciales desfavorables impuestos por la Unión Europea (UE), en particular el que el bloque de los 27 trata de suscribir con el Mercado Común del Sur (Mercosur).
El presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (Fnsea), Arnaud Rousseau, confirmó este miércoles que las protestas se llevarán a cabo el martes, miércoles y jueves de la semana próxima, en colaboración con el sindicato de jóvenes agricultores, Jeunes Agriculteurs.
En ese sentido, expresó «a partir de la semana que viene, el martes, miércoles y jueves (…) volveremos a salir a la calle junto con Jeunes Agriculteurs (el sindicato de jóvenes agricultores) para denunciar los obstáculos a la agricultura y todo lo que entorpece nuestras actividades».
Las recientes movilizaciones, que tuvieron lugar el lunes y martes, se centraron en la posible firma del acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur). Los agricultores aseguran que este les impondrá una competencia desleal y no ventajosa.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se pronunció el pasado fin de semana y aseguró que su Gobierno no está de acuerdo con el convenio comercial tal como fue negociado, por lo cual no lo firmará.
La declaración de Macron ha generado esperanza entre los agricultores, quienes también exigen una reducción de la burocracia, el pago de subvenciones atrasadas por parte de la UE, y apoyo específico para los jóvenes en el sector agrícola.
Los manifestantes abogarán también por el regreso del acetamiprid, un insecticida que ha sido objeto de controversia en el ámbito agrícola. La demanda surge en un contexto donde los agricultores consideran que la reintroducción de ese producto es crucial para proteger sus cultivos y asegurar la productividad del sector.
Asimismo, la movilización busca llamar la atención sobre la importancia de contar con herramientas efectivas para combatir plagas y enfermedades que amenazan la producción agrícola.
La situación se ha intensificado desde que un proyecto de ley de ayuda agraria, aprobado en la Cámara Baja del Parlamento en mayo tras protestas masivas, no fue revisado en el Senado debido a la disolución del Parlamento por parte de Macron, lo que provocó que los sindicatos expresaran su descontento, afirmando que las promesas del Gobierno no se han cumplido, lo que ha llevado a un clima de creciente frustración.