Cumbre Rusia-EEUU se espera para fines de mayo

Editorial Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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Se informa que la cumbre de Rusia-Estados Unidos podría llevarse a cabo a fines del mes de mayo.

Según la publicación rusa "Kommersant", citando fuentes no identificadas en ambas partes, el presidente Vladimir Putin y el presidente norteamericano Donald Trump, podrían reunirse antes de la cumbre del G20 el próximo mes de julio en Hamburgo, Alemania. La información fue confirmada el pasado 27 de abril por el Vice Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Ryabkov. El presidente norteamericano piensa estar en Europa entre el 25 y el 27 de mayo para asistir a la cumbre de la OTAN en la ciudad de Bruselas y a la cumbre del G7 en Taormina, Italia.

Dmitry Peskov, vocero del presidente Putin dijo a la agencia ABC News el 31 de marzo, que el líder ruso espera reunirse con su par Donald Trump en cuanto sea posible y espera que las relaciones bilaterales mejoren luego de haberse establecido el contacto personal. "Si los dos presidente se reúnen, intercambian opiniones y deciden que desean restablecer el diálogo, luego entonces habrá una oportunidad para que las relaciones mejoren", dijo él. Ambos presidentes hablaron por teléfono poco después de la inauguración del presidente Trump el mes de enero. Según Peskov, se trató de una "buena y constructiva conversación".

Durante una conferencia de prensa el día 30 de mayo pasado, el presidente Vladimir Putin declaró que él estaba "listo" para una cumbre pero que tal evento "depende en gran medida de la parte norteamericana".

Existe un cierto número de áreas donde los intereses rusos y norteamericanos de seguridad coinciden

Ambos países sustentan opiniones similares sobre Afganistán. Existe un potencial para realizar esfuerzos en torno a la crisis Siria. Existen también candentes problemas que deben ser urgentemente tratados y no desaprovechar oportunidades no utilizadas.

El control de armamentos se encuentra en graves aprietos. El Nuevo START del año 2010 va a expirar el año 2021. El momento es propicio para iniciar conversaciones sobre qué hacer a continuación. El presidente Trump hizo una muy preocupante declaración cuando dijo "solo se trata de otro mal acuerdo que hizo el país". ¿Tendrá él algo mejor que ofrecer?

El destino del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF sigla en inglés) es incierto con ambas partes acusándose de violar el acuerdo. Sería lo justo que ambos presidentes ordenaran iniciar conversaciones significativas para morigerar los problemas existentes.

El futuro del control armamentístico es el mayor desafío que enfrentan ambos países. Los actuales acuerdos de control armamentístico fueron impuestos en medio del fragor de la Guerra Fría. Si nada reemplaza al Nuevo START y el Tratado INF deviene en víctima de mutuas acusaciones de incumplimiento, se producirá una nueva situación en la que una carrera armamentista no tendrá restricciones por vez primera desde que el Tratado SALT I se firmara el año 1972. Y eso es lo principal que las dos partes tienen que evitar a toda costa, sin importar qué manzana de la discordia pudieran tener.

Se debe tener en consideración que el control armamentístico no ha sido significativamente discutido durante más de tres años, tanto como durante el período de 1983 a 1985 en la cúspide de la Guerra Fría. En Siria se ha logrado un acuerdo anti conflicto. Ahora ambas partes necesitan de un acuerdo anti conflicto en el campo del control armamentístico.

El emplazamiento de armas en el espacio exterior es otro candente problema que no puede ser barrido bajo la alfombra

Exceptuando el acuerdo nuclear iraní, todas las negociaciones acerca de la no proliferación, han llegado a un callejón sin salida. El mundo enfrenta la más grave y amplia crisis en la historia de los últimos cincuenta años de control nuclear con casi todos los canales de negociación bloqueados y el sistema completo de los actuales acuerdos de control armamentístico en riesgo. Rusia y Estados Unidos todavía mantienen el rol principal de liderazgo en el régimen de no proliferación, ellos podrían emplear esta ventaja de manera efectiva solo uniéndose. La historia de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní brinda un revelador ejemplo. A pesar de todas las diferencias y obstáculos en la vía, ambas naciones continúan la cooperación dentro del marco de la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo Nuclear (GICNT sigla en inglés) – hecho raramente mencionado en los medios.

El Nuevo START y el INF son los únicos tratados aún vigentes capaces de controlar la carrera armamentista. El control armamentista y el régimen de no proliferación se están erosionado delante de nuestros propios ojos y solo dos hombres –el presidente Vladimir Putin y el presidente Donald Trump—pueden cambiar la tendencia y alejar al mundo del abismo. Ellos tendrán la oportunidad de hacerlo durante la reunión planificada para fines de mayo.

La reactivación del trabajo del Consejo OTAN-Rusia tiene un gran potencial no aprovechado

Las relaciones económicas también pueden ser mejoradas. El diálogo entre empresas privadas y el gobierno ruso, la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham) y el Consejo Empresarial Estados Unidos-Rusia podrían ser estimulados. El levantamiento de las sanciones podría pavimentar el camino para la formación de una comisión que atienda las oportunidades existentes.

Ambos países cuentan con extensas agendas en torno al Ártico. Rusia y Estados Unidos no tienen disputas limítrofes sustanciales en el Ártico. La reciente cooperación sobre un acuerdo internacional en torno al sector pesquero, la seguridad marítima y la creación de un Foro Guarda Costa Ártico, sugieren que el Ártico constituye un ámbito para un compromiso constructivo. Ambas partes desean impedir la militarización de la región. Un diálogo sobre este tema podría conducir hacia un avance que permita a Moscú y Washington aportar iniciativas conjuntas durante la Cumbre Energética del Ártico del 18 al 20 de septiembre a llevarse a cabo en Finlandia.

Siria no debería separar a Rusia y a Estados Unidos. Llegará el momento en que la reconstrucción y la coordinación de los esfuerzos para gestionar la paz coparán la agenda de Siria. Ambos países necesitan coordinar sus políticas sobre los partidos kurdos, entre otros problemas. Rusia y Estados Unidos podrían contribuir de manera significativa impidiendo ciclos de venganza en la pos guerra de Siria.

Rusia y Estados Unidos deberían procurar la cooperación en Libia y Afganistán

Donald Trump dijo que él está listo para aliarse con Rusia en la lucha contra el Estado Islámico. Es aquí donde ambos países podrían combinarse para luchar contra el enemigo común. La colaboración internacional es crucial para el éxito en Siria, Irak, Libia y en otras partes. La coordinación de los esfuerzos de Rusia y Estados Unidos los beneficiaría a todos, excepto a los terroristas.

La seguridad cibernética también es un área de potencial cooperación

Ambas naciones podrían hacer mucho más para intensificar los esfuerzos anti terroristas, incluyendo el control de los movimientos de combatientes extranjeros, el intercambio de información sobre flujos financieros ilegales y compartir las experiencias de las actividades anti terroristas.

El control de armamentos y la seguridad regional con seguridad dominarán la agenda bilateral pero una enérgica interacción entre académicos, los medios, empresarios y una abierta diplomacia ayudarán a manejar los problemas de seguridad y hacer que las relaciones sean más fluidas.

No todo es pesimismo. La política es el arte de lo posible. Es muy posible hacer las diferencias a un lado y concentrarse en alcanzar el progreso en las áreas donde este es factible. Ningún avance puede ser alcanzado de una sola vez, pero ni Rusia ni Estados Unidos tienen interés en un mayor deterioro de las relaciones o el colapso del actual sistema internacional. La oportunidad para abrir una nueva página en las relaciones ruso-norteamericanas no debe desperdiciarse, especialmente en momentos en que en general las relaciones bilaterales han caído en su punto más bajo. Rusia y Estados Unidos deben intentarlo una y otra vez por el bien de la paz mundial.

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