Instalación de radar estadounidense en Tobago enciende alertas en el Caribe
Por: Agencias
Sábado, 06/12/2025 04:30 AM
El teniente comandante retirado Norman Dindial, quien ocupó la jefatura del Centro Nacional de Vigilancia Costera por Radar de Trinidad y Tobago, explicó en declaraciones a EFE que este despliegue representa un giro hacia una estrategia de «defensa activa» en una zona muy cercana al territorio venezolano.
«El radar en Crown Point requerirá un sistema de defensa antimisiles. Eso significa que debe ir acompañado de capacidades de ataque tierra-aire y tierra-tierra. Hemos entrado en una fase de defensa activa: llegará más equipo, si no es que ya está aquí», aseguró el exmilitar.
Dindial precisó que unidades navales de Estados Unidos ya emplean tecnologías sofisticadas, como radares de última generación y plataformas del Sistema de Alerta y Control Aéreo (Awacs, en inglés), por lo que considera que la instalación en Tobago tendría como función ampliar la cobertura de detección, seguimiento y eventual selección de objetivos en el área.
Falta de claridad incrementa la preocupación local
En Trinidad y Tobago crece la preocupación, no solo por la naturaleza del equipo instalado, sino por la ausencia de información precisa y oportuna sobre su funcionamiento, control y propósito. Esta inquietud se intensificó luego de que las autoridades confirmaran la presencia del radar, poco después de haber señalado que las tropas estadounidenses que realizaban maniobras en la isla ya habían abandonado el país.
«¿Trinidad y Tobago tendrá que comprar el sistema eventualmente? ¿Quién lo opera y quién controla los datos?», se preguntó Dindial, quien además alertó que cualquier sistema de defensa que proteja esta infraestructura requeriría «una base cercana», lo que podría derivar en una presencia militar estadounidense permanente en esta zona del Atlántico.
La incertidumbre se extiende por el Caribe
El escenario regional se ha vuelto todavía más sensible tras la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de declarar el espacio aéreo de Venezuela «cerrado en su totalidad» el pasado 29 de noviembre. A esto se sumó el aterrizaje, días después, de aviones militares de EE.UU. en Tobago, hechos que han sido interpretados como señales de presión sobre el gobierno venezolano.
Ante esta situación, el ex primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, expresó a EFE que la instalación del radar no solo compromete la seguridad de Trinidad y Tobago, sino que debió haberse discutido previamente en el marco de la Comunidad del Caribe (Caricom).
«Sin duda, coloca a Trinidad y Tobago en una posición de vulnerabilidad. Genera incertidumbre», afirmó Gonsalves, quien gobernó esa nación caribeña durante veinticuatro años hasta perder las elecciones la semana pasada.
El dirigente caribeño consideró, además, que existen alternativas técnicas para este tipo de operaciones sin comprometer directamente a un país insular de la región.
«Si yo puedo deducir que es una forma de presión, ¿no crees que el presidente (venezolano) Nicolás Maduro también lo entiende?», cuestionó.
En respuesta a los señalamientos, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, indicó que fue su gobierno el que solicitó el radar a Estados Unidos y aseguró que la población no debe alarmarse, ya que —según dijo— este sistema contribuirá a reforzar la seguridad nacional.
El turismo, uno de los sectores más expuestos
Más allá del ámbito político y militar, la instalación del radar también comienza a impactar la percepción de seguridad entre residentes, visitantes y operadores turísticos de Tobago. Las conversaciones sobre la presencia militar estadounidense en Crown Point y el aumento de la tensión en la región se han vuelto habituales entre ciudadanos y turistas.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de Tobago, Reginald MacLean, reconoció que el sector está entrando en un «período difícil e incierto».
La inquietud también ha alcanzado al turismo de cruceros. La Asociación de Operadores Turísticos de Trinidad y Tobago informó que varias líneas han disminuido sus niveles de reserva y que, incluso, una embarcación ya canceló su llegada programada a Tobago para el 5 de diciembre.
Por su parte, el economista Taharqa Obika advirtió que la economía local está profundamente vinculada a la actividad turística, la cual ya muestra signos de debilitamiento.
«Los operadores turísticos se enfrentan a una depresión debido a la disminución de reservas y llegadas», afirmó a EFE.
No obstante, algunas voces consideran que el impacto podría no ser completamente negativo. Cassarina Moodie, integrante de la Iniciativa de Resiliencia Climática Sostenible —grupo dedicado al impulso del ecoturismo en Tobago—, estima que ciertos turistas estadounidenses podrían percibir la nueva capacidad de vigilancia de la isla como un factor de tranquilidad.
A pesar de ello, manifestó su preocupación por las posibles consecuencias de una escalada mayor.
«Si hay una invasión o un aumento de la acción militar entre Venezuela y EE.UU., nos afectará a todos en el Caribe».
*Con información de EFE.