Una "guerra coreográfica" de alto vuelo

Viernes, 27/06/2025 11:41 AM

La expresión "guerra coreográfica", fue dicha por el ex diplomático inglés en Moscú, Ian Proud, con versiones similares de otros expertos, dichas en podcast calificados como Neutrality Studies.

Todo indica que hay algo de eso.

Casi todas las guerras contuvieron una o algunas acciones "coreográficas", simulaciones, bulos o montajes tramposos.

Un ejemplo clásico fue la voladura del Maine para iniciar la guerra de conquista de Cuba y las Filipinas, o el mismísimo cuento ridiculizado de las "armas de destrucción masiva" en la guerra contra Irak.

Los japoneses se especializaron en este tipo de simulacros con sus aviones kamikaze.

Lo particular, curioso y sorprendente en este episodio bélico entre Israel, Irán y EEUU, es que los principales ataques a los objetivos más estratégicos, tuvieron mucho de " ataque coreográfico".

Ian Proud coincide con el experto geopolítico Glen Desien, en que el propio bombardeo a los tres búnkeres nucleares iraníes como el ataque aéreo a la base yanqui en Doha, también tuvieron ese carácter.

Lo que no es simulacro ni tuvo nada coreográfico, fueron el ataque sionista que inicio la fulana "guerra de los 12 días", en palabras de D. Trump, el experto en coreografía imperial.

Cómo tampoco fue coreográfica la furiosa respuesta defensiva de la autocracia iraní cuyos misiles supersónicos de alto vuelo fueron invencibles.

La semi derrota israelí y los más de 200 edificios destruidos en más de 40 barrios residenciales de tres ciudades (según registro de la BBC)...tampoco es coreográfico.

Al contrario. Esa semi derrota sionista fue/ es, tan poco teatral, que obligó a dos acciones no previstas ni propia de un triunfador.

Una, el bombardeo fallido de EE.UU. sobre Irán.

Y otra. La primera derrota militar , aunque sea una derrota relativa .

Pero esa derrota relativa no la sufrió el sionismo desde 1948, cuando fue inventado en forma de Estado por Churchill, Truman y Stalin.

Ningún triunfador, sobre todo en el terreno militar, acepta un alto el fuego, ni se somete a una mesa de negociación con el supuesto derrotado.

Está norma vale para una guerra como, para un divorcio como para una huelga obrera.

Otros dos resultados tampoco coreográficos, son:

Uno, EE.UU. y el pequeño imperialismo sionista necesitan derrotar y borrar de Medio Oriente un sistema político y armado, como el iraní de los Ayatolah.

Esto es tan cierto como la necesidad de extirpar toda forma de chavismo en el Estado petrolero venezolano, sea en su versión chavista o en la postchavista de Maduro.

La otra verificación no coreográfica es la decadencia del carácter imperial de Estados Unidos.

Está novedad, positiva para la humanidad y los proyectos de cambio revolucionarios del mundo, se puede demostrar de dos formas:

A. Su imposibilidad de impedir el avance de los Brics y China, o a Petro en Colombia anunciando que cambia de socio estratégico global .

Ya no será Washington, el FMI y el Comando sur, sino la Ruta de la seda y el banco dirigido por Dilma Rousseff.

Y Marquito Rubio debió conformarse con manifestar su oposición para que Viki Dávila escriba en Semana.

B. Los propios "ataques coreográficos" --es decir: información previa al enemigo, acuerdos secretos entre adversarios y bombardeos calculados para evitar contraataques fulminantes--, manifiestan, denotan, una debilidad , no un poder imperial avasallador, como en 1962 en Vietnam, 1980 contra Nicaragua, o 1995 contra Belgrado.

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