Las noticias que hoy en día llegan desde la industria petrolera nacional no tienen calificativos posibles.
Una industria petrolera que a principios de este siglo fue un bastión de la recuperación del sentimiento patriótico de la soberanía sobre nuestros recursos naturales y que tienen sus orígenes en los mismos de la Patria. Esos mismos sentimientos que guiaron a un grupo de notables valientes desde una posición de minoría en el antiguo congreso de la cuarta república a enfrentarse y levantar su voz de protesta contra la entrega que se hacía entonces de los recursos petroleros de la nación, por medio de la mal llamada "apertura petrolera" de la clase elitista corrupta y apátrida, que ha vuelto con toda su fuerza.
Asombrosamente, ahora no se levanta ni una sola voz ante la infame entrega que se ha hecho de las áreas petroleras a las empresas transnacionales. Pero para mayor asombro, se acepta como si nada que la última palabra de aprobación la tenga un burócrata extranjero de la OFAC en Estados Unidos, ante quien debe acudir cualquier inversionista (nacional o internacional) para invertir un dólar en nuestra Patria. ¡Es que ni en la época de Juan Vicente Gómez se requería de una autorización como está para entregar las áreas de explotación!
Lo peor de todo esto es que ante el silencio cómplice de muchos venezolanos, el gobierno más bien usa esas aprobaciones que le han dado y darán los norteamericanos, para negociar su permanencia en el poder y así ganar unos días más de tranquilidad y el pase de página que tanto anhelan, después del golpe de estado del 28 de julio de 2024.
Vemos con lástima y vergüenza como nuestros yacimientos de gas fronterizos con Trinidad, que siempre fueron pensados para ser desarrollados en nuestra patria y así utilizar la extraordinaria cadena de valor que la industria del gas genera, hoy los voceros del gobierno se ufanan en decir que ese gas será producido, gerenciado y comercializado por empresas extranjeras que lo valorizarán en las plantas de gas construidas en Trinidad y mientras nuestras capacidades industriales mueren de mengua por la falta de tan preciado recurso que está gente, miserablemente, entrega.
En forma vergonzosa y sin que nadie levanté su voz, se proclama que Venezuela "exportará" gas y recibirá a cambio un triste 20% de regalía, mientras otros se quedan con la gran tajada.
¿Dónde está la voz de los patriotas que, en el 2007, con gran alegría, acompañaron al Comandante Chávez a reconquistar la Faja Petrolífera del Orinoco para el país reduciendo históricamente la brecha social en la patria como nunca antes? Hoy en día esas áreas se entregan a grupos allegados al poder para que las negocien con quién tenga músculo financiero y valor para invertir en nuestro suelo o para seguir consiguiendo tiempo con Míster Trump y así los deje tranquilos.
¿Dónde está la voz del Bravo Pueblo que se levantó un 27 de febrero?
¿Dónde están los patriotas?