Bessen, el secretario que quiso explicar la economía con historias de migración

Sábado, 06/12/2025 06:11 AM

¿Por qué las declaraciones sobre ganado enfermo y precios de la carne no resisten el menor escrutinio?

Es imposible perder la capacidad de asombro ante la ignorancia o la manipulación política.

El Secretario del Tesoro Scott Bessent ofreció el 16 de noviembre de 2025 una explicación para el aumento de los precios de la carne que dejó perplejos a expertos en agricultura, veterinaria y economía por igual. En una entrevista con Fox News, Bessent atribuyó el incremento de precios a que los inmigrantes habrían traído ganado infectado con el gusano barrenador del Nuevo Mundo, contagiando supuestamente al ganado estadounidense.

El problema es que esta narrativa se desmorona al primer contacto con los hechos. Pero se debe acotar que son narrativas creadas para el desprecio de la migración en EEUU, así como para generar políticas anti-inmigrantes.

No existe un solo caso registrado de gusano barrenador en ganado estadounidense. Cero. Los datos del Departamento de Agricultura están disponibles públicamente y no muestran ningún brote de esta enfermedad en territorio continental de Estados Unidos en décadas.

Más aún, la afirmación de que inmigrantes "traen su ganado" a través de la frontera revela un desconocimiento preocupante de cómo funciona la migración. Las personas que cruzan la frontera a pie, a menudo en condiciones extremadamente difíciles, no están transportando vacas, cerdos o pollos consigo. La imagen es tan absurda como improbable.

Mientras Bessent buscaba culpables en narrativas imaginarias, las causas reales del aumento en los precios de la carne son bien conocidas por cualquier economista:

Factores de producción: El costo de los alimentos para ganado ha aumentado significativamente. La sequía en regiones clave ha reducido la disponibilidad de forraje. Los costos laborales en plantas procesadoras han subido.

Consolidación industrial: Cuatro empresas controlan más del 80% del procesamiento de carne de res en Estados Unidos. Esta concentración de mercado limita la competencia y facilita aumentos de precios.

Disrupciones en la cadena de suministro: Los efectos residuales de la pandemia, problemas logísticos y escasez de trabajadores en plantas procesadoras han encarecido la producción.

Inflación generalizada: El aumento de costos energéticos, transporte y otros insumos se ha trasladado inevitablemente al precio final.

Ninguno de estos factores tiene que ver con ganado enfermo que nunca existió.

Lo preocupante de estas declaraciones no es solo su inexactitud, sino su origen. Bessent no es un comentarista de redes sociales o un bloguero sin información. Es el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, responsable de la política económica del país.

Cuando un funcionario de este nivel ofrece explicaciones fantasiosas para fenómenos económicos reales, se plantean preguntas inquietantes: ¿Desconoce realmente los datos básicos de su cartera? ¿O prefiere conscientemente ofrecer una narrativa políticamente conveniente en lugar de explicar problemas económicos complejos?

Ambas posibilidades son preocupantes.

Académicos y profesionales del sector agropecuario reaccionaron con una mezcla de incredulidad y frustración. Las asociaciones ganaderas, generalmente cautelosas en sus declaraciones públicas, se han visto en la incómoda posición de tener que desmentir a un alto funcionario del gobierno que supuestamente representa sus intereses.

Los veterinarios han señalado que Estados Unidos tiene uno de los sistemas de vigilancia de enfermedades animales más estrictos del mundo, precisamente para prevenir brotes como el que Bessent describe de manera tan casual.

Las declaraciones de Bessent son un ejemplo perfecto de cómo la política puede distorsionar el análisis económico. En lugar de abordar los complejos desafíos que enfrenta la industria cárnica estadounidense, el Secretario del Tesoro optó por un chivo expiatorio conveniente basado en información completamente falsa.

Para un funcionario cuyo trabajo consiste precisamente en comprender y explicar la economía, este episodio no es un simple error: es un fracaso fundamental en el ejercicio de su cargo. Y para los consumidores que buscan entender por qué pagan más en el supermercado, es una decepción que quien debería ofrecer respuestas serias prefiera ofrecer mitos en su lugar.

Los precios de la carne han subido, pero no por ganado fantasma con enfermedades inexistentes. Han subido por razones económicas reales que merecen análisis serios, no cuentos diseñados para desviar la atención de problemas estructurales que este gobierno prefiere no abordar.

NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.

P.D, me imagino a los migrantes de América Latina, pasando pollos, gallinas, cerdos o ganado vacuno de manera ilegal a los EEUU, ¿Cuánto cobraría un coyote, por pasar a los animales por la frontera?

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