En el complejo tablero económico, pocas fuerzas ejercen una influencia tan ubicua y malentendida como la inflación. No es un mero término técnico, sino una realidad palpable que erosiona el poder adquisitivo, altera las decisiones de consumo e inversión, y determina la estabilidad social y la calidad de vida. En Venezuela, este fenómeno continúa oprimiendo a la población, y sus efectos se han profundizado durante 2025. Este artículo analiza las perspectivas inflacionarias para el cierre del año.
RAíCES DE UNA CRISIS ANUNCIADA.
El aumento de precios ha superado los tres dígitos,manteniendo al país en una espiral persistente. Este fenómeno devastador no se explica solo por desequilibrios monetarios puntuales. Es la manifestación de una compleja interacción de factores coyunturales y, más críticamente, de razones estructurales profundamente arraigadas, agravadas por las sanciones económicas. Analizar la inflación venezolana implica, por ende, examinar su modelo económico, el conflicto con naciones occidentales y sus consecuencias sociales.
PRONÓSTICO: Tormenta Perfecta de Tres Dígitos
Venezuela experimenta una de las tasas de inflación más altas del mundo,superando consistentemente los tres dígitos. Estas cifras implican que el poder adquisitivo del bolívar se reduce mensualmente, erosionando los salarios.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la inflación en Venezuela cerrará 2025 en 269,90 %, mientras que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la estima en 275 %. Más recientemente (03/11/2025), directivos de la consultora Ecoanalítica, en una entrevista radial, estimaron que podría alcanzar el 400 %. Organismos internacionales, universidades y economistas coinciden en que la inflación será de tres dígitos, entre más del 250 % y hasta 400 %. Pero, ¿qué dicen las cifras oficiales?
Al adentrarnos en los datos del Banco Central de Venezuela (BCV), encontramos que la devaluación del bolívar en lo que va de 2025 es del 331,31 %, el incremento de la liquidez monetaria del 312 %, y la liquidación de divisas disminuyó un 20 % en los primeros siete meses, en comparación con el mismo periodo de 2024. Se mantiene un diferencial cambiario entre 36 % y 50 %, y las sanciones mermaron la producción petrolera y los ingresos en divisas entre 13 mil y 16 mil millones de dólares anuales. Con estos datos, la pregunta no es si la inflación superará las proyecciones, sino en cuánto lo hará.
LA DEVALUACIÓN INVISIBLE: El Espejismo del Blindaje Salarial
La devaluación oficial del bolívar frente al dólar en 2025 se sitúa en 331,31%. No obstante, la realidad operativa ha impuesto que los salarios, tanto públicos como privados, se fijen en dólares, creando la ilusión de un blindaje contra la inflación, aunque su monto sea insuficiente para cubrir la canasta alimentaria. La cruda verdad es que el dólar también ha sufrido una inflación tangible dentro de Venezuela, mermando significativamente su poder de compra real.
Los datos corroboran esta depreciación interna. Ecoanalítica estimó que la inflación en dólares rondó el 20 % en el primer semestre de 2025. Por su parte, el CENDA reportó que la canasta alimentaria pasó de 478,82 USD en enero a 543 USD en julio, una inflación acumulada cercana al 14 %. Nuestro análisis ubica la inflación subyacente en dólares en 19,46 % para ese periodo. Esta tendencia se aceleró en septiembre-octubre, y estimaciones independientes (Palacios, nov. 2025) proyectan una inflación anual en dólares entre 25 % y 35 %, mientras nuestros cálculos la ubican entre 33,46 % y 37 %. La indexación al dólar es crucial, pero la divisa ya no funciona como un refugio de valor perfecto. La moneda fuerte se debilita en un laberinto inflacionario.
Conclusión
Mientras persistan las sanciones,escaseen los dólares, el BCV inyecte menos divisas al mercado, el Gobierno financie el déficit fiscal y existan distorsiones cambiarias, la inflación en bolívares y dólares continuará su ascenso. Las consecuencias para la población serán negativas. Aunque en 2025, por el incremento de la producción petrolera, Venezuela podría registrar un crecimiento económico moderado entre 1 % y 4 %, este no llegará a la población general. Por el contrario, la inflación habrá logrado un deterioro del poder adquisitivo real en dólares de entre 33 % y 37 %, mientras la inflación en bolívares posiblemente rondará la barrera del 400 %.
_José Antonio García_