Tenemos que entender que el accionar de Lula hacia nuestro país no es nada de fiar; recordemos que en su primera presidencia; uno de los mandatarios que le tendió una alfombra, que lo elevó a las alturas, no solo en elogios sino en recursos fue el presidente Chávez. Fue una alianza estrecha de integración y compromiso. Para ahora darle la espalda, por congraciarse con quienes hoy pretenden clavarle una puñalada por la espalda y no han dudado en lanzar sus peñonazos a nuestro país. Cuando se dieron las elecciones del 28 de julio del 2024 y salió electo el presidente Nicolas Maduro, Lula salió a la palestra pública, sin tener a la mano elementos de juicio, pidiendo las actas de votación. Cayendo en el manido discurso de la oposición y de paso acusando al gobierno de Nicolás Maduro de "desagradable" con "sesgo autoritario". Finalmente desistió de las fulanas actas y se quedó tranquilo. Recordemos que el reclamo justo que tiene Venezuela sobre el Esequibo; Lula no ha dudado en terciar a favor de las predicas del presidente guyanes Irfaan Ali en momentos que ha fungido como mediador en el conflicto. La piedra de tranca del ingreso de Venezuela a los BRICS ha sido precisamente Lula Da Silva, quien actuó con premeditación y alevosía en su reunión en Kazan (Moscu), el presidente brasilero escondió el bulto y no asistió, alegando "quebrantos de salud"; pero el motivo fundamental era impedir que Venezuela entrara por la puerta grande a los BRICS. Celso Amorin , quien funge como asesor de Lula, refiriéndose al veto a Venezuela por su no ingreso a ese organismo; señaló: "hizo promesas que nunca cumplió" y ahora la confianza esta "rota" y luego de agarro de nuevo del manido argumento de las actas.
Estados Unidos incluyo al Brasil en la lista de países que representan una amenaza inusual y extraordinaria para los intereses de Washington; obedeciendo a uno de sus articulados de la Constitución gringa, que señala que si algún país restringe el uso de las redes sociales el delito de odio; incurre en una violación a su Constitución. Nos señala William Castillo "que la medida surge por las acusaciones sobre las acciones legales de Brasil en restringir el uso de las redes sociales el delito de odio. Destacando que una vez que el gobierno de EEUU impone una orden de este tipo busca inmiscuirse en los asuntos internos de sus víctimas, queriendo desvalijar arbitrariamente la institucionalidad del sancionado". Esto quiere decir que la Constitución de los Estados Unidos, tiene influencia, en este caso en Brasil para meterse en su vida política y decir que su sistema judicial no existe, el sistema político y la Constitución tampoco, porque el presidente dice que restringir a una red social por promover delitos de odio o pedirle responsabilidad a sus dueños es una amenaza inusual y extraordinaria". Por otra parte hay que recordar, que detrás de todo esto está el encarcelamiento al ex presidente Jair Bolsonaro, a quien Lula mantiene en la sombra debido a que es acusado de haberle preparado un golpe de Estado y de estar incurso en el asesinato de Lula. Esta medida por cualquier lado que se le observa es grave; si algún presidente de Estados Unidos se le mete a la cabeza por señalar a un país como amenaza inusual, queda automáticamente autorizado para llevar a cabo cualquier acción, entre ellas hasta de invadirlo.
Lo que pasa con Brasil, no es como para alegrarnos, ni nada por el estilo, pero si es algo asi como un estigma, para alguien que no ha sido coherente con su prédica política y en el momento menos indicado da un salto atrás.