Rastros del tiempo (LXXIX)

La influencia de la cultura y la contracultura

Martes, 15/07/2025 02:46 AM

Ante los desafíos culturales frente colonialismo y el neocolonialismo, donde se enaltecen los métodos de dominación cultural a través de la manipulación de la historia, desde los sistemas educativos e ideológicos, debemos analizar y estudiar la influencia de la cultura y la contracultura, en el seno de la sociedad, ya son dos fuerzas dinámicas que interactúan constantemente, influyendo mutuamente y moldeando la sociedad en que vivimos.

Cuando se habla de La cultura, en el sentido más amplio, se hace referencia al conjunto de valores, creencias, costumbres, prácticas y simbolismos, que caracterizan a grupos humanos en el desenvolvimiento del quehacer social, a través de esquemas y modelos prediseñados, por las cúpulas culturales, afines al sistema establecido, mientras que por otro lado, la contracultura, es un movimiento que se opone a los valores y normas dominantes, de la cultura establecida, proponiendo alternativas y desafiando el estado actual de las cosas.

La influencia de la cultura en la sociedad es innegable. La cultura transmite conocimientos, habilidades y valores de generación en generación, asegurando la continuidad de las tradiciones y la identidad de un grupo. La cultura también proporciona un marco de referencia para la interpretación del mundo, influyendo en la forma en que las personas piensan, sienten y actúan. Además, la cultura se convierte en una fuente de cohesión social, uniendo a grupos de personas en torno a símbolos, rituales y narrativas compartidas, pero allí es donde nos introducen los elementos subliminales, que nos entorpecen la mejor manera de entender la realidad de las cosas que nos rodean y sobre todo cuando nos imponen falsas narrativas impregnadas de tergiversación y acompañadas de símbolos distorsionantes.

Sin embargo, es importante entender que la cultura no es estática ni homogénea, porque dentro de una misma sociedad, pueden coexistir diversas culturas y subculturas, cada una con sus propios valores y prácticas. Además, la cultura está en constante cambio, influenciada por factores como la globalización, la tecnología, la migración, los movimientos sociales y porque no, de la política que rige el sistema de gobierno en el momento. Entonces, es en este contexto donde surge la contracultura, como respuesta a las tensiones y contradicciones de la cultura dominante. Los movimientos contraculturales suelen surgir en momentos de crisis social, política o económica, cuando un sector de la población siente que los valores y las normas establecidos ya no son válidos o justos.

El término contracultura fue utilizado por primera vez en el siglo XX, en los años 60, para referirse a la aparición de movimientos de protesta por parte de la juventud contra la cultura dominante, y puede manifestarse de diversas formas, desde la adopción de estilos de vida alternativos, hasta la creación de obras de arte y literatura, que desafían las practicas convenciones, de los sistemas establecidos, y en respuesta a los mandatos envejecidos de la cultura considerada oficial, entonces surgen los movimientos contraculturales, que suelen promover valores, como la libertad individual, la igualdad, la justicia social, la paz, la sostenibilidad y la creatividad; son los valores, tendencias, y formas sociales opuestas a las establecidas en una sociedad regida por una cultura de cúpulas antipopulares y excluyentes. El término contracultura fue acuñado por el historiador estadunidense Thoedore Roszak en su libro "The making of a Counter Culture" (La Creación de una Cultura) en 1968.

La influencia de la contracultura en la sociedad puede ser muy significativa, ya que estos movimientos pueden desafiar las normas y los valores dominantes, generando debates y cuestionamientos, que pueden conducir los cambios sociales y culturales, debido a que también se convierten en una fuente de innovación y creatividad, proponiendo nuevas formas de pensar, sentir y actuar. Por lo que también nos proporciona la forma de asimilar las historias locales, que hacen los cronistas e investigadores no oficiales, en las comunidades y rescatar tradiciones originarias, que han sido borradas del mundo cultural actual.

Un ejemplo de la contracultura en el área de las historias comunales, llamadas también historia locales, es que se enfrentan a la llamada historia oficial, esa historia, en la que no nos han dicho las verdades de los sucesos, acaecidos a lo largo de nuestra historia, o en todo caso nos han enseñado la historia, a través de narrativas expresadas en formato de medias verdades, o la verdad con amañamiento distorsionado; por eso deben, y tienen que surgir las historias comunales, como respuesta contracultural, a la cultura impuesta, desde la tiempos de la conquista y la colonia, que no nos ha permitido conocer la realidad ancestral, de nuestros pueblos, en el caso de la historia del continente latinoamericano. La contracultura también puede enfrentar resistencia y represión por parte de la cultura dominante. Los movimientos contraculturales suelen ser marginados, estigmatizados o incluso perseguidos por las autoridades al servicio de los sectores conservadores de la sociedad.

Entre los ejemplos más destacados de contraculturas en el mundo occidental se incluyen los levellers (Niveladores) (1645-1650), fue el nombre con el que se denominó al primer cuerpo significativo, con pensamiento prodemocrático. Surge en la Inglaterra, en una época de conflicto entre la monarquía y el Parlamento, antes de la consolidación de la democracia como sistema político. Este movimiento surgió sentando las bases para imponer conceptos como la igualdad, la participación ciudadana y la limitación del poder.

El movimiento bohemio (1850-1910), que proponía un estilo de vida y una actitud cultural que se caracterizaba por el rechazo de las normas sociales convencionales, especialmente aquellas asociadas a la burguesía, y la búsqueda de la libertad individual, la creatividad artística y una vida despreocupada; surgió en la Francia romántica y extendiéndose a otros países europeos y a Estados Unidos, donde artistas y escritores encontraron refugio y un ambiente propicio para la creación; París fue un centro neurálgico de la bohemia, especialmente en barrios en algunos barrios y en España, este movimiento se manifestó en ciudades como Madrid y Barcelona, con figuras destacadas como Ramón Casas, pintor catalán; Santiago Rusiñol pintor del modernismo catalán, escritor y dramaturgo español y Hermenegildo Anglada Camarasa, pintor español, entre otros, quienes encontraron inspiración en los espacios bohemios.

La contracultura de Beat Generation (Generación Beat) (1944-1964) fue un movimiento literario y cultural que surgió después de la Segunda Guerra Mundial, destacándose por su rechazo a los valores tradicionales y su énfasis en la libertad de expresión y la exploración de nuevas formas de vida y arte; desafía las normas sociales, explorando nuevas formas del arte y la literatura, promoviendo la búsqueda de la libertad individual y la autenticidad. Los principales exponentes de este movimiento fueron Allen Ginsberg, poeta, oponente al militarismo, al materialismo económico y la represión sexual; Jack Kerouac, Novelista estadounidense, creador del término "beat" que significa "vencer" o "superar", para denominar a esta generación literaria y William S. Burroughs, novelista, artista visual, ensayista, crítico social estadounidense y renovador del lenguaje narrativo, entre otros. La influencia de este movimiento se extendió a la contracultura de los años 60, particularmente al movimiento hippie.

Los principales ejes de los movimientos contraculturales, se centran en el rechazo de los valores y normas dominantes de la cultura establecida; se oponen a los valores y normas materialistas, al consumismo, el conformismo y a la autoridad jerárquica; la búsqueda de la libertad individual y la experimentación con nuevas formas de expresión artística y estilos de vida. Estos movimientos, a menudo liderados por jóvenes, desafían la autoridad y la jerarquía social, proponiendo alternativas a la cultura oficial y buscando una transformación social.

A todo lo aquí expuesto, sobre la influencia de la cultura y la contracultura en la sociedad, podemos agregar, a los cantores de la canción protesta en América Latina que floreció en los años 1960 y 1970, que contribuyeron a la crítica y protesta a regímenes opresores, abogar por la justicia social, la libertad y promover la resistencia, como: Alí Primera, como máximo exponente de la canción protesta, también conocida como la Canción Necesaria, sus canciones abordaban temas de injusticia social, y la lucha por los derechos de los trabajadores; canciones emblemáticas como "Techos de Cartón"; Soledad Bravo, el grupo Los Guaraguao, Gloria Martín, Xulio Formoso, fundador del grupo Raja Tabla, el Grupo Ahora, entre otros, en Venezuela; Violeta Parra, Víctor Jara, Quilapayún, e Inti-Illimani, en Chile; Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Víctor Heredia, León Gieco, Facundo Cabral y Piero, en Argentina; Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Los Olimareños, y José Carbajal, en Uruguay; Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, en Cuba y en Puerto Rico, Noel Hernández, todos estos cantores y otros, han interpretado temas que critican y atacan la desigualdad social, la represión política, la pobreza, la violencia y la falta de libertad, Incorporando elementos folclóricos de cada país, fusionándolos con ritmos modernos y convirtiendo las canciones en himnos de resistencia y símbolos de lucha contra los regímenes opresores, himnos que aún tienen vigencia en los pueblos latinoamericanos y del mundo.

 

La contracultura se manifiesta a través de diversos grupos y movimientos que desafían los valores y normas de la cultura dominante, que podemos ver algunos ejemplos notables, que incluyen Movimientos históricos como:

Los Hippies, movimiento contracultural de los años 60 y 70, caracterizado por su rechazo a las normas sociales establecidas y su búsqueda de paz, amor y libertad. Originalmente surgido en Estados Unidos, se extendió a nivel mundial, influyendo en la música, la moda y la cultura en general. Famosos por su rechazo al materialismo, su búsqueda de la paz y el amor, y su estilo de vida alternativo;

Los Punks, movimiento cultural y musical que surgió a mediados de la década de 1970, principalmente en Inglaterra y Estados Unidos, como una forma de rebeldía contra las normas establecidas del momento por los sistemas de poder y la escena musical dominante de la época. Se caracterizaron por su música rápida, ruidosa y agresiva, letras con contenido social y político, y una estética visual distintiva y a menudo provocadora, caracterizado por su actitud rebelde, su música estridente y su crítica al sistema establecido.

Los Beatniks, fue una de las primeras bandas de rock en Argentina. Formada en 1965, se la considera una de las agrupaciones fundacionales del rock argentino, precursores de los hippies, exploraron la literatura, la poesía y la música de forma alternativa.

Los Movimiento por los Derechos Civiles, en Estados Unidos, Aunque no fueron exclusivamente contracultural, fue un movimiento que luchó por la igualdad racial y social, desafiando las normas racistas de la época; buscaba la igualdad de derechos para los afroamericanos y la eliminación de la segregación racial. Se desarrolló principalmente entre las décadas de 1950 y 1960, y logró importantes avances legales y sociales en la lucha contra la discriminación racial.

A pesar de estos desafíos, la contracultura ha desempeñado un papel importante en la historia de la humanidad. Los movimientos contraculturales han contribuido a la lucha por los derechos civiles, la igualdad de género, la protección del medio ambiente y la paz. La contracultura ha inspirado a artistas, escritores, músicos y activistas a crear obras que desafían las prácticas convenciones impuestas por el sistema capitalista, promoviendo el cambio social de justicia y libertad, entendiendo que la cultura y la contracultura son dos fuerzas dinámicas que interactúan constantemente, influyendo mutuamente en el moldeado de la sociedad. La cultura transmite valores y conocimientos e impone normas mediante una narrativa absolutista, moldeada a manera de imponer criterios ideológicos acordes con el sistema imperante, mientras que la contracultura desafía las normas y propone alternativas. La influencia de la cultura y la contracultura en la sociedad, puede ser significativa, generando cambios sociales, culturales y políticos, aunque algunos de sus ideales contraculturales, fueron idealizados o simplificados, por el sistema establecido, la contracultura y la cultura siguen siendo un tema de estudio y reflexión, sobre la búsqueda de alternativas y la lucha por un mundo justo, pacífico y libre de la explotación del hombre por el hombre.

 

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