Estados Unidos sabe que la oposición salió derrotada

"Inglaterra no tiene amigos permanentes, ni enemigos permanentes.

Inglaterra tiene intereses permanentes"
Lord Palmerston


Esta frase del canciller británico Lord Palmerston (siglo XIX), se ha convertido en una regla de oro en la política exterior de las potencias mundiales a lo largo de la historia. En el contexto internacional actual no podía ser diferente; y en este sentido, no existe otra frase que caracterice mejor a la política exterior de Estados Unidos: la ocupación a Irak para tomar el control de los recursos energéticos y posicionarse militar y estratégicamente en el escenario mundial; su rechazo al Protocolo de Kyoto, a la declaración de Durban contra el racismo y al tratado que establece la Corte Penal Internacional; su retiro unilateral del Tratado de Mísiles Antibalísticos que tenía con Rusia, su descarado apoyo a Israel en su conflicto con Palestina; su desentendimiento del problema sobre inmigración ilegal que planteaba México y del "compromiso constructivo" que mantenía con China; su política de hostigamiento hacia Cuba en contra de la voluntad de 179 países que se manifestaron en la ONU a favor de acabar con el embargo; su disposición a profundizar el "Plan Colombia"; sus presiones sobre América Latina para que de pasos definitivos hacia la materialización del ALCA; y su muy peculiar manera de apoyar el golpe de Estado del 11 de Abril de 2002 en Venezuela.

No debe extrañarnos entonces el cambio repentino que pareciera dar la política exterior de Estados Unidos hacia Venezuela, al conocer sobre el fracaso de la oposición en su intento por solicitar un referéndum revocatorio contra el presidente Chávez.

De acuerdo a la periodista Stella Calloni, enviada especial del diario La Jornada de México, el embajador de Estados Unidos, Charles Shapiro, manifestó durante su visita a VTV que se está haciendo un esfuerzo por mejorar las relaciones con Venezuela, que las diferencias entre los dos países deben ser procesadas "por medio de canales diplomáticos", y "que había acompañado a dos congresistas estadounidenses invitados por Chávez en algunos centros de recolección de firmas." Pero Shapiro también anunció que "este martes (3 de diciembre) llegará a Caracas un alto funcionario del Departamento de Estado para continuar gestiones en busca de mejorar las relaciones entre Caracas y Washington." (La Jornada, 2 de Diciembre de 2003)

No hay dudas que la visita de Shapiro a VTV y su reunión con Vladimir Villegas, es una clara señal de como la política exterior de Estados Unidos comienza a reestructurarse luego de fracasar en su intento por derrocar al presidente Chávez el 11 de Abril de 2002, y de ratificar las torpezas y descrédito de la oposición venezolana.

Ante este panorama, a Washington solo le queda cuadrarse con el ganador, porque a fin de cuentas, Estados Unidos no tiene amigos permanentes, ni enemigos permanentes. Estados Unidos tiene intereses permanentes.


Antonio Guillermo García Danglades
Internacionalista


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Antonio Guillermo García Danglades


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