Chávez exaltó los estrechos vínculos que tiene con su colega brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, pero afirmó que su administración está siendo atacada sin ofrecer más detalles.
Las relaciones entre Venezuela y Brasil registraron fricciones entre mayo y julio pasado, luego de que Chávez insultó al Senado brasileño, lo que generó irritación entre las autoridades de la potencia sudamericana.
"Estamos siendo bombardeados. Una tremenda campaña. Bestial campaña, que viene desde Washington coordinada con sus agencias en cada país, medios de comunicación", dijo el gobernante durante un acto con agricultores en la población suroccidental de La Grita, estado Táchira.
Chávez señaló que las autoridades estadounidenses "compran personalidades políticas en congresos, en gobiernos... para tratar de frenar la integración entre nosotros".
"Quiere mantenernos divididos y no descansa en su empeño", acotó.
Indicó que Estados Unidos utiliza una "quinta columna (infiltrados), que empiezan a dar declaraciones, y se arman a veces unas tormentas en un vaso de agua en los periódicos, en la televisión, y a veces esas tormentas en un vaso de agua hacen daño a las relaciones entre los países, porque a veces hay sensibilidades que quedan heridas".
El mandatario dijo que los "verdaderos revolucionarios" no deben dejarse llevar por esos hechos. "Debemos estar más allá y por encima de todos estos ataques e intrigas que quieren sembrar entre nosotros", añadió.
Chávez calificó en mayo pasado a los senadores brasileños de "loros de Washington" por haber exhortado al gobierno venezolano a reconsiderar la decisión de no renovar la licencia al canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV).
Tanto el Congreso brasileño como miembros del gobierno de Lula solicitaron al presidente venezolano una rectificación que nunca se dio.
Chávez lanzó el mes pasado una advertencia a los congresos de Brasil y Paraguay de que su gobierno podría retirar la solicitud para ingresar al Mercosur si los parlamentarios de ambos países no decidían para septiembre la incorporación de Venezuela como miembro pleno del bloque.
Los congresistas de esos países respondieron al ultimátum de Chávez señalando que no decidirían por presiones de otros gobernantes.
