Los lacayos de la SIP, en su guerra mediática, irrespetaron públicamente a nuestro Embajador en República Dominicana, en su intento desesperado de desacreditar el proceso revolucionario y bolivariano que lidera el Presidente Chávez en Venezuela y América Latina. A continuación, Nota de Prensa de la Embajada venezolana:
"Sólo transcurrieron 24 horas para que surgiera en República Dominicana una punzante reacción mediática contra el Embajador, General de Div. FRANCISCO BELISARIO LANDIS , quien expresó su más enérgico rechazo a las afirmaciones hechas por el flamante Presidente de La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el periodista dominicano Rafael Molina Morillo, contra el Gobierno venezolano. Esa reacción mediática alcanzó llamativa irradiación a través del Diario dominicano “EL Caribe” que en su edición del día jueves 26/JUL/2007, expone el siguiente editorial, se cita textualmente:
Titular editorial: Hace su trabajo
“El embajador de Venezuela en el país, Francisco Belisario Landis, hay que felicitarlo por la presteza con que está dispuesto a defender a su gobierno, aunque sea ignorando realidades que no son precisamente un buen exponente de democracia y de libertades públicas.
Es natural y comprensible que Belisario Landis contradiga opiniones de directivos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) acerca de la libertad de prensa y de expresión en su país, porque su trabajo así se lo exige.
Tanto lo expuesto por esa organización hemisférica como por el propio enviado, son apreciaciones que están sujetas a diferentes interpretaciones, porque las cosas adquieren distintas dimensiones, dependiendo del cristal a través del cual se miren.
Pero entre ambas opiniones hay una distancia crucial. Mientras el embajador venezolano afirma que en su país existe un ambiente de admirable libertad, hechos y situaciones parecen desmentir el sustento de semejante aserto.
No se trata ya tan solo, como piensa Belisario Landis, del sonado caso de no renovación de la concesión a una televisora calificada de opositora, sino del hecho de que ningún hotel de Caracas se atreve a servir de sede para una reunión de la SIP.
Ningún hotelero quiere exponerse a los perjudiciales efectos de ser incluido en una lista de desafectos al régimen del presidente Hugo Chávez, como de seguro ocurriría si uno de sus salones sirve para debatir la situación de la libertad de prensa en Venezuela.
La SIP ha tenido que recurrir a otras gestiones para ver si algún valiente hotelero del interior venezolano se anima a asumir el gran desafío de acoger a los miembros del organismo para su reunión de medio año, en marzo del 2008.
Parece que estos temores y obstáculos que ha confrontado la SIP para organizar la importante cita con bastante anticipación, como es su norma, son un reflejo de la libertad cuya existencia defiende con tanto ardor el diligente embajador Belisario Landis.
Hay entonces que llegar a la conclusión de que los hoteleros en cuestión no quieren caer en desgracia con un régimen intolerante que, por su gran apoyo popular, desdeña cualquier acción o actitud contraria a sus supremos designios”. Fin de la cita.
Ante ésta nota editorial, el General BELISARIO LANDIS reiteró que en Venezuela se disfruta de una absoluta y consolidada libertad de expresión y que los intentos por ensombrecer esa inmensa verdad, atienden a una nefasta estrategia mediática que se está desarrollando en contra del Presidente Hugo Chávez Frías y el Gobierno venezolano".