El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, decidió cancelar por su cuenta el viaje a Bogotá por las fumigaciones antidrogas y sin la influencia del presidente venezolano Hugo Chávez, quien nunca intervino en el tema, señaló este domingo la canciller designada.
"El presidente Correa y su equipo tenemos suficiente criterio para tomar decisiones propias de acuerdo al interés del país, su soberanía y al bienestar de sus habitantes", señaló la futura ministra María Fernanda Espinoza en declaraciones divulgadas por el portal Ecuadorinmediato.
El pasado jueves, luego de reunirse con Chávez, Correa desistió de viajar a Bogotá, donde tenía previsto reunirse con el mandatario colombiano, Alvaro Uribe, en represalia por la reanudación de las fumigaciones antidrogas en la frontera.
Espinoza rechazó las suspicacias de la prensa y funcionarios colombianos sobre la supuesta influencia que ejerció Chávez en la negativa de Correa a trasladarse a la capital colombiana.
"Todo el tiempo estuve con los dos presidentes en Caracas y doy mi palabra de honor que Hugo Chávez no mencionó el tema durante las conversaciones bilaterales", sostuvo la canciller designada, quien asumirá el cargo el 15 de enero.
Al comentar la cancelación del viaje, el gobierno colombiano resaltó que el presidente electo de Ecuador tuvo "un cambio de actitud" tras reunirse en Caracas con Chávez.
"Parece que hubo un cambio de actitud en el presidente Correa entre lo que conversó con el presidente (Alvaro) Uribe el domingo pasado y la posición que asumió con posterioridad a su entrevista con el presidente Chávez", dijo a la radio Caracol el ministro de Interior y Justicia, Carlos Holguín.
Chávez se solidarizó con correa en su reclamo contra Bogotá por las aspersiones con el herbicida glifosato en la frontera, que Ecuador juzga nocivas para el ecosistema y la salud humana.
El domingo el canciller ecuatoriano, Francisco Carrión, estimó "inamistosa y beligerante" la postura asumida por Uribe dentro del conflicto suscitado por las aspersiones con glifosato, que motivó el llamado a consultas de su embajador en Bogotá el 15 de diciembre.
Aun así reiteró que Palacio está dispuesto al diálogo "siempre que se suspendan las aspersiones en la franja limítrofe de 10 km", acordada por los países en diciembre de 2005.
