Caracas, 12 Dic. ABN.- El presidente reelecto de Venezuela, Hugo Chávez Frías, es el líder más popular entre todos los presidentes de los países que gozan de gobiernos democráticos de acuerdo con un análisis del periodista Johan Hari, publicado en el diario británico The Independent.
En un análisis titulado Las mentiras dichas acerca de Hugo Chávez se enumeran las razones que, según el criterio del comunicador, condujeron al Mandatario a alcanzar el nivel de aceptación por parte de los electores venezolanos, expresado en una votación de 63% el pasado 3 de diciembre.
Se cita, como ejemplo, el testimonio de María González, una caraqueña de 60 años de edad que habita en el barrio Nueva Tacagua, en las inmediaciones de la capital venezolana, Caracas.
«Pese a haber crecido en un país que nadaba en la riqueza proveniente de los hidrocarburos, María nunca fue a la escuela, ni acudió a un médico, porque los beneficios de la producción petrolera sólo servían para engrosar las cuentas bancarias de las 25 familias más ricas del país», señala el análisis.
Indicó que, al igual que la vasta mayoría de los venezolanos, la mujer quedó para vivir y morir en un improvisado rancho «destartalado y maloliente».
«El día que la conocí, María escribió su nombre en el pizarrón por primera vez. Desde que Hugo Chávez fue electo mediante libres y abiertos comicios en 1998, el mundo de María comenzó a cambiar».
«El Presidente comenzó a usar la riqueza del petróleo para construir clínicas donde María pudiera ser tratada sin costo alguno; a subsidiar los precios de los alimentos a 70% de los venezolanos que, al igual que ella, vive en la pobreza, y a establecer masivos programas de alfabetización para enseñar a leer a millones de Marías».
El articulista de The Independent sostuvo que quienes descalifican a Chávez Frías están profundamente arraigados a una cultura política que ve al resto del mundo como un escenario para la obtención de ganancias.
«Cuando el Gobierno de un país en desarrollo favorece las ganancias a un puñado de ricos, ellos instintivamente lo describen como factor que estimula la estabilidad regional y la democracia, pero cuando el Gobierno utiliza los recursos para la gente que vive en barrios pobres, se convierten en sospechosos y en «una amenaza para la estabilidad».
