El Canciller Nicolás Maduro fue detenido por autoridades estadounidenses en el aeropuerto JFK de la ciudad de Nueva York, según informaron a Aporrea miembros de la delegación que lo acompaña en su visita a Nueva York para atender reuniones en las Naciones Unidas.
"Me encuentro preso en estos momenteos en el aeropuerto de Nueva York. Me intentaron esposar, pero reaccionamos con dignidad," logró Maduro declarar posteriormente vía telefónica a Radio Nacional de Venezuela.
"Me quitaron mi documentación, me quitaron el pasaje y no me puedo mover de aquí," agregó Maduro durante su detención.
El Canciller agregó que fue mantenido incomunicado en un cuarto de cuatro por cuatro metros.
Luego de media hora, el Canciller fue liberado y entregado a una delegación encabezada por el Embajador Francisco Arias Cárdenas.
No descarta que su detención tenga que ver con el discurso del Presidente Chávez ante la ONU.
Se negó a ser revisado
Según declaró uno de los testigos a Aporrea.org, el Canciller pasó por los detectores de metales y colocó su equipaje a través de las maquinas de rayos X sin problemas. Sin embargo, las autoridades le informaron que debería ser revisado de nuevo de manera exhaustiva, lo cual él rehusó.
"El Canciller sacó su pasaporte diplomático y exigió su derecho como alto diplomático a no ser revisado más allá de lo necesario," dijo a Aporrea el testigo.
"Le quieren revisar todas las maletas y lo amenazaron con golpes, pero con mucha dignidad el Canciller se resistió" agregó.
El Canciller se encuentra detenido y fue llevado a un lugar donde no existe acceso al publico, luego de un forcejeo con los agentes de seguridad. El Canciller se encuentra efectivamente incomunicado.
Aparentemente, el Maduro estaría en una "lista roja" o su nombre se encuentra en una base de datos de funcionarios de países peligrosos.
Otro diplomático revisado
El cónsul general de Venezuela en Chicago, Martín Sánchez, también fue revisado por las autoridades del aeropuerto La Guardia de Nueva York, lo cual le causó perder su vuelo esta mañana a su regreso a Chicago.
"Luego de pasar por los rayos X, me dijeron que debía abrir mi equipaje. Les mostré mi carnet de diplomático, pero insitieron en revisar mi equipaje de mano porque creían que contenía un objeto prohibido. No llegué a tiempo para embarcar el avión y tuve que esperar tres horas más para aboradar otro avión," afirmó Sánchez.
Esta humillación a la cual está siendo sometido el Canciller de Venezuela, demuestra una vez más el por qué la sede de Naciones Unidas debe ser movida a otro país, tal y como lo ha exigido el Presidente Hugo Chávez.