Nosotros, trabajadores de la Superintendencia de Mantenimiento y Producción de Servicios Industriales del Complejo Petroquímico Ana Maria Campos, acudimos a nuestra conciencia revolucionaria y clasista, preñadas de historia y batallas heroicas, dadas por nuestros antepasados en las mismas sendas históricas en las que hoy, y por siempre estaremos.

Venimos con el alma lacerada por el dolor, pero con el corazón ardiendo de fuego patrio, ese fuego que encendió aquel que hoy ha partido, el Comandante Chávez. Ese fuego ardiente perdurará por siempre en nuestras almas, en nuestras conciencias, en nuestras luchas por terminar, aquellas que el líder dejó pendientes: los cinco objetivos históricos.

Venimos de la Venezuela huracanada, la Venezuela de a pie, la Venezuela que no se rinde, que batalla, que batallará siempre como nos enseñaron nuestros dos grandes Libertadores: Simón Bolívar y Hugo Chávez.

Hoy aquí, desde las entrañas de los medios de producción, venimos ante la memoria infinita de nuestro padre, hermano, guía y líder, a reafirmar nuestro compromiso eterno y nuestra lealtad absoluta a la Revolución Bolivariana, Chavista, Socialista y a la Revolución Petroquímica, una de las bases económicas sociales y fundamentales, para avanzar en la construcción del socialismo.

Son muchos los logros sociales, económicos y políticos, pero construir definitivamente el Socialismo es lo más importante. Estamos conscientes de que tenemos que transformar el estado capitalista burgués y sustituir el modelo de acumulación de capital por un modelo socialista de producción, y por supuesto, avanzar en la transformación cultural que es la formación de la mujer y el hombre nuevo.

Venimos ahora fortalecidos y fortalecidas, nunca más invisibles. Este proceso revolucionario, además de dignificar nuestras vidas y reconocer nuestros derechos, los derechos de los 'pata en el suelo', los descamisados, ha declarado la lucha contra la corrupción y la guerra económica, para fortalecer nuestra producción y salir airoso de esta batalla.

Se han creado los motores de la economía (siendo nosotros el segundo), para de una vez por todas, terminar con la exclusión y avanzar en la producción y manufactura, para alcanzar la soberanía tecnológica, soberanía alimentaría, soberanía en salud, entre otras.

Se hace necesario seguir profundizando la guerra contra la especulación, la corrupción, la reventa y escasez de bienes y servicios, aquellos de los que el mismo obrero es productor y no tiene mayor acceso a ellos; incrementando la productividad, lo que significa fortalecer el apoyo técnico, financiero y la capacitación para la producción del mercado aguas abajo, del pequeño y mediano productor o productora; pero también consolidar y ampliar las nuevas formas de propiedad de carácter socialista, que hoy germinan en el campo de la República Bolivariana de Venezuela.

Los trabajadores de Servicios Industriales, estamos conscientes del papel que nos corresponde jugar dentro de la Revolución, formando la potencia petroquímica, asumiendo cada una de las tareas revolucionarias y urgentes para avanzar en el Socialismo Bolivariano que el Comandante dejó claramente establecido en el Plan de la Patria.

Ahora, cuando nos desplegamos para una nueva batalla entre el bien y el mal, entre Florentino y el diablo, estamos alineados y cubiertos, listos para la movilización, para que la potencia petroquímica sea reafirmada como una de las grandes victorias de la masa trabajadora.

No le fallaremos al Comandante y mucho menos a su tradicional lucha histórica. Seremos bandera de la disciplina para el fortalecimiento de la unidad nacional contra el eterno enemigo, el imperio norteamericano y contra el enemigo interno, la contrarrevolución estratégica y pitiyanqui.

Disciplina y conciencia es lo que Hugo Chávez sembró en la clase obrera.

Finalmente, convocamos a nuestros compañeros de trabajo, a permanecer como un solo cuerpo, firmes y rodilla en tierra ante los ataques del imperio norteamericano y la contrarrevolución, que no nos crean desvalidos y piensen que éste es un momento ideal para restaurar su dominio sobre la empresa y Nuestra Patria Venezuela.

Ante lo expuesto anteriormente queremos ratificar nuestro más profundo compromiso, a seguir trabajando y fomentando la conciencia revolucionaria, garantizando la operatividad y el buen desempeño de nuestra planta (El Corazón del Complejo), así mismo manifestar que estamos dispuestos a colaborar de todas las maneras posibles; para encontrar la pronta solución a un problema puntual como es la reivindicación económica (Contratación Colectiva 2014-2016) de las trabajadoras y trabajadores que hacemos vida en la petroquímica, siendo concientes de las normativas y lapsos establecidos para lograr este fin; Nosotros las trabajadoras y trabajadores de esta planta, reafirmamos que no estamos ni estaremos de acuerdo con tomar acciones que atenten contra la operatividad, la armonía y La Paz laboral, dentro de las instalaciones del Complejo Petroquímico Ana Maria Campos .

¡Chávez vive, el socialismo sigue!

¡Viva el Comandante Chávez!

¡Viva la Revolución Bolivariana!

¡Viva el pueblo revolucionario!

¡Viva la clase obrera, Sujeto Histórico de la Revolución Socialista!