Ante los interesantes, inéditos y emancipadores hechos ocurridos en Industrias Diana, Lácteos Los Andes y más recientemente PDVAL, como expresión de la clase trabajadora, una como trabajadora, no puede más que sentir alegría, entusiasmo y esperanza por las muestras de empoderamiento de las bases en dichas empresas.
Si bien hay posiciones encontradas sobre la validez de la gesta de los trabajadores y trabajadoras, no cabe duda que estas acciones son producto de la organización y compromiso de la clase obrera, en el nada fácil camino, hacia la democracia participativa y protagónica de todos y todas los que laboramos en empresas del pueblo.
¡Me la juego con los Trabajadores y Trabajadoras! aseveró nuestro presidente comandante Chávez. Seguro que por eso en el Plan de la Patria 2013 – 2019 se destaca que, para continuar construyendo el socialismo del siglo XXI uno de los objetivo estratégico es “Desarrollar modelos de gestión de las unidades productivas incluyentes, participativos con trabajadores y trabajadoras, alineados con las políticas nacionales…”(Objetivo Estratégico 2.1.3).
Asimismo la convicción y confianza de Chávez por la clase trabajadoras se hizo ley cuando el 30/04/12 aprobó la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT), donde se contempla la creación de Los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras como “expresiones del Poder Popular para la participación protagónica en el proceso social de trabajo…”(Art. 497). Y así será el amor y la certeza de Chávez por los trabajadores y trabajadoras que de manera firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta y total propuso a Nicolás Maduro, hombre nacido de la clase obrera, para que se pusiera al frente del proceso revolucionario como Presidente de nuestra patria.
Sobre la base de esta realidad, ¿Quién podría poner en duda la importancia de los trabajadores y trabajadoras en la transición hacia el socialismo?. Es indiscutible que la clase obrera junto al pueblo, son los llamados a dar el cambio hacia una patria cada vez más justa y equitativa. Jamás pensemos que serán los reformistas, los burócratas, los contrarrevolucionarios, o la burguesía fascistas quienes cristalizarán los sueños plasmados en la Plan de la Patria, ni los que promoverán el cumplimiento de la LOTTT, menos aun los que están resteados con Nicolás en la defensa y construcción de la Patria Socialista.
“El que quiera el fin, tiene que querer también los medios”, sentenciaba Antonio Gramsci , en relación a la instauración del poder del proletariado. Así que, a pesar de los errores que pudiese cometer nuestra clase trabajadora, compresibles o no para algunos, no olvidemos que el Consejo de Trabajadores y Trabajadoras es la vía para desarrollar el modelo económico y político para seguir avanzando en las tareas que nos dejó el gigante. Por lo que, el llamado es a continuar construyendo y fortaleciendo la consciencia, la moral, el compromiso, la disciplina, la unidad y la organización para alcanzar el control obrero, a través de la conformación de Consejos de Trabajadoras y Trabajadores en las empresas, para la dignificación y participación protagónica de todos y todas, tal como lo exige la patria.
Solo me resta decir que, los que creemos en la revolución Bolivariana, Chavista, Socialista y Feminista, debemos recibir con beneplácito estas acciones, sin dejar de mejorar en todo aquello que sea necesario, y tal como lo hizo nuestro amado comandante Chávez, aprender de los aciertos y de los errores, pero jamás detenernos, ni permitir que interrumpan nuestro andar.
¡Sigamos Juntos Compañeros y Compañeras!, formemos y fortalezcamos los Consejo de Trabajadores y Trabajadoras en todas las empresas, unamos esfuerzos y luchemos sin desmayar.
Por más participación, por el Control Obrero…¡Que vivan los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras! ¡Que Viva Chávez y Nicolás!
¡Chávez Vive, La Lucha Sigue!
yamiladumont@gmail.com
