Los sucesos en Francia continúan y podemos decir toman mayor fuerza y combatividad, lo que comenzó con un reclamo que implica el retiro del tratamiento legislativo de la ley jubilatoria . Con el curso de los acontecimientos que tuvo como principal protagonista a los trabajadores sindicalizados y jubilados, hoy se suman contingentes importantes como lo son los estudiantes.
Pero además dos sectores neurálgicos para la economía como las refinerías y puertos, son ambos los más combativos en la lucha.
Ello sin dudas genera un giro importante en la masividad de la movilización. La mayor preocupación de los gobiernos europeos hoy, no es si se aprueba o no la ley impulsada por Sarkozy, sino que las luchas desplegadas por los trabajadores franceses pueda contagiar y atravesar fronteras.
Esto porque los capitalistas son absolutamente cons-cientes de que la crisis es de tal magnitud que deben de hacérsela pagar al conjunto de las masas laboriosas de la mayoría de los países y que los gobiernos están absolutamente obligados a hacer los ajustes.
No nos engañemos la profundidad de esta crisis es brutal y tiene características insalvables, no se trata del fácil reciclaje como algunos ilusos y poco científico en sus análisis piensan de esta fase del capitalismo.
Debemos de hablar desde el fenomenal derrumbe de Wall Street en 1986, la crisis asiática del 97-99, al igual que la cuasi quiebra bancaria de los Estados Unidos de 1998.
De ninguna de ellas se salió, por el contrario se seguirán profundizando y además ya han dejado de ser regionales, las mismas tienen que ver con todo el mundo y su sistema imperante, estas etapas sucesivas llevan inexorablemente al colapso, ninguno de los economistas defensores del capital se animan a pronosticar en años la salida de la crisis.
El Estado como nunca antes hubo de salir al rescate de los Bancos y empresas tales como City Bank y Lehman Brothers y ello ocurría precisamente en el traspaso de Bush- Obama.
Esta crisis amenaza con la quiebra del propio Estado y sus Bancos Centrales que no rescatarán un peso de lo invertido en los salvatajes.
Hoy China vendedora de productos baratos en base a la superexplotación de su gente tuvo que salir al rescate de España y Grecia , es decir tuvo que intervenir por el rescate de la deuda de la Banca de esos dos países. Pero bueno es decirlo no son ni españoles ni griegos, el 75% del Banco Santander está en manos de norteamericanos e ingleses. Y la Banca griega mayoritariamente tiene capitales alemanes y franceses. En realidad China salió en defensa de ella misma, no le quedaba más que hacer esto, porque el derrumbe del euro le generaría un colapso a sus exportaciones.
Estamos entrando además en un período que podríamos llamarlo " la guerra de las monedas". Para que el comercio exterior de los países capitalistas tenga operatividad necesita de monedas estables y fuertes , pronto eso se observa como cada vez más inviable.
En este marco las luchas que están llevando adelante los trabajadores europeos y en particular los franceses, que bien se pueden caracterizar de resistencia a la ofensiva desatada por el capital, reviste una importancia clave, porque un posible triunfo de éstos cambia el tablero político considerablemente ya que el gran capital ya no podrá implantar fácilmente sus planes de ajuste y además todas estas luchas generan nuevos debates , abren nuevas perspectivas y por sobre todas las cosas demuestran que los trabajadores no están dispuestos a pagar el costo de la crisis que no generaron.