El lobby en la Asamblea Nacional Bolivariana

Una de las aberraciones que define crudamente lo corrompido que es el sistema capitalista, lo es, la práctica del “lobby” o dicho en criollito: “el tráfico de influencias”. En su libro “Mi Hermano Lyndon”, Sam Houston Johnson, hermano de ese ex presidente norteamericano,  declaraba: “Cuando un candidato tiene que procurarse muchos miles de dólares de un único pez gordo ¿puede nadie creer seriamente que tales grandes contribuyentes están meramente interesados en el buen gobierno? No hay un solo alcalde, consejero, legislador del estado, gobernador, congresista, presidente o cualquier otro cargo de este país que no haya recibido aportaciones de algún pez gordo que espera un contrato con el gobierno para más tarde.” De esa forma, Sam, describía la naturaleza del poder imperial, en que las corporaciones empresariales a través de la práctica del “lobby” ejercen su influencia en los distintos estratos que componen las diversas ramas del poder en los EEUU. La influencia comprada, las presiones bajo cuerda y las profundas conexiones entre militares y los contratistas, aseguran que las figuras políticas cumplan las exigencias que la burguesía les impone. Basta revisar algunas experiencias para darse cuenta de la verdadera naturaleza de la “democracia” imperial.

  Hace apenas unos pocos meses, un desconocido juez federal dejó sin efecto la prohibición del gobierno del presidente Barack Obama de realizar perforaciones petroleras en aguas profundas del Golfo de México durante seis meses. Ese temerario juez federal es Martin Feldman, quien calificó la suspensión presidencial como "despótica" y "autoritaria". Lo cierto es, que Feldman tiene una  participación como accionista en empresas del sector energético, entre ellas: Transocean, la compañía propietaria de la plataforma petrolera que explotó, y en la trasnacional Halliburton, empresa que también es responsabilizada por el accidente. El lobby petrolero es uno de los más fuertes de Washington.

  Si en las campañas presidenciales, sólo el 23 por ciento de los 35,5 millones de dólares aportados a los candidatos se dirigió al Partido Demócrata, a lo largo de los cuatro primeros meses de 2010, y de cara a las elecciones de mitad de mandato en noviembre próximo; las contribuciones al gobierno de Obama,  ya treparon al 30 por ciento según el Wall St. Jornal. Como Obama se niega a recibir dinero directo de las corporaciones, los empleados de BP aportaron 71 mil dólares a su campaña presidencial en 2008 y hasta 160 mil dólares en este nuevo ciclo electoral de acuerdo al mismo diario. En junio de 2009, el Servicio de Administración de Minerales exceptuó a BP de elaborar un estudio sobre el impacto ambiental exigido por ley, en la zona donde la plataforma Deepwater Horizon debía trabajar. Obama, ya había sido advertido entonces por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de que las aprobaciones de ese organismo a los proyectos petroleros no eran confiables, pero lamentablemente el presidente de Estados Unidos no hizo nada al respecto. Esto explica, la inacción de Obama contra BP, dejándola hacer lo que esa empresa creyera pertinente, en lo que en la historia de los EEUU se conoce como el mayor desastre ecológico.

  Otro influyente grupo de poder en la política imperial de los EEUU, es el “lobby” pro-israelí. Los judíos estadounidenses, apenas representan el dos por ciento de la población de ese país, y apenas el tres por ciento de los votantes en la mayoría de las elecciones, pero son  los principales donantes de las campañas políticas. Su contribución representa 25 por ciento del gasto total y hasta el  40 por ciento del presupuesto de los candidatos del partido gobernante. Además, los demócratas suelen considerarlos partidarios incondicionales de Israel y dispuestos a castigar o premiar a los candidatos en función de su política hacia el estado nazi  sionista. Presionados por el lobby judío o nazi sionista, los demócratas aprobaron  sanciones contra las empresas de terceros países que hagan negocios con Irán, sin otorgar a Obama la flexibilidad para implementarlas, en especial, porque apuntan a las de Rusia y China. Otra demostración del peso de la organización pro israelí, 87, de los 100 legisladores, firmaron una carta, respaldada por Aipac, Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (Aipac, por sus siglas en inglés),  dirigida a Obama para que éste apoye el bloqueo israelí contra Gaza y las medidas del estado judío, nazi sionista, para implementarlo, en especial en el episodio contra la flotilla. Hoy en día, Israel es la fuerza militar más importante de Oriente Medio. Su ejército convencional es muy superior a los de sus vecinos y es el único estado de la región que tiene armas nucleares.

  Los judíos-norteamericanos han formado una impresionante serie de organizaciones para influir en la política exterior estadounidense, de las cuales el AIPAC es el más poderoso y conocido. En 1997, la revista Fortune pidió a los miembros del Congreso y a sus plantillas que hiciesen una lista con los lobbies más poderosos en Washington. El AIPAC era el segundo, detrás de la Asociación Americana de personas retiradas (AARP), pero por encima de lobbies de peso como el AFL-CIO y la Asociación Nacional del Rifle. Un estudio del National Journal de marzo de 2005, llegó a una conclusión similar, colocaba al AIPAC en segundo lugar (igualado con la AARP) en la “lista de poder político” de Washington. Un pilar clave en la eficacia del Lobby, es su influencia en el Congreso de los EEUU donde Israel es prácticamente inmune a las críticas. El dinero, es un punto importantísimo en las elecciones norteamericanas, y el  AIPAC se asegurará de que sus amigos reciban un fuerte apoyo económico de los comités de acción política pro-israelíes. Hoy en día, es ese grupo, el más interesado en una acción armada contra la república persa de Irán, no es casualidad que la flota de buques, submarinos y portaviones que se encuentra anclada en el Golfo Pérsico esté conformada por cerca de 12 buques de guerra de Estados Unidos e Israel, advirtiéndonos el camarada Fidel Castro: "Junto a las fuerzas navales yanquis avanzan buques militares israelíes, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar cuanta embarcación parta para exportar e importar productos comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere"

  La “democracia” colombiana, hecha a imagen y semejanza de los EEUU, semicolonia al fin y al cabo,  práctica el “lobby” como un hecho de la cotidianidad política. En Colombia fue un hecho notorio y público, el caso de lo que allá se conoció como el “senador 103”, Javier Hoyos, el apellido nos recuerda al embajador uribista Luis Alfonso Hoyos, quien mediante “falsos positivos” intentó enlodar la imagen de nuestra Patria ante la OEA, curiosamente, también ambos, han sido enjuiciados en la hermana república y castigados por la justicia. En el caso concreto del “senador 103”, se trató de un legislador que desde el propio Congreso Nacional colombiano se dedicó, con  éxito, a defender los intereses de la compañía cervecera Bavaria, no permitiendo el alza de sus impuestos. Durante décadas el poder y el lobby del Grupo Santo Domingo, no permitió a ningún gobierno subir los impuestos de la cerveza Bavaria. Todas las propuestas de reformas tributarias que intentaron gravar ese producto fracasaron. Solo, después que la compañía sudafricana SabMiller comprara la mayoría accionaria de Bavaria, en 2005, el congreso colombiano pudo modificar sus tasas de impuestos; obviamente, las políticas de cabildeo de esa trasnacional tienen menos espacio para los trueques tras bambalinas, viajes y regalos a los que toman decisiones en el congreso colombiano.

  En nuestra cuarta república, la práctica del “lobby” o dicho en criollito: “tráfico de influencias”, era una forma de hacer política, como semicolonia norteamericana que éramos, en aquellos años, el llamado Grupo Roraima en el gobierno de Carlos Andrés Pérez, era uno de esos grupos de influencia política que, incluso formó parte del gabinete ministerial. Dentro de ese grupo es de destacar la actuación de Marcel Granier quien junto a Peter Bottome, ejercían la representación de la General Dynamics, poderosa empresa norteamericana, fabricante de los F-16, ambos dueños de medios de comunicación (Diario de Caracas, Rctv, entre otros), ambos financistas de las campañas electorales  tanto de AD como Copei. Ambos partidos, en los que la burguesía llenaba sus bolsillos de nutridos recursos que, después, desde el Gobierno como de los otros poderes del Estado, se les retribuía en bendiciones los favores recibidos, así funcionaba la “democracia” verdi-blanca. 

Un “lobby” (del inglés "entrada", "salón de espera") es un grupo de personas que intentan influir en las decisiones del poder ejecutivo o legislativo en favor de determinados intereses, así define wikipedia, esa mala práctica que hemos venido analizando en su relación con nuestra Asamblea Nacional (AN). De hecho, en nuestra Ley Contra la Corrupción, aprobada en este Gobierno Revolucionario, en 2003, el “tráfico de influencias” está incluido entre los delitos de corrupción, como lo dictamina el artículo 61, de dicha Ley: “El funcionario público que por algún acto de sus funciones reciba para sí mismo o para otro, retribuciones u otra utilidad que no se le deban o cuya promesa acepte, será penado con prisión de uno (1) a cuatro (4) años y multa de hasta el cincuenta por ciento (50%) de lo recibido o prometido. Con la misma pena será castigado quien diere o prometiere el dinero, retribuciones u otra utilidad indicados en este artículo…” y otros artículos que lo complementan como el 62, 63, 65, 70 y 71.

  La pregunta que nos hacemos a este nivel es: ¿ha continuado realizándose esta aberrante práctica, en nuestras nuevas instituciones revolucionarias, como por ejemplo: la Asamblea Nacional? Muchos quisiéramos que la respuesta fuera negativa, los hechos nos desmentirían si pretendiéramos ocultar  la realidad. Nos atrevemos afirmar, que en el Poder Ejecutivo, es nula toda actuación de “lobistas” en el entorno del Camarada Presidente, Hugo Chávez, una revisión exhaustiva a su gabinete ministerial nos permite apreciar que no hay un grupo de poder económico o social que tenga preponderancia en el mismo. No podemos decir lo mismo tanto del poder judicial como del  legislativo. En el judicial, recientes están, las denuncias de la creación de las llamadas “tribus”, que responden a intereses grupales en vez del colectivo nacional; no obstante, es de justicia reconocer, que durante la dirección de la Magistrada Luisa Estela Días, se avanza en una reforma profunda de ese poder del Estado Bolivariano, desmantelando muchas de las denunciadas “tribus”, faltando aún mucho por avanzar en esa tarea.

  En el caso de nuestro poder Legislativo, a primera vista pareciera que la influencia de los “lobistas” en nuestra Asamblea Nacional fuera casi nula; los hechos nos desmienten. Veamos, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, en julio de 2009, en su discurso con motivo de la conmemoración del X Aniversario de la Asamblea Constituyente, en el hemiciclo protocolar de la AN, se preguntaba preocupado: "Cómo nosotros nos vamos a regir por leyes inconstitucionales, 10 años después de elegida la Asamblea Nacional Constituyente", para, más adelante, exhortar a los asambleístas: "Pido que nos dediquemos con mayor profundidad y eficiencia al trabajo, que le abramos espacio, que le cedamos espacios al poder popular, a las comunas, que si tal ley no lo permite, cambiémosla, las leyes tienen que acoplarse a las necesidades de la sociedad", y de ser necesario: "Si necesitan refuerzos habilítenme de nuevo y vamos acelerando por aquí y por allá", de esa forma manifestaba su descontento, y el del pueblo Bolivariano, ante la existencia de leyes profundamente contrarrevolucionarias y contrarias a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aún vigentes.

  Quizás el caso, que mejor describe la existencia de “lobby” o “tráfico de influencias” en nuestra AN, sea el de la Ley Orgánica del Trabajo. Nuestros Constituyentistas de 1999, dejaron plasmado en sus Disposiciones Transitorias, Cuarta, un mandato que, pasados 10 años y 7 meses y medios, no ha podido ser cumplido: “un nuevo régimen para el derecho a prestaciones sociales reconocido en el artículo 92 de esta Constitución, el cual integrará el pago de este derecho de forma proporcional al tiempo de servicio y calculado de conformidad con el último salario devengado, estableciendo un lapso para su prescripción de diez años…Asimismo, contemplará un conjunto de normas integrales que regulen la jornada laboral y propendan a su disminución progresiva, en los términos previstos en los acuerdos y convenios  de la Organización Internacional del Trabajo suscritos por la República…” (Constitución Nacional). Con mucha razón, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, cuando daba el ejecútese al nuevo Reglamento de la vigente Ley Orgánica del Trabajo, no le quedó otra que: “Pidió perdón por haber tardado en saldar esa deuda con la clase trabajadora. "La revolución es un proceso que va avanzando y a medida que vayamos avanzando iremos demoliendo todos estos mecanismos del capitalismo perverso de explotación, vejación y discriminación a la clase obrera y al pueblo", (Vive Tv, 28 de abril de 2006).

  La mejor evidencia, es leer en los medios las incontables declaraciones de los miembros de la Comisión de Desarrollo Social Integral de la AN, para darse cuenta que poderes ocultos, ajenos a nuestro parlamento tuvieron que haber influido para coartar toda posibilidad de nacimiento de una Ley tan fundamental y necesaria, como lo es la Ley Orgánica del Trabajo (LOT):

ABN, 30/08/2007: “Según el diputado de la Asamblea Nacional y coordinador nacional de la Fuerza Bolivariana y Socialista de Trabajadores (FSBT), Oswaldo Vera, «todos los que conocen como son los procedimientos legales saben que no es lo mismo que esté estructurado dentro de la Constitución un beneficio a que sólo tenga rango de ley». Puntualizó que en el actual período legislativo los parlamentarios «acordamos que haríamos una reforma de carácter constitucional y que había que hacer una modificación integral a la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) para la nueva realidad: La nueva sociedad socialista».

VTV, 5 de octubre de 2007:  “El 15 de agosto de 2007, desde el Palacio Federal Legislativo el presidente de la República y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, lanzó al país su propuesta de reforma de 33 artículos de nuestra Carta Magna.  La reforma incluye, específicamente en el artículo 90 de la Constitución, la reducción de la jornada laboral diurna de 8 a 6 horas diarias, o lo que es lo mismo, de 40 a 36 horas semanales. La jornada laboral nocturna, por su parte, no excedería de 34 horas semanales. De aprobarse la propuesta, esta reducción se hará de manera paulatina hasta alcanzar la jornada máxima diaria de 6 horas en el año 2010.  Quizá la reforma de este artículo es la que más interés ha despertado en la sociedad venezolana, ya que impacta justamente en el núcleo fundamental de todo grupo humano, en la actividad que garantiza su reproducción material: el trabajo…”

VTV, Mayo 10, 2009: “La reducción de la jornada laboral representa la justicia social para el pueblo venezolano excluido y explotado por la cuarta República, así lo expresó la Ministra para el Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, María Cristina Iglesias, durante el programa de José Vicente Hoy.  Por su parte, se tiene previsto que para finales del presente año se apruebe la Ley del Trabajo que incluye la reducción de la jornada laboral de 8 a 6 horas diarias, la cual se encuentra en discusión en la Asamblea Nacional…”

ABN, 28 de diciembre de 2009: “La Asamblea Nacional (AN) iniciará en enero el debate público del anteproyecto de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), informó el vicepresidente de la Comisión de Desarrollo Social Integral, Oswaldo Vera. El parlamentario indicó que la discusión se extenderá hasta febrero, período en el que se escucharán de nuevo las opiniones de los diferentes sectores del pueblo venezolano, empresarios y académicos, indica una nota de prensa del legislativo…Con respecto a la reducción de la jornada laboral, dijo que este tema formará parte del debate en cuestión con los trabajadores y empresarios. Precisó que éste punto tiene un fuerte impacto social y económico, por lo tanto, han realizado y continuarán la consulta con todos los sectores”.

ABN, 18/01/2010: “El secretario general del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Oscar Figuera, manifestó este lunes que la salida del PCV de la Presidencia de la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional (AN) no debe significar un retroceso o estancamiento en la elaboración de la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT)… “Nuestra aspiración (la del PCV) es que durante el primer semestre del 2010 podamos contar con esa nueva y revolucionaria LOT, que el Parlamento proceda en consecuencia, en los próximos meses, a la culminación del anteproyecto de ley para que éste sea sometido a consulta pública nacional lo antes posible”, acotó Figuera.”

YVKE Mundial/ VTV, Jueves, 4 de Mar de 2010: “El diputado de la Asamblea Nacional, Oswaldo Vera, informó que en los próximos días será reabierto un amplio debate con todos los trabajadores del sector público y privado del país, sobre la Ley Orgánica del Trabajo, siguiendo el programa del Parlamentarismo Social de Calle…"Todos los trabajadores del país serán consultados, así como los gremios, academias y otros sectores…” 

ANTV, 14 de abril de 2010: “Diputado Orlando Castillo: LOT contempla la participación de los trabajadores en el sector eléctrico: El parlamentario manifestó que la Comisión de Desarrollo Social Integral se encuentra en la etapa de revisión de la Ley Orgánica del Trabajo…”

  No obstante, las buenas intenciones puestas de manifiesto, la realidad es que la aspiración nacional de los trabajadores/trabajadoras de la Patria de poder contar con una LOT que los reivindique y proteja de los abusos del capital, no podrá ser satisfecha por esta Asamblea Nacional  ya  moribunda, sino por la que ha de surgir el venidero 26 de Septiembre. Con razón, el candidato revolucionario por el circuito 3 del Estado Miranda, Jorge Amorín ha establecido como una de las prioridades de su agenda legislativa: “Hay que volver a la discusión de la Ley Orgánica del Trabajo que yo creo que es uno de los elementos más importantes que se deben abordar a partir del 26 de septiembre. Aquí no se puede hablar de clase obrera ni de Consejo de Trabajadores sino discutimos en el parlamento la Ley Orgánica del Trabajo”, y no solo eso Amorín, nos preguntamos: ¿Puede construirse el socialismo sin poner en discusión la obtención de plusvalía, el pillaje legalizado del plustrabajo, trabajo excedente o trabajo no pagado al obrero? ¿De qué socialismo estamos hablando?. Y finalmente: ¿será posible dejar a un lado al “lobby” empresarial  y  aprobar una nueva LOT realmente revolucionaria?. No son suficientes 10 años, 7 meses y medios… 


henryesc@yahoo.es



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Henry Escalante


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