Maiquetía, estado Vargas, 02 Mar. ABN.- La Fuerza Administrativa de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) confiscaba grandes alijos en Venezuela y no informaba sobre su destino final, según lo indicó el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Pedro Carreño.
Así lo afirmó Carreño este viernes, en respuesta a las más recientes declaraciones de representantes del Gobierno estadounidense, quienes señalaron la supuesta poca colaboración del Estado venezolano en pro de la erradicación del tráfico de drogas.
«No seguimos trabajando directamente con la DEA, pues determinamos que por medio de esta organización, salía de nuestro país una gran cantidad de alijos de drogas mediante la figura de la entrega vigilada, de lo cual nunca obtuvimos información», recalcó.
Carreño fue enfático al reiterar que el Gobierno venezolano no permitirá que Estados Unidos vulnere la soberanía del espacio aéreo de Venezuela, con la excusa de controlar el tráfico de drogas.
Sostuvo que 80% de la droga que se produce en Latinoamérica va a Estados Unidos.
«Si Estados Unidos se dedicase a cuidar sus fronteras y su propio espacio aéreo, la producción de drogas disminuiría», aseveró.
Igualmente, subrayó que no es por medio de «intervenciones o bases militares con lo que se combate este flagelo».
Para demostrar con hechos la disposición del Gobierno venezolano en el combate del tráfico de drogas, Carreño advirtió que «arreciarán» las medidas sancionatorias sobre quienes colaboren con el tráfico de estupefacientes.
«Nos reuniremos en el aeropuerto de Maiquetía, estado Vargas, con los dueños de las empresas aéreas, de transporte marítimo, de aduanas y de encomiendas para explicarles las sanciones a las que se verán sometidos si se les encuentra en posesión de droga», dijo.
Estas declaraciones las efectuó Carreño este viernes, desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, antes del envío de un segundo contingente de ayuda humanitaria a la República de Bolivia, la cual se ha visto afectada en las últimas semanas por lluvias e inundaciones producidas por el fenómeno de distorsión climática conocido como El Niño.
