11 de noviembre 2009.- Abril, golpe Adentro, libro del periodista Ernesto Villegas Poljak sobre el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, será presentado este miércoles 11 de noviembre a las 6 pm en la sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño.

En un pasaje de su relato, Villegas cuenta que el día 27 de septiembre 2004 Rafael Arreaza Padilla, designado Ministro de Salud por el gobierno golpista de Carmona, de quien es primo segundo, visitó el despacho del fiscal Danilo Anderson, quien investigaba el golpe de abril, y contó todo lo que vivió, observó y escuchó dentro de Miraflores mientras acompañó a Carmona en su aventura.

Villegas añadió a su propia narración de los hechos fragmentos de la declaración de Arreaza ante Danilo, como estos que siguen: "comenzaron a llegar al palacio de Miraflores cualquier cantidad de militares exigiendo prebendas y cargos a Carmona. Daba la sensación de que eso era una verbena, una rebatiña de gente..."

El general Guaicaipuro Lameda, se ofreció para dirigir PDVSA.

El general del ejército Henry Lugo Peña y el coronel y abogado Julio Rodríguez Salas, también del ejército, exigieron en forma inmediata que le pusieran el segundo Sol a Lugo Peña-correspondiente a general de división- y lo nombraran comandante general de ejército porque él se había jugado la vida, además era el primero de su promoción en ascenso a general.

El coronel Rodríguez Salas exigía de inmediato el ascenso a general de brigada, porque su participación en los hechos era decisiva.

Carmona les dice no conocer de asuntos militares y que se dirigieran al Ministro de la Defensa nombrado por él, que era Ramírez Pérez, quien a su vez les contesta: "no es momento para esas cosas".

Los partidos políticos abogan por su cuota de poder, a sabiendas del decreto y la formación de un "Consejo Consultivo Nacional" que iba a sustituir a la Asamblea Nacional lo único que les preocupaba, sobre todo AD, era que tuvieran la misma proporcionalidad en el futuro "Consejo Consultivo".

A Miraflores llegan algunos magistrados y abogados "institucionalistas" que apoyan a Carmona pero tienen serios cuestionamientos al proyecto decreto que iba a dictar Carmona, calificándolos como una barbarie jurídica, Carmona les comenta: "lo que pasa es que Allan (refiriéndose a Allan Brewer Carías) que si no se disuelve inmediatamente esa Asamblea más temprano que tarde me va a disolver a mi..."

Carmona llama a Allan y le dice, "Allan aquí están un grupo de abogados que cuestionan la disolución de la Asmablea y de gobernadores y alcaldes a través de un Decreto, entonces le contesta Allan, con la misma versión, lo que pasa chico Carmona, es que si tu no disuelves esa asamblea, mas temprano que tarde esa Asamblea te va a disolver a ti... ¡convéncete Carmona que ese es el decreto, ni un paso atrás!"

El coronel Julio Rodriguez Salas comentó, "bueno presidente tenemos el poder en las manos de él con ese decreto y en el camino, lo emendamos".

Más tarde Carmona ordena a Rafael Arreaza clasificar los documentos y cartas personales del presidente Chávez que le fueron
enviadas por Fidel Castro, Gadaffi y otros líderes de la izquierda mundial. En una de esas el coronel Rodríguez le pidió que le entregara las cartas para hacércelas llegar al Departamento de Estado de EE.UU. para que declararan al presidente Chávez como terrorista.

En abril del presente año Ernesto Villegas ofreció un anticipo del contenido de su libro y en el programa de VTV "Dando y Dando" presentó un video que muestra un policía metropolitano disfrazado de chavista el 13 de abril del 2002.

El video fue tomado por elperiodista Miguel Seminario del canal Sur Perú, y en él se observa cuando un efectivo de la Policía Metropolitana se coloca su casco y toma su arma luego de quitarse una gorra roja que usaba para identificarse como partidario del Presidente Chávez, en un hecho ocurrido el 13 de abril de 2002.

El video es parte de los materiales que el periodista Villegas recibió tras comentar públicamente el desarrollo de su propia investigación. Se presume que abundante material con episodios inéditos de abril de 2002 se mantiene disperso, en manos del pueblo que espontáneamente asumió la tarea de registrar con sus cámaras aquellos momentos históricos.