28 de julio 2009. - El gobierno de Alan García nuevamente da muestras de su alianza con el más recalcitrante fascismo reuníendose con Avigdor Lieberman, canciller del estado de Israel. Aunque lo que se conoce es que la visita de Lieberman es sólo para estrechar lazos de asmistad, estuvo en el Palacio de Gobierno por espacio de 45 minutos, la prensa sólo lo vio entrar y salir este domingo.
Ahora el turno es del Ministro de Defensa, Rafael Rey, quien se reunirá con Lieberman, parece que ahora este encuentro amistoso podría tornarse una “amistad peligrosa”, o una amistad con intereses bélicos, en este escenario. Cabe recordar que en junio pasado el ejército peruano masacró a un grupo de manifestantes en la provincia amazónica de Bagua, así como también hizo declaraciones perniciosas respecto al gobierno de Hugo Chávez.
La llegada de Lieberman a América Latina forma parte de lo que el Gobierno israelí ha llamado una nueva orientación en su política internacional. Para los israelíes la influencia iraní debe ser cortada de raíz. “Nuestro temor no sólo es por la diplomacia iraní, sino su influencia terrorista. Creemos que con esta visita podemos aclarar la posición de la política iraní”, dijo a Domingo Ehud Eitam, embajador de Israel para Costa Rica y Nicaragua.
Lieberman también pasó por la tierra del Ché, donde fue recibido “con honores” según lo informa la agencia argentina Infobae, lo que no sabemos es quién lo recibió. Sin embargo, allí dejó bien claro que la influencia de Hugo Chávez y Evo Morales es negativa para la región.
Este canciller que ha dicho abiertamente que la solución para Palestina no es la invasión, sino algo más quirúrgico como lo “que hicieron los americanos en Japón”, es el enviado especial para “limar asperezas con los gobiernos latinoamericanos”.
Aunque muchos representantes europeos lo han “toreado”, como el ministro de exteriores francés, Bernard Kouchner, quien evitó dar una conferencia de prensa junto a Lieberman, o el presidente Nicolas Sarkozy que “recomendó a Netanyahu deshacerse de su canciller”, además de el presidente Barack Obama quien inventó excusas para evitar reunirse con Lieberman. No nos extrañaría que fuera recibido con bombos y platillos en el país bajo el puño de Goriletti.
