Condoleezza Rice busca negocios en Libia para petroleras estadounidenses

Caracas, 05 Sep. ABN.- La secretaria de Estado de Estados Unidos (EEUU), Condoleezza Rice, inició este viernes una visita a Libia, cuyo propósito es asegurar a las empresas petroleras de su nación espacios en la explotación de las fenomenales reservas de crudo del país mediterráneo.

Según la agenda oficial, durante su permanencia en Trípoli, la capital libia, firmará con sus anfitriones un acuerdo bilateral de comercio e inversiones, además de que discutirá pactos en áreas de educación, seguridad y cultura.

Esta visita se produce en medio del creciente interés de compañías petroleras estadounidenses en las reservas de crudo de Libia, que son las novenas más grandes a nivel mundial, con cerca de 39 mil millones de barriles e inmensas áreas aún sin explorar.

En tanto el negocio petrolero norteamericano está manejado íntegramente por empresas privadas, el interés de Rice parece estar dirigido más a fortalecer a un grupo de empresas que al pueblo de Estados Unidos.

A quién representa "Condy"

Condoleeza Rice ha integrado las juntas directivas de algunas de las más importantes empresas estadounidenses, varias de ellas caracterizadas por negocios turbios y todas con fuertes vínculos con el sector más conservador del Partido Republicano.

Rice fue directiva de la Chevron Corporation, la más grande compañía petrolera del mundo, fundada por el magnate John D. Rockefeller en 1911 con el nombre de Standard Oil.

En el período en que "Condy" (como le llama el presidente George W. Bush) fue encargada de políticas públicas de la Chevron, esta empresa sufrió condenas por arrojar al menos 18 billones de galones de desechos tóxicos en el Amazonas, así como por la justicia de Angola, que la acusó del pobre mantenimiento de sus plantas con el objeto de aumentar sus ganancias.

Asimismo, en este período Chevron se vio obligada a pagar multas millonarias por las actividades irregulares de su refinería en Richmond, California, así como por contaminar las fuentes de agua del estado de New Hampshire y por negarse a cumplir las normas ambientales del estado de California.

La secretaria de Estado norteamericana renunció como directiva de Chevron cuando asumió su actual responsabilidad, pero mantiene acciones en el sector petrolero, al igual que el presidente George W. Bush, el vicepresidente Dick Cheney, el ex presidente George H. W. Bush, el ex secretario de Estado George Schultz y otras destacadas figuras del gobierno de ese país.

La Chevron Corporation fue también una de las 53 principales empresas financistas del partido Republicano durante la última campaña electoral del presidente Bush, cada una de las cuales entregó el monto máximo de 250 mil dólares permitido por la ley electoral norteamericana.

Un historial impactante

Pero Condoleezza Rice no sólo ha tenido una actuación destacada en la industria petrolera, también fue directora de la Charles Schwab Corporation, empresa de corredores de bolsa que maneja siete millones de clientes, con movimientos de capital aproximados de 1,34 trillones de dólares, acusada en el año 2000 de ser una de las grandes responsables del quiebre masivo de empresas de tecnología.

Sin embargo, su desempeño allí le valió el ingreso a la junta directiva de la Hewlett Packard, una de las grandes beneficiarias de ese "crack", ya que en ese período pudo adquirir a decenas de empresas por precios irrisorios, entre ellas la gigante Compaq.

La Rice fue también directora en la Transamerica Corporation (la más grande empresa de seguros de Estados Unidos), en la Rand Corporation (un think-tank que asesora a las Fuerzas Armadas de ese país), en la exclusiva Universidad de Stanford, en el Center for New Generation (un centro de postgrados), en el Consejo Nacional para Estudios Soviéticos y de Europa Oriental, en la KQED (la empresa pública de radiodifusión de San Francisco) y en otras varias organizaciones.

Una mancha difícil de quitar

Pero quizás la más comprometida de las organizaciones en las que ha estado involucrada la "Dama de Hierro" norteamericana es la que a primera vista parece más inocente.

Rice fue miembro de la Carnegie Corporation, una empresa creada en 1911 por el multimillonario Andrew Carnegie para administrar su fortuna con fines filantrópicos, y que maneja unos dos billones de dólares en programas que -si bien deberían ser sin fines de lucro- le han permitido aumentar su patrimonio casi 20 veces en el período transcurrido desde que fuera creada.

La Carnegie Corporation fue responsable del estudio elaborado en 1932 titulado El problema de la pobreza blanca en Sudáfrica: Reporte de la Comisión Carnegie, en el que se analizaba las condiciones paupérrimas en las que se encontraban importantes sectores de la minoría blanca de ese país luego de la crisis de 1927.

La solución que proponía la Comisión Carnegie, y que fuera plenamente adoptada por el gobierno sudafricano, era la implementación de un sistema de segregación racial que reservara a los blancos los mejores trabajos e impidiera el acceso de la mayoría negra de ese país a los sectores más importantes de la política, de la economía y de los servicios del Estado.

Una mujer "pragmática"

No es de extrañarse que Condoleezza Rice haya aceptado trabajar en una empresa sin fines de lucro que no es tal, responsable de uno de los más graves crímenes contra los negros sudafricanos.

Tampoco es de extrañarse que busque en Libia negocios para las empresas norteamericanas, a pesar de que hace muy poco tiempo ese país era considerado por Estados Unidos como un “promotor del terrorismo”.

Rice es conocida en Washington por su pragmatismo, que no es otra cosa que su falta de pruritos a la hora de negociar y a su disposición a abrazarse con una víbora si allí ve la posibilidad de obtener réditos para sus representados.

Y Condoleezza Rice representa al trust de las grandes corporaciones norteamericanas, las más grandes, las que juegan al ajedrez con el mundo, las que son capaces de envenenar el aire para luego vendernos máscaras.


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