09 de mayo 2008. - Una guerra informativa se ha desatado en contra de Birmania, país que
fue azotado por el ciclón Nargis el pasado 5 de mayo, que ha dejado
unos 23.335 muertos según cifras oficiales. La cifra de desaparecidos
descendió a 37.019 desaparecidos, de los 42.119 reportados en días
anteriores.
El ciclón se produjo en un momento delicado para dicho país, que si
bien es gobernado por una junta militar, sin embargo celebrará un
referéndum sobre una nueva constitución el próximo sábado 10 de mayo.
El voto para dicho referendo será secreto y directo, y el conteo de los
votos será público y abierto, según informa un cable de la agencia Xinghua.
Birmania ocupa el décimo puesto mundial como país poseedor de gas y contabiliza 3.200 millones de barriles de petróleo entre su subsuelo y su costa, según explica Pascual Serrano en un artículo reciente.
A pesar de esto, el 90 por ciento de la población de Birmania vive por
debajo del umbral de la pobreza y la mayor parte del presupuesto se
destina a gastos militares.
Pascual Serrano explica además
que Birmania "está bajo el yugo militar desde 1962. Protestas populares
se desarrollaron en 1988 y se saldaron con tres mil muertos tras la
represión y un acuerdo entre la opositora Liga Nacional para la
Democracia (LND) y la junta militar gobernante por el cual se
celebrarían elecciones en 1990. De nada le sirvió a la LND lograr 396
de un total de 485 escaños: los militares se aferraron al poder y los
diputados opositores fueron al exilio o a prisión. El silencio
internacional fue absoluto, apenas giró la mirada con la concesión del
premio Nobel de la Paz a la histórica opositora Suu Kyi, que vive entre
la prisión y la retención domiciliaria."
Pese a estos nefastos precedentes, el referendo para la nueva constitución forma parte del plan de siete pasos del gobierno de ese país anunciado para ir hacia una democracia.
El siguiente paso será realizar elecciones de representantes
parlamentarios con participación de todos los partidos políticos en
2010, para dar poder a un gobierno civil democráticamente electo, de lo
cual esta Constitución será un paso vital. La nueva constitución fue
redactada por una comisión de 54 personas en cumplimiento de los
principios detallados emitidos por la Convención Nacional, que comenzó
su trabajo en 1993 y lo suspendió en 1996 para continuar en 2004.
Las autoridades birmanas se han negado a postergar el referendo,
salvo en las provincias donde el ciclón ha causado grandes daños:
Yangon y Ayeyawaddy; allí el referendo se pospuso para el 24 de mayo.
Sin embargo, Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, ha criticado a las autoridades birmanas por continuar con sus planes para el referendo y no otorgar visas a enviados por la ONU para brindar ayuda.
El país es acusado por potencias y medios de comunicación
occidentales -que obtienen su información de unas cinco agencias de
noticias internaciones- de ser gobernado por un régimen militar que no
permite el ingreso de ayuda internacional, lo que ha provocado una
oleada de críticas en contra de la nación, y ha causado que Francia y
Estados Unidos, entre otras naciones, propongan entregar ayuda a la
fuerza.
Cien mil muertos, según Estados Unidos: Ayuda a juro
Según el gobierno de Estados Unidos,
la cifra de muertos es muy superior a la oficial: Shari Villarosa, la
representante de negocios de Estados Unidos en Birmania, afirmó que los
muertos son más de 100 mil. Su gobierno analiza la posibilidad de
lanzar paquetes de ayuda humanitaria desde aviones, si no consigue la
autorización de la Junta Militar birmana para poder entrar al país y
asistir a las víctimas del ciclón tropical Nargis.
"Esta opción no es la ideal, pero es evaluada por parte de Estados
Unidos y otros países como último recurso, si el régimen birmano
continúa limitando la entrada de ayuda y de equipos de respuesta a
desastres desde el exterior", señaló hoy el director de la Oficina de
Asistencia a Desastres en el Extranjero de la Agencia para el
Desarrollo Internacional de EEUU (USAID), Ky Luu.
USAID es la misma oficina que ha sido acusada por gobiernos y
autoridades de Bolivia y Venezuela por su intervencionismo en asuntos
internos de estos países, y financiamientos de diferentes grupos
polìticos, ello tras una fachada de ayudas benéficas.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, explicó
que el Ejército está trasladando aviones y barcos a las cercanías de
Birmania "para proporcionar ayuda humanitaria en cuanto el Gobierno de
ese país dé luz verde a la solicitud de Estados Unidos". Las Fuerzas
Aéreas estadounidenses han destinado más aviones a Tailandia y la Marina está llevando helicópteros y unidades de la Infantería al mismo país. Barcos también se dirigirán hacia Birmania, según el Pentágono.
La suspicacia del gobierno birmano, país petrolero que ha sido
sometido a embargos y amenazas constantes por parte de Estados Unidos,
es más que comprensible: permitir la entrada de tropas estadounidenses
es sencillo. Ordenar su salida, no lo es.
Yvke Mundial ha preferido ser cauteloso publicando información de
las cinco grandes agencias sobre los hechos en Birmania. Dicho país ha
impuesto diferentes limitaciones a la prensa extranjera, lo que por
otro lado ha justificado que las grandes agencias se hagan eco de la
versión estadounidense de los hechos.
Tragedias y referendos
Una gran tragedia natural ocurrida a días de realizarse un
referendo para aprobar una Constitución que amplía los derechos
democráticos de la población, y la consecuente reacción estadounidense
de intentar enviar tropas militares a la fuerza para entregar ayuda
humanitaria: eso ya lo vivimos en Venezuela.
El 15 de diciembre de 1999 se realizó en Venezuela el referendo
para una nueva Constitución, que implementaba importantísimos cambios
políticos y sociales en el país. Simultáneamente y de forma inesperada
ocurría la tragedia del estado Vargas, que también afectó a Caracas y
poblaciones del estado Miranda, en la cual copiosas lluvias causaron
grandes deslizamientos y derrumbes en múltiples puntos del país,
dejando unos 25 mil muertos y cientos de miles de damnificados.
Estados Unidos se ofreció a traer ayuda humanitaria en
embarcaciones y helicópteros militares, y el gobierno venezolano aceptó
la ayuda, pero no la presencia de personal o vehículos militares
estadounidenses en suelo venezolano, lo que causó una gran controversia
y presiones nacionales e internacionales.
Las protestas de monjes budistas y las revoluciones naranjas
El 15 de agosto de 2007, el gobierno birmano tomó la decisión de
aumentar los precios de los combustibles y los costos de transporte,
ante lo cual ocurrieron protestas de sectores opositores. La aparente
represión ejercida sobre un grupo de monjes budistas que habían apoyado
estas primeras reivindicaciones, provocó la movilización en masa de los
monjes birmanos, protestando demandando cambios políticos y sociales.
Unas 20.000 personas (10.000 monjes budistas y otra misma cantidad
de simpatizantes) se congregaron en las calles de Rangún, ciudad
habitada por 4 millones de personas, y brindaron su apoyo a Aung San
Suu Kyi, líder de la oposición quien, sometida a un estricto arresto
domiciliario, apareció en público por primera vez en cuatro años. El 29
de Septiembre altos cargos de la Junta Militar recibieron a Ibrahim
Gambari, enviado especial de la ONU. Gambari tuvo también ocasión de
reunirse con la líder de la oposición Aung San Suu Kyi.
"Lo que está sucediendo, tan fotogénico todo, nos hace recordar a las denominadas revoluciones naranjas de las antiguas repúblicas soviéticas, con sus manifestantes pacíficos, con buena cobertura mediática y… su dinero estadounidense", explicó Serrano en un artículo reciente. "El delito de la junta militar birmana se llama China, un
país con el que su comercio ha aumentado un 39,4 % en los primeros seis
meses del año, con una empresa petrolera –PetroChina- que se adjudicó
la compra del gas birmano en perjuicio de la india ONGC, sin duda un
país más amigo de Estados Unidos que China. A Estados Unidos no le
importa ni la democracia ni el respeto de los derechos humanos en
Birmania."
Continuó: "El delito de la junta militar birmana se llama China, un
país con el que su comercio ha aumentado un 39,4 % en los primeros seis
meses del año, con una empresa petrolera –PetroChina- que se adjudicó
la compra del gas birmano en perjuicio de la india ONGC, sin duda un
país más amigo de Estados Unidos que China. A Estados Unidos no le
importa ni la democracia ni el respeto de los derechos humanos en
Birmania."