Caracas, 26 Mar. ABN.- El recinto que albergó a los militares golpistas de la Plaza Altamira en el año 2002 servirá nuevamente como escenario para que se arremeta contra el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, al reunirse este viernes los dueños de medios de comunicación que integran la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en el hotel Caracas Palace, antiguo Four Seasons, ubicado en la capital venezolana.
En un preámbulo del sabotaje petrolero y el golpe de Estado de abril de 2002, un grupo de militares disidentes, como parte de sus actividades golpistas contra el Gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, tomó la Plaza Francia de la urbanización Altamira, espacio público en el que este grupo de uniformados fascistas pretendieron hacer un llamado a la desobediencia civil colectiva.
Durante estos sucesos, el entonces Four Seasons sirvió de guarida para este grupo de 14 militares que, entre otros delitos, incurrieron en la instigación a la rebelión y el abuso de autoridad, alineándose de esa manera con maniobras imperialistas contra la Revolución Bolivariana.
Este lujoso complejo hotelero albergará nuevamente a sujetos que permanentemente dirigen acciones contra la gestión del Presidente venezolano, cuando los dueños de medios que integran la SIP se reúnan desde este viernes 28 hasta el domingo 30 de marzo para denunciar el supuesto “peligro” en el que se encuentra la libertad de expresión en Venezuela.
De esta manera, el Hotel Caracas Palace se ha convertido en un espacio en el que se discuten las estrategias golpistas y de desestabilización contra el Gobierno socialista venezolano.
La SIP, conformada por una élite de dueños de medios corporativos vinculados al exilio anticastrista de Miami y a extremistas antichavistas de Venezuela que usurpan la representación de periodistas, guarda relación con el carácter antipatriota y golpista de los sectores de derecha venezolanos.
Esta agrupación de dueños de medios de comunicación privados, de manera descarada, guardó silencio acerca de la conducta de los medios privados durante los hechos de abril de 2002, en los que hubo una masacre contra el pueblo venezolano a mano de los golpistas.
En Marzo de 2002, a escasos día del golpe de Estado, la SIP reprodujo el papel que jugó durante el derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende en septiembre de 1973, cuando aprobó una resolución que condenaba “las violaciones a la libertad de prensa y la libertad de expresión”.
Los evidentes vínculos de actividad desestabilizadora entre sus huéspedes hacen del Caracas Palace un centro de planificación de estrategias del imperialismo estadounidense en perjuicio del legítimo Gobierno socialista que lidera el presidente Hugo Chávez Frías.
