Ellos saben que ese es el gran recurso de su líder para perpetuarse en el poder y evitar los juicios que se merece desde que estuvo detenido con fines de extradición. En ese entonces se salvó por los buenos oficios del Secretario Municipal de Gobierno, Jesús Aristizabal Guevara.
Posteriormente, Belisario Betancur, el impune fungiendo de presidente, no sólo lo nombró alcalde de Medellín, sino que asistió al funeral de su cuestionado padre, asesinado por las FARC[1].
Para evitar suspicacias de quienes creen que se trata de calumnias o maledicencia de la oposición, tanto como para confrontar a quienes saben que lo dicho son verdades que no desean que la sociedad conozca, para poder continuar manipulándola a su antojo, aprovechando el carisma de Uribe -como lo reconoció en su momento el ex comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, al afirmar que no estábamos preparados para conocer toda la verdad-, anexo la reseña de Calle 13 en los premios MTV, y un facsímil de las partes pertinentes de un documento usano desclasificado, producido en 1991, que incluye a Álvaro Uribe Vélez entre los narcotraficantes colombianos pedidos en extradición por narcotráfico, y que me permití traducir de la manera más literal posible.
Es que, desde que caímos en las garras del neoliberalismo; o sea, a partir del período de Alfonso López Michelsen en 1974, somos un pueblito, una republiqueta bananera, sometida desde siempre, pero llevada a menos, pordebajeada, desde que Nixon resolvió acabar con cualquier iniciativa empresarial nacional de alguna envergadura y obligar a los gobiernos arrodillados a endeudarse y abrir sus mercados a las mercancías extranjeras (la famosa “apertura” que no ha dejado de estigmatizar a César Gaviria Trujillo, quien se ganó la secretaría de la OEA por su traición a la patria, cada vez más saqueada y sometida), luego de asesinar a Allende a manos del ejército nacional, montar en su reemplazo a la miseria humana que se llamó Augusto Pinochet antes de largarse para el infierno, e iniciar, en el vejado Chile, la nociva política neoliberal, que tan bien aprovechó Bernard Madoff, mago de la especulación; inicialmente mecenas, y, finalmente, verdugo de potentados.
Pero la sujeción a USA proviene desde que murió Bolívar, al menos. Él ha sido el único gobernante capaz de erguirse ante el imperio, al conocer la doctrina de James Monroe, quien sostenía ante Europa, y el resto del mundo, que “América era para los americanos”.
Desde luego, Bolívar -que no era bruto ni había sacrificado su vida para enriquecerse de cuenta de las riquezas de las patrias que libertó, que es la gran ilusión de los canallas que lo reemplazaron-, no estaba infestado de la vileza de sus sucesores, lo que le permitió entender que Monroe nos había condenado a ser el patrio trasero del naciente imperio.
El llamado “Libertador”, era un hombre íntegro, un masón capaz de desafiar a Dios, si se le oponía; no un camandulero, como la mayoría de criollos aristocráticos, empeñados en regalar la patria y mantener a las mayorías en la miseria.
Curiosamente, han sido los godos quienes han reivindicado su grandeza. Pues los liberales doctrinarios -que combatieron a su lado por la independencia, ilusionados con que implicaba la libertad-, hasta trataron de matarlo cuando quiso declararse dictador vitalicio, traicionando los ideales democráticos por los que lucharon los conspiradores de septiembre.
Hay que reconocer que Colombia no ha sido tierra fértil para dictaduras. Inclusive, la de Rojas Pinilla, a semejanza de la actual de Micheletti en Honduras, fue concertada por las oligarquías conservadoras, desesperadas por estar perdiendo el poder en manos del pueblo, su dueño legítimo.
Por su lado, desde el intento de parricidio, los liberales se han arropado en la figura de Santander, el hombre de las leyes, lo que significa que fue quien defendió las consignas revolucionarias de igualdad, libertad y fraternidad de los franceses ajenos a la “nobleza”. Ellas fueron el motor de los jóvenes criollos jurisconsultos, entre otros, que inspiraron las gestas independentistas en Latinoamérica hace 200 años.
Siendo laxos, Santander puede ser considerado el inspirador de la “Acción de Tutela”, la única garantía jurídica que, a partir de la Constitución de 1991, ha estado a disposición de “los de ruana”, como llamamos en Colombia a los desamparados del pueblo crédulo.
A él se le atribuye la frase de que “Si las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad”.. Esa que estaba escrita en el frontispicio del desaparecido Palacio de Justicia de la capital colombiana; el templo sagrado de la civilidad que Miguel Vega Uribe[2] y Pablo Emilio Escobar, aprovechando el rabo de paja del inefable arribista de Amagá, Belisario Betancur Cuartas, se empeñaron en incendiar.
Su propósito, victorioso, era hacer desaparecer los expedientes que les habían abierto los honorables jueces de la Corte Suprema, auténticos héroes de la patria y la justicia[3].
Aprovechando la estupidez mediática del M-19, aficionado a los golpes espectaculares; y sus ganas de plata para financiar su revolución, la digna actitud de los magistrados, les mereció que los carbonizaran[4], mediante los buenos oficios de un coronel de apellidos Plazas Vega, hoy encartado como el gran culpable de ese crimen impresionante y, quizás, pariente del Ministro de Defensa de ese entonces, el abusivo fenecido impune, general Vega Uribe, quien parece haber sido uno de sus instigadores, aunque jamás se le imputó.
En cuanto a los idiotas útiles de la guerrilla bolivariana, se puede creer en ese noble destino del billete, pues no hay evidencias de que en alguno de sus miembros se pueda demostrar un lucro personal, a pesar de las calumnias contra el irreverente y genial, Jaime Bateman Cayón, quien murió en una avioneta en la que dizque trataba de escaparse con algunos fondos de su organización revolucionaria.
Fue la época temprana de los helicoptericidios, que se llevaron gente tan grande como el obispo Gerardo Valencia Cano, en Colombia, o el presidente de Ecuador, Jaime Roldós.
O al héroe de Latinoamérica, el general Omar Torrijos, presidente de Panamá, de donde logró sacar a los usanos, que ahora quieren aprovechar a un vendepatria para regresar a esa pequeña pero gigante república. Añoran sus facilidades para entrenar asesinos destinados a reprimir a nuestros pueblos, la Escuela de las Américas.
Todos esos mártires latinoamericanos eran esperanzas de redención para sus pueblos.
Tardíamente, en el 2006 -cuando a uno de los arrogantes “cacaos” que le ordenaban a Carlos Castaño a quienes debía matar, le dio por llegar al Senado para seguir combatiendo a Álvaro Uribe Vélez, su traidor ex socio en la creación de las Convivir y en otros crímenes de Estado- les aplicaron a Pedro Juan Moreno, y a su vástago, el mismo procedimiento helicoptericida de exterminio “accidental”, a pesar de la soberbia del personaje, que se creía superior al hijo del sacrificado capo Alberto Uribe Sierra.
Afortunadamente se salvó el apreciado organizador del festival de Ancón, el conservador Álvaro Villegas Moreno; quien fue notificado oportunamente, aunque a última hora, por sus amigos, dándole tiempo para arrepentirse, aunque había quedado de acompañar a los oportunistas opositores al gobierno mafioso, en su fatal viaje de campaña a Urabá, junto a una precoz líder femenina de esa pústula histórica del bipartidismo, que también murió.
Desgraciadamente, el sacrificio de Pedro Juan no sirvió. Por eso continuamos en manos de un presidente resuelto a morir ejerciendo el poder; oliendo a Redentor con una finca cada vez más grande, como corresponde a su premonitorio nombre: “El Ubérrimo”; y con una dinastía millonaria, gracias a los favores de los funcionarios fieles al domador paisa; también enriquecidos, desde luego, pues no son ineptos, aunque lo parezcan.
De todos modos, aunque, por décadas, la penetración de la mafia del narcotráfico[5] ha permeado a muchos ciudadanos y sus familias; tenemos que confiar en la capacidad de éstas para rectificar, pues no en vano somos una sociedad mayoritariamente católica. Además, hay mucha gente honesta ajena a esas miasmas.
Tampoco podemos seguir tolerando que el Gobierno sabotee cualquier posibilidad de diálogo entre la sociedad civil y la guerrilla -ni que siga impidiendo la liberación unilateral de secuestrados, en particular la del hijo del valiente y erguido profesor Moncayo, a quien no le perdona su gallardía-; porque su gran justificación y más expedito recurso para perpetuarse en el poder es alimentar la guerra.
Inclusive, está dispuesto a servir de punta de lanza para promover en la región la que USA está armando a nivel mundial, desde el derrumbe de las Torres Gemelas por un grupo de fanáticos religiosos dirigidos por un santón criminal, ex agente de la CIA, proveniente de familias petroleras árabes y cuyo designio secreto es mantener sumidos en el fanatismo y en la miseria a los pueblos musulmanes, estimulando una guerra religiosa que ya la sociedad occidental y cristiana vivió en el s. XVI, y que se esmera en convertir en otra hoguera de la guerra mundial que reencauche a los decadentes potentados apátridas.
Por tanto, -a pesar de los entuertos internos, que tenemos la obligación de resolver nosotros, como pueblo soberano, digno ante sus hermanos y vecinos- lo verdaderamente cruel es el derrumbe de ese mundo que queremos que Obama salve, pues seguimos absorbidos por la noción de los Redentores.
Hasta esperamos al Mesías, junto a los sionistas, esos judíos criminales. Otros judíos son gente decente y respetuosa de los fueros de los demás humanos, pues el lío no es de razas sino de ambiciones de potentados inescrupulosos que pretenden pasar como tales Redentores y Mesías, aunque el mundo se acabe.
Por eso, el “muchacho” -como lo tratan los republicanos- ya no sabe qué hacer. Es un títere de los halcones wasp y sionistas dueños -a nombre de Israel o Sión o la “Tierra prometida”- de Washington y del mundo que se les arrodilla.
Es incapaz de enfrentarlos, si no lo apoyamos todos los que entendemos la importancia del cambio, que fue la promesa que lo llevó a “gobernar” a USA.
Esto es claro para todos; pero nos da pereza actuar porque nos consideramos insignificantes o, tal vez, superiores a esa materias. ¡Que nos salve el negrito o el mundo se joda! ¡Nos da lo mismo!
El afroamericano es la invitación, o la última oportunidad de los ajenos a los potentados, para exigir que nos devuelvan la dignidad que nos han robado, tanto como la soberanía que nos pertenece.
Es algo inimaginable para quien postuló la imposibilidad de que un negro llegase a presidente de USA, entre tantas demostraciones de imbecilidad arrogante en la república mafiosa, tan corrupta y desatinada: José Obdulio Gaviria Vélez, que tanto defienden Darío Acevedo y otros arribistas, dizque intelectuales y profesores de nuestra incomprendida y traicionada juventud.
¡Su miserable grandeza nos tiene hartos! Los sentimos como basura. Todos son unos frustrados imitadores de Berlusconi; tan despreciables como este potentado que reúne en sí mismo las condiciones de multimillonario, gran capo, político y gobernante.
Mientras tanto, a Obama lo tenemos en cuarentena. Sabemos que nos necesita para que podamos ser y tener futuro, no para alabarlo. Pero nos ha llenado de dudas, debido al aplazamiento del cumplimiento de sus promesas, de las que todavía no ha abjurado. Ojalá la decisión de los noruegos lo anime a actuar con dignidad, respetando su palabra, de la que el mundo está pendiente. ¿Pecaremos de ilusos?.
Nos tiene en ascuas el fortalecimiento de los guerreristas de la llamada Industria Militar, cuyo objetivo es producir y vender armas “a la lata”, y cuyas relaciones con los halcones de Washington, son obvias, pues son sus dueños.
Sabemos que la única esperanza que les queda para seguir siendo potentados, enemigos de la vida y el mundo, es desatar una guerra mundial que creen estar en condiciones de ganar con sus asombrosas máquinas de muerte. Por eso es que la vileza de Uribe lo retrata como un absoluto canalla, al facilitar esa estrategia de exterminio.
No obstante, Obama todavía es un oportuno y providencial catalizador: Aprovechémoslo, antes de que los halcones asesinos que lo rodean, fabricantes y herederos del criminal mitómano, aún impune, George W. Bush, lo neutralicen, poniéndolo al servicio de sus macabros designios y mezquinos intereses.
ANEXO 1
Calle 13 llama paramilitar a Uribe y se burla de Chávez en los MTV
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Las palabras soeces dichas durante el espectáculo ya ha empezado a generar reacciones a favor y en contra.
Viernes 16 Octubre 2009
Con groserías, menosprecio a otros artistas y mensajes políticos, René Pérez de Calle 13 animó la noche del jueves la entrega de los Premios MTV Latinoamérica, abriendo la ceremonia con un insulto para la madre del gobernador de Puerto Rico.
Pérez,
mejor conocido como "Residente", fungió como anfitrión con la cantante
canadiense de ascendencia portuguesa Nelly Furtado.
La velada arrancó con un video en el que el exponente de música urbana aparecía en una limusina recibiendo instrucciones de lo que no podía decir en el espectáculo, para al final romper el papel y afirmar que iba a decir lo que quería, y al parecer eso fue lo que hizo.
Su acto comenzó en la alfombra roja del Anfiteatro Gibson, adonde arribó con una camiseta negra en la que decía: "Uribe para bases militares" (DBP ¿Serán mentiras?). Luego exhibió una negra que decía "Chávez nominado a mejor artista pop". (DBP: ¿Será una burla?)
Durante la ceremonia, "Residente" se cambió en múltiples ocasiones
de camiseta, mostrando cada vez un mensaje distinto, la mayoría
políticos. "Fuera Micheletti del poder" y "México nunca olvida 2 oct
1968", en referencia al actual presidente de facto hondureño y la
masacre estudiantil de Tlatelolco, fueron algunos de ellos.
Pero
también exaltó a la cantante folklórica argentina Mercedes Sosa, quien
murió el 4 de octubre. "Mercedes Sosa sonará x 100pre", rezaba la
camiseta que vistió para homenajear a la intérprete de "Gracias a la
vida", con quien llegó a cantar el tema "Para un niño de la calle".
Al
presentar a algunos cantantes como Pewee, Pérez mostró desdén al decir:
"No sé quién es". Algo parecido expresó al presentar a la banda
estadounidense Cobra Starship, que cantó en inglés y español con
Paulina Rubio.
"Di
algo por los más de 30.000 desaparecidos en Chile, que la presidenta de
Argentina deje de usar botox", manifestó casi al final de la ceremonia
en referencia a los sudamericanos desaparecidos durante la dictadura
militar de Augusto Pinochet y la actual mandataria argentina, Cristina
Fernández de Kirchner.
Y
para cerrar con broche de oro, al levantar la "lengua" (forma de las
estatuillas de los MTV) que ganó Calle 13 como mejor artista urbano
repitió una grosería que el entrenador argentino Diego Maradona usó en
la víspera para descalificar de forma vulgar a sus críticos.
ANEXO 2
En un documento oficial de USA, confidencial pero desclasificado, elaborado en 1991, todo en mayúsculas, se informa, como resumen, lo siguiente:
“SUMARIO: (U) ESTE REPORTE SUMINISTRA INFORMACIÓN SOBRE LOS MÁS IMPORTANTES NARCOTRAFICANTES COLOMBIANOS CONTRATADOS POR LOS CARTELES PARA SEGURIDAD, TRANSPORTE, DISTRIBUCIÓN, COBRO Y REFUERZO DE OPERACIONES DE NARCOTRÁFICO EN AMBOS PASÍSES, USA Y COLOMBIA. ESTOS INDIVIDUOS TAMBIÉN SON CONTRATADOS COMO “HIT MEN” (¿hombres de choque?) PARA ASESINATOS POR LOS LÍDERES DEL CARTEL”.
Más adelante, en el numeral 82, se lee lo siguiente en inglés, y que me he permitido traducir así:
“82. ALVARO URIBE VELEZ - UN SENADOR Y POLÍTICO COLOMBIANO DEDICADO A LA COLABORACIÓN CON EL CARTEL DE MEDELLÍN EN ALTOS NIVELES DEL GOBIERNO. URIBE FUE VINCULADO A NEGOCIOS INVOLUCRADOS CON ACTIVIDADES DE NARCÓTICOS EN USA. SU PADRE FUE MUERTO EN COLOMBIA POR SU CONEXIÓN CON TRAFICANTES DE NARCÓTICOS. URIBE HA TRABAJADO PARA EL CARTEL DE MEDELLÍN Y ES UN ÍNTIMO AMIGO PERSONAL DE PABLO ESCOBAR GAVIRIA. HA PARTICIPADO EN LA CAMPAÑA POLÍTICA DE ESCOBAR PARA GANAR LA POSICIÓN DE ASISTENTE PARLAMENTARIO PARA JORGE (ORTEGA). URIBE HA SIDO UNO DE LOS POLÍTICOS QUE, DESDE EL SENADO, HA ATACADO TODAS LAS FORMAS DEL TRATADO DE EXTRADICIÓN”
[1] Hace 22 años, en medio de la aterradora ofensiva criminal de la mafia contra la sociedad y las instituciones, a raíz del asesinato del digno liberal Guillermo Cano, director del diario El Espectador, un colega suyo publicó un libro en el que denunció, sin ser desmentido jamás, muchas relaciones entre políticos y mafiosos, demostrando meridianamente que la república mafiosa nos es una novedad del actual Gobierno, aunque es cierto que el presidente tiene relaciones con ella desde muy joven, como se deduce de las siguientes citas de la valiosa y vieja denuncia: “También es oriundo de Antioquia el senador Alvaro Uribe Vélez,. cuyo padre, Alberto Uribe Sierra, era un reconocido narcotraficante, quien le otorgó licencia a muchos de los pilotos de los narcos, cuando fue director de Aerocivil.
Uribe estuvo detenido en una ocasión para ser extraditado, pero Jesús Aristizabal Guevara, entonces secretario de Gobierno de Medellín, logro que lo pusieran en libertad.
Al entierro de Uribe Sierra, asesinado cerca de su finca en Antioquia, asistió el entonces presidente de la República, Belisario Betancur, y buena parte de la crema y nata de la sociedad antioquena. en medio de veladas protestas de quienes conocían sus vínculos con la cocaína... Alberto Uribe Sierra asesinado cerca de su finca -- adquirió la ganadería brava "La Carolina", que heredó a su hijo, el senador por Antioquia Alvaro Uribe Vélez”(Castillo, Fabio. Los Jinetes de la Cocaína, 1987. Existe edición electrónica libre en Internet. Basta buscar con el nombre del libro para encontrar la dirección de la que se puede descargar en PDF)
[2] “Dos ministros de Defensa fueron comprometidos en escándalos de narcotráfico. El general Miguel Vega Uribe está casado con una hija de Escrucería Delgado, el congresista condenado por narcotráfico en Carolina del Norte.
El otro ministro afectado con un escándalo similar, fue el general Luis Carlos Camacho Leyva, cuyo hermano, Roberto, cayó preso con cocaína a bordo de un avión de Satena, empresa oficial, adscrita al Ministerio donde era el único pasajero. Venía de Leticia.
Además de todos los nombres de política comprometidos y mencionados a lo largo de estos capítulos”.(id.)
[3] “El 6 de noviembre de 1985 se produjo la toma del Palacio de Justicia, donde funcionaban la Corte Suprema y el Consejo de Estado.
Los narcos habían propuesto primero la toma a un grupo guerrillero tenido por díscolo, el Frente Ricardo Franco, pero en realidad no eran tan locos como se presumía. El M-19 aceptó el trato. .
El presidente Betancur aplazó un viaje largamente preparado a Europa, v el día de la toma, se retiró la vigilancia del Palacio de Justicia, que se había impuesto semanas antes, por la visita del presidente Francois Miterrand.
El M-19 había recibido de los narcos, para la toma del Palacio, US$5 millones y las armas.
"Era evidente que los guerrilleros buscaban ante todo llegar al cuarto piso del Palacio, donde se encontraban las oficinas de los magistrados de la Sala Constitucional y la Sala de Casación Penal de la Corte, las dos encargadas de conocer de las extradiciones", comentaría luego un magistrado sobreviviente de la Sala Laboral, que funcionaba en el tercer piso. Un testimonio similar rindió el exconsejero Enrique Low Murtra, cuando fue designado en 1987 como ministro de Justicia.
En noviembre de i 987, la revista Guión reveló una copia del proyecto de fallo inhibitorio que había elaborado el magistrado Alfonso Patino Roselli, en una demanda contra el Tratado que presentó el agente oficioso de los Ochoa, Julio Martín Uribe Restrepo. Ese proyecto, que recogía el nuevo criterio de la Corte, se debía empezar a estudiar en la Sala Constitucional del 6 de Noviembre de 1985, el día y la hora de la toma”. (ib.)
[4] Fueron asesinados todos los magistrados de la Sala Constitucional, Manuel Gaona Cruz, Ricardo Medina Moyano, Carlos Medellín Forero y Alfonso Patifio Roselli, inclinados ya por la llamada tesis intermedia en la revisión de los tratados, es decir, que éstos sólo podían ser demandados antes de que se surtiera el canje de notas de los convenios bilaterales, lo cual evidentemente ya había sucedido con el de extradición.
Los guerrilleros asesinaron también a Alfonso Reyes Echandía, quien, como co-redactor del Código Penal de 1980, introdujo la posibilidad de extraditar nacionales, lo que se prohibía en el anterior Código Penal, de 1936.
Luego de la Hecatombre Judicial, cambió la Corte Suprema casi en su totalidad. Doce magistrados habían perecido. Ingresaron entonces magistrados como Jairo Duque Pérez, quien había sido secuestrado en extrañas circunstancias en Medellín, en enero de 1973. Su socio de oficina era Samuel Morales Maya.
Otro magistrado, Fabio Morón Díaz, también es oriundo de Medellín. En la primera sesión luego de posesionados los dos, reconocieron ante sus compañeros de la Corte que recibieron amenazas con respecto a la suerte de la extradición: "esperamos que se porten bien", les habrían dicho personas que ellos no identificaron. Los dos magistrados residen en un mismo edificio de Bogotá.
El magistrado Hernando Baquero Borda fue asesinado el 31 de julio de 1986 por sicarios de Los Extraditables. Había sido co-redactor del Código Penal de 1980 y, siendo procurador, había estado en Washington revisando el tratado de extradición con Estados Unidos” (ib.).
[5] Nutrida por la ilegalización de las drogas del placer, siempre apreciadas en la Historia por los pueblos; actualmente apetecidas por bastantes usanos y muchos otros humanos, y cuya prohibición tantos muertos sigue causando, no por sobredosis sino por la codicia de los narcotraficantes y la cadena de criminales que los protegen. Esa ilegalización, tan rentable, no ha dejado de azotarnos en Colombia; y en México está reproduciendo esa hemorragia, debida a la hipocresía de quienes dicen defender a la juventud de la maldita adicción.
¡Almas benditas, por hipócritas y asquerositas!