Dominación imperialista y guerras preventivas

El atentado contra las Torres Gemelas en septiembre de 2001, sin duda favoreció la estrategia de dominación y expansión del imperialismo norteamericano, la OTAN incluida. El primer paso fue el bombardeo e invasión de Afganistán y el segundo fue la invasión de Irak. Intermedio entre estos dos hechos de guerra se produjo el golpe de Estado en Venezuela -avalado por EEUU-, con el arresto y posterior liberación del presidente Hugo Chávez.

Lo anterior no fue casual, se dio en un marco o visión estratégica que tiene que ver con los intereses directos de Estados Unidos en el mundo y en la construcción de una hegemonía permanente. Es necesario entonces retomar este neurálgico asunto para comprender los hechos que actualmente están ocurriendo en América Latina que de ninguna manera se pueden desvincular de los que están aconteciendo en otras regiones del mundo.

Sobre este tema cabe enfatizar que para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos[1], la hegemonía de los Estados Unidos requiere de una construcción simultánea en varios planos: el militar, el económico, el político y el cultural. La hegemonía se plantea como un objetivo inapelable y su búsqueda se circunscribe al diseño de las mejores estrategias para garantizarla. La misión es defender los intereses nacionales de Estados Unidos en cualquier situación y en cualquier parte de la geografía mundial.

De acuerdo con la referencia anterior, la defensa de esos intereses pasa por: proteger la soberanía y la población de Estados Unidos, prevenir el surgimiento de otros hegemónicos o coaliciones regionales hostiles, asegurar el acceso incondicional a los mercados decisivos, a los suministros de energía y a los recursos estratégicos, disuadir y si es necesario, derrotar cualquier agresión en contra de Estados Unidos y sus aliados, garantizar la libertad de los mares, vías de tráfico aéreo y espacial y la seguridad de las líneas de comunicación.

Para garantizar esos objetivos, solo en el campo militar Estados Unidos[2] gastó en el año 2008, $607.000 millones (seiscientos siete mil millones USD) muy por encima de los presupuestos militares de otros países como China, Francia, Inglaterra y Rusia que juntos gastaron en ese mismo período la suma de $274.500 millones, es decir, menos de la mitad del gasto militar de Estados Unidos.

Como referencia, en el mundo se gastaron $1.464 billones (1.464.000 millones de millones USD), representando esa cantidad un 2.4% del producto interno bruto mundial. Como se mira, Estados Unidos sigue gastando en el campo militar una cifra muy superior (4.08% del PIB) al gasto total sumado de esos cuatro países citados, precisamente para tratar de mantener su hegemonía y sus intereses a cualquier costo, especialmente los relacionados con los recursos energéticos.

Sobre este tema, es relevante mencionar que el 90% de la energía que se consume en el planeta es de origen fósil. De ese 90 %, el carbón representa el 24%, el gas el 26% y el petróleo el 40% y EEUU es una enorme potencia sedienta de petróleo y necesita, dentro de su concepción estratégica, garantizarse esos recursos. En el caso del petróleo, Estados Unidos consume 22 millones de barriles por día de un total de 84 millones que se consumen diariamente. Esto da una idea de por qué, utilizando la mampara de la guerra contra el “terrorismo” y con base en mentiras y desinformación sobre la tenencia de armas de destrucción masiva decidieron invadir Afganistán e Irak.

La invasión de Afganistán y de Irak fue una primera escalada de posicionamiento estratégico en Asia Central por el control de los energéticos y para consolidar el cerco a Rusia. Colocados allí, ahora tratan de controlar el corredor entre los paralelos 40º y 45º N y los meridianos 30º y 75º E. En ese corredor se encuentran Georgia y otros países que formaron parte de la antigua Unión Soviética y por supuesto la zona del Mar Caspio, rica en gas y petróleo.



Una simple mirada a un mapa indica que Georgia es vital para los anhelos de dominación de Washington sobre ese corredor. De allí que los rusos respondieran como lo hicieron al ver amenazado parte de su flanco sur y con toda certeza tendrán que dar respuestas militares más drásticas en un futuro más que cercano. Peligrosa situación si se considera que se está provocando a un país que tiene armamento de disuasión nuclear (Rusia y EEUU tienen en sus arsenales el 95% de las armas nucleares existentes).



No importa cuál sea la región, la política de dominación y la defensa de los “intereses vitales” de EEUU no varía sustantivamente. En el caso de América Latina, las señales en cuanto a una posible intervención directa de EEUU no son nuevas y ahora, ante el surgimiento de gobiernos que defienden los intereses de sus países y pueblos, es más cercana que nunca. Un ejemplo ilustra lo anterior y tiene que ver con las preocupaciones de Brasil, que ante los “ataques preventivos” de EEUU contra Irak y cuatro años antes de la ofensiva colombiana en Ecuador, el Estado Mayor del Ejército de Brasil envió a un grupo de oficiales a Vietnam para aprender las técnicas de guerra de guerrillas con las que el Vietcong había derrotado a las tropas estadounidenses.



El objetivo: la defensa del Amazonas ante una posible ocupación por una fuerza “militarmente muy superior”, como fue denominada por el General Claudio Barboza Figuereido, jefe del Comando Militar de la Amazonia (CMA), quien dejó entrever que entre las hipótesis de guerra del Estado Mayor del Ejército se valoraba la de una agresión directa o indirecta de los Estados Unidos sobre la Amazonia[3]. La Amazonia almacena enormes yacimientos de petróleo, posee la reserva más grande del mundo de agua dulce y su biodiversidad -riqueza de especies- es incomparable, recursos que escasean en EEUU y efectivamente la población brasileña está convencida de que las riquezas naturales que poseen son causa segura de una futura guerra[4].



La agresión, desestabilización y posibles “guerras preventivas” contra los países de América Latina hay que entenderla en esa dimensión del conflicto: dominación y hegemonía por parte de EEU, de manera que, en ese marco, los países de América Latina que hoy enfrentan la dominación y la agresión imperialista, si quieren hacerle frente tienen que prepararse para un escenario de guerra posiblemente prolongado y de desgaste y tendrán que hacer frente a múltiples provocaciones.



Consecuencia de esto: invertirán enormes sumas de dinero en armarse pero sobre todo y obligatoriamente tendrán que revisar permanentemente su doctrina militar[5], situación en la que ya existe un importantísimo avance en algunos de estos países, donde se ubica correctamente al enemigo principal y se establece la doctrina de guerra popular prolongada, guerra del pueblo, ejército del pueblo[6] y se coloca el criterio de guerra asimétrica.



Sin duda, estos países tienen un serio reto: no pueden enfrentar a un enemigo poderoso como EEUU de manera simétrica, pero, como ya está planteado en la doctrina citada, el imperialismo así como sus aliados regionales, lo pensarán mucho antes de escalar el conflicto y la agresión en la región.

Cobra particular importancia el caso de la República Bolivariana de Venezuela, sometida hoy día a una agresión permanente y a una guerra mediática implacable. Estados Unidos no escatimará esfuerzos para destruir al gobierno popular de Venezuela y colocar allí a un gobierno dócil y complaciente que le garantice el acceso a sus inmensas reservas de petróleo.



El acuerdo, otorgado recientemente por el gobierno de Colombia para que EEUU ocupe siete bases militares, no significa otra cosa que la concreción del cerco a Venezuela. Por eso el gran reto que tiene Venezuela es unir a todas las fuerzas necesarias para derrotar la agresión imperialista y a sus aliados internos. Lo anterior pasa fundamentalmente por ganar la confianza del pueblo y realizar una perfecta alianza entre el pueblo, el gobierno y el ejército.



* Integrante de la Comisión Nacional de Enlace de Costa Rica




[1] Ceceña Esther Ana, Estrategias de dominación y planos de construcción de la hegemonía mundial, Foro Social Mundial, Rebelión, 03 de febrero 2001 http://www.geopolitica.ws/leer.php/29

[2]Ilia Kramick, Incremento de los gastos militares para el mundo acosado por las guerras, Ria Novosti, 16/06/2009, http://sp.rian.ru/analysis/20090616/122004450.html)

[3] Darío Pignoti, El proyecto de defensa regional de Brasil, ante el ataque preventivo colombiano, Le monde diplomatique Nº 12 abril 2008, http://www.eldiplo.com.pe/proyecto_de_defensa_regional_de_brasil

[4] Pardo Gastón, Estados Unidos ocupa la triple frontera, Red Voltaire, 19 febreo 2004, http://www.voltairenet.org/article120637.html

[5] Dieterich Heinz, Nace nueva doctrina militar de la revolución venezolana, Rebelión, 17 dic. 2004, http://www.rebelion.org/autores.php?id=13&inicio=100

[6] General Vo Nguyen Giap, Guerra del pueblo, Ejército del Pueblo, http://ar.geocities.com/obserflictos/giap.html


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