Crecimos y hemos vivido el drama y el sufrimiento del pueblo colombiano; harto difícil es explicar de nuevo los motivos, circunstancias y consecuencias de la dictadura de derecha que allí se vive, la muerte de Gaitán; el asesinato, el sicariato, el tráfico de drogas, las violaciones, el negocio de la guerra, el surgimiento de la guerrilla, el paramilitarismo, el armamentismo colombiano con el pretexto de la guerra al narcotráfico cuando en verdad es para atacar a sus países hermanos, el desplazamiento de poblaciones, la miseria, la prostitución el hamponato, la diáspora colombiana por el mundo, el descubrimiento ya viejo de que paramilitar o matón es lo mismo que gobierno y los fraudes consecutivos en una buena parte de la historia electoral del vecino País.

Hoy en día una parte de la población colombiana está enferma por la guerra, si desean venganza, quieren guerra, otra parte vive asustada, no opina nada, por supuesto que por miedo, otros están fuera debido a la violencia, otros tantos se quieren ir, y así sucesivamente; por ejemplo aquí en Venezuela hay casi cinco millones de colombianos, que no es concha de ajo, viviendo entre nosotros y de igual manera están regados por toda la esfera terráquea.

Ya se ha comprobado que Uribe es sólo un muchacho de mandado, asunto que no le exime de responsabilidad, y en la actualidad acaba de echar por la borda la posibilidad de hallar, de facilitar la libertad de los secuestrados de uno y otro bando, pues le guste o no, la guerrilla colombiana es un cuerpo beligerante, solamente el gobierno de ese Estado y U.S.A no lo reconocen, puesto que no les conviene, eso sería ellos mismos confesar su autoría y responsabilidad ante la desgracias y asesinatos de un gran pueblo, y no lo van hacer. Así que estemos claros: LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE QUE NO SE LOGRE EL CANJE HUMANITARIO, ES EL GOBIERNO COLOMBIANO, LA OLIGARQUÍA COLOMBIANA Y EL IMPERIO.

Siempre supimos que lo del intercambio de rehenes era una burla, una charada, una forma de marear, una manera de tratar de usar ese medio para a través de inteligencia, gringa –Israelí ubicar los campamentos guerrilleros y tratar de exterminar a la aguerrida gente de las FARC, que no van a ser derrotadas, olvídelo Uribe y familia, olvídelo departamento de Estado, olvídelo imperio, olvídenlo lacayos, asesinos, expoliadores. Por otro lado este “y que intento de canje humanitario” fue para tratar de desprestigiar a Chávez, a pocos días del referéndum aprobatorio con el “si” de las mayorías.

En el presente los gobiernos neogranadinos han aprendido a ser títeres del imperio, no olviden que ese País mandó soldados a la segunda guerra mundial, que fue una guerra preparada y financiada por los grandes consorcios anglo estadounidenses para que Hitler acabara con Rusia y la revolución que allí se vivía; lo que pasa es que el cabo austriaco se les voltea y los mete en un vaporón, del cual también sacaron provecho estos banqueros y financistas de la muerte, no se olviden que Colombia no apoyó a Argentina en la guerra por las Malvinas (llameémosle traición) y así la ristra de traiciones y servicios que la oligarquía Neogranadina Santandereana paga por la protección que el imperio da a su mafia, pues allí gobierna es una mafia, es larga es vital.

De tal manera que Chávez para Uribe y los suyos, representa un peligro, representa la, posibilidad de que se le acabe el”chuleo” y el robo, pillaje y asesinato que tienen en Colombia, no se justificaría la supuesta guerra al narcotráfico que debería darse en las calles de Nueva York, Los Ángeles etc, y no en Colombia. Así que con esta fallida o supuesta fallida intentona del canje de prisioneros, quienes QUEDARON ANTE EL MUNDO COMO FALLIDOS, COMO GENTE SIN PALABRA, GENTE QUE NO QUIERE LA PAZ, ES LA OLIOGARQUÍA COLOMBIANA, URIBE, SU GABNINETE Y EL IMPERIO, los Estados Unidos, Israel, Inglaterra. No fue Chávez. Todo esto da como resultado que ya el mundo sabe que en Colombia, no hay paz, no hay justicia, no hay libertad, no hay deseos de acabar con la guerra civil; situación que con toda seguridad llevará pronto a una radicalización del conflicto y a un triunfo de la guerrilla.