La amenaza reciente de Estados Unidos en torno a la corta duración del mandato de Nicolás Maduro, coincide con un nuevo ataque electromagnético que deja al país a oscuras por casi 48 horas. Aún hay zonas donde no ha llegado la electricidad, incluyendo zonas en donde se va y viene hasta que se estabilice de nuevo.
"Es el momento de que Estados Unidos y los países del Grupo de Lima le ofrezcan una salida a Maduro en un tiempo definido. Y si no la toma, las medidas se van a endurecer mucho, mucho más… Ese plazo es inmediato y ya lo hemos comunicado indirectamente a Maduro. Es importante que también los países del Grupo de Lima hagan lo mismo", afirmó en una entrevista exclusiva con EFE el encargado de Latinoamérica en la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone.
Este lunes a las 4:45 de la tarde, mientras los venezolanos hacían sus actividades, mientras el país se ocupaba de sus tantos problemas, luces, neveras, televisores, lavadoras, computadores y todo aquello que funciona con electricidad, simplemente se apagó. Casi de inmediato se activaron las redes sociales: 18 estados, no, 22 estados, no 15 estados. La certidumbre estaba en todo el país, era un apagón general.
Ya sabemos lo del pulso electromagnético, sabemos qué es y cómo funciona; y sabemos además que es un sabotaje no orquestado por los incapaces dirigentes de la oposición, sino por mentes mucho más criminales y más capaces. Es parte de esa guerra que se viene librando contra el país, con un bloqueo económico que no tiene parangón en los anales de la historia, una guerra que es superior por largo al brutal bloqueo económico aplicado a los cubanos por 60 años, una guerra que impide incluso la llegada de algún medicamento para salvarle la vida a un niño. Y ahora la bestial combinación perfecta para jugar al desespero, cortar la electricidad. Debería esos malnacidos imaginar lo que es tres cuartas partes de la población, acostarse sin dormir acosados por el calor y los mosquitos. El zumbido del desespero que estimula la desesperanza, la sensación del hambre, de no tener nada, de no tener qué cocinar, de no tener agua para descargar una poceta. Hurgar en la sique del débil, del desesperado. Por ello las balas, ahora son el último recurso. Primero el chantaje, luego el bloqueo, luego aupar al enemigo interno, al malnacido, al que no tiene patria, al que no cree en los seres humanos por no es humano, para que queme personas, degüelle motorizados, asesine ancianos. Luego la amenaza directa, luego la agresión colectiva para golpear en las necesidades de la gente. Según ellos, los Zamuros del Pentágono, Nicolás tiene hora de salida, es ya, que ellos eufemísticamente pronunciaron como "corto plazo". Eso significa que aumentará la presión y que nuestra pelazón de bolas será mayor. Mientras escribo esta columna, el dólar llegó a 11.300 bolívares, los precios se volvieron a disparar y la gente se llena de angustia por no saber qué cocinar mañana para que coman, aunque sea los niños; y el gobierno hace un esfuerzo sobrehumano por alimentar a los más desesperados a través de las cajas Claps. No es un juego llevar alimentos a seis millones de hogares.
La nueva amenaza contra Nicolás, que en esencia es una acción contra el pueblo venezolano, es un acto desesperado de Estados Unidos. Perdió la batalla por el 5G contra China, perdió la batalla de los aranceles contra China y la India y perdió la batalla por el Estrecho de Ormuz contra Irán. Ya había enviado mil tropas a Egipto y acaba de enviar un nuevo contingente a Arabia Saudita. China lo sorprende con un nuevo portaaviones y Corea del Norte lo sorprende con un gigantesco submarino que acaba de botar al mar, cuyas características se desconocen, pero los expertos aseguran que es nuclear.
Eso explica la amenaza de este martes a Nicolás de entregar el gobierno en corto plazo, pues no puede lanzarse a una aventura en el Medio Oriente sin garantizarse el petróleo venezolano. Estados Unidos sabe que, si se pierde el Estrecho de Ormuz, cae el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, en una región extremadamente caliente donde cualquier cosa puede ocurrir. Esa es la razón de la prisa y del ultimátum. Tiene que ocupar la producción petrolera y tener control total sobre ella.
Hay dos consideraciones importantes a tomar en cuenta: una) ignoro si se hacen esas amenazas tomando en cálculo los aliados de Venezuela, que son grandes y poderosos; y dos) están pensando que entrarán en Venezuela y serán acogidos como salvadores de la patria con sus gringuitos que van a preñar a las mujeres venezolanas (como dijera aquella ignorante periodista venezolana) como si el pueblo no les ha dado suficiente demostración de lo que es capaz. Una lección que por cierto ya debieron haber aprendido. No saben cómo salir de Afganistán, un pueblo pobre y desalmado que les ha matado diez mil soldados. Y ya vivieron Vietnam, la más vergonzosa de todas las derrotas que han sufrido, a pesar de su poderío y de su tecnología.
Es un momento crucial para Venezuela. El servicio eléctrico se restableció mucho antes de lo que se previó y ya la gente sabe de qué se trata la crisis. El gobierno estará diseñando sus estrategias para enfrentar esta nueva intimidación. Mientras, hacemos colas para comprar el gas, para que nos entreguen la caja Clap y esperamos que nos llegue el agua. Eso sí, siempre rezamos para que no se vaya la luz… Deprime más que las otras cosas.
Caminito de hormigas…
75 policías de la Alcaldía de Valencia fueron destituidos. De manera increíble, en las investigaciones descubrieron estafadores, ladrones, títulos falsos de bachilleres, cursos inventados, universitarios que nunca fueron a la universidad, papeles falsos y pare de contar. "Quién sabe si algún asesino", me comentó la fuente.