El Sur necesita más Sur y menos norte

Continente del Sur asediado por más de 5 centurias por la avidez del norte; llámese su norte o el europeo, total es la misma miasma. Llegó a su tierra la planta insolente del colonialista en 1492 fecha de una gran calamidad, las monarquías europeas dadas a los holocaustos de pueblos originarios y de la mano que respaldó la fulana religión aún en este su ajetreo dogma-asocial.

Ha transcurrido el tiempo y se ha modernizado la forma de asesinar, distintos métodos del imperio han fraguado el rumbo de una América avasallada, la necedad de algunos de sus hijos ha sido factor de ruptura de la unión de ser un Sur-Sur sin las esquizofrenias del norte, la madre patria América ha tenido parto de dos estériles engendros de rubios cabellos inglés, primos hermanos del primer español, del portugués, del francés y del holandés. Lo indo-afro es el gran Sur-Sur, el mestizaje nutre y enriquece nuevas raíces, los blancos de orilla se asumen nueva clase pudiente y traicionan ayer y hoy, su naturaleza.

Siglo XXI: Una nueva visión apuntala la lucha regional con expansión mundial, se reagrupan las ideas, el Sur se siente latente y vibra, se vive Sur-Sur y estalla la rebelión, la sapiencia popular demanda justicia, nuevos guerreros asoman a su historia despertando orgullo-gentilicio regional, se espelucan los pueblos y se proponen ahora sí de expugnar su libertad. Somos el Sur del Sur, sólo eso.

La compuncionada pesadilla de que cohabitemos con el horror permanente de un imperio uxoricida de la democracia y Estado-forajido, se dilapida paso a paso en sus disímiles autótitas no eutécticas, pierde toda fusión, y emergen liderazgos dando giros al enfoque de esa unipolaridad hegemónica de una séptica criminalidad universal apostada en dos siglos y lo que corre de éste.

Dos continentes de unificadas características enclavan en lo geográfico: África-América del Sur, y no ha de ser casualidad cartográfica, mas, sí de su causalidad histórica rupturada por los cambios evolutivos que separaron su composición territorial. Pero está llamado a la atracción lo que su naturaleza imanta; el Sur es un solo Sur, es imperiosa su necesidad de reagruparse ahora desde acá y desde de allá, están dadas todas las condiciones políticas para aunar fuerzas de razón unificadora; es la clave perfecta para desnortirizar al mundo del hasta ahora perpetuo mal de la deshumanización y re humanizarnos, ya es tiempo.


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Omar Ignacio Pinto


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