Mucha docilidad con el imperio es peligrosa

Imperios por su naturaleza se dan costumbre de imponer, mandar y ordenar, su característica es hacer valer su mando a como dé lugar. Tiene la capacidad de la paciencia para ejecutar sus planes y tiene la estructura sistemática de realización, tiene poder administrativo y poder bélico para amenazar. Se debe reconocer que se posesionó del control mundial rodeando con bases militares toda área de estrategia agresora, que con la conformación de la OTAN planifica distribución para someter cualquier situación de soberanía o desobediencia a su geopolítica hegemónica. Ruptura de la unión entre los países de los continentes es su herramienta; caso muy específico se puede observar en el mundo Árabe resquebrajado por desavenencias religiosas que le hunden en una constante guerra innecesaria y de la cual el imperio saca provecho de sus recursos y le aúpa para que contenga división. Otro tanto podemos visualizar en nuestro continente del Sur que dio un vuelco una vez apareció en el escenario político un líder de la talla de Hugo Chávez y logró girar con su política hacia la independencia soberana, de auto gestión de sus gobiernos y de sus pueblos. Como es su costumbre el imperio le asesinó, y hoy le vemos haciendo de la ilegalidad y de la ilegitimas suyas para mandar.

Corroborar lo ocurrido en sutiles pausas de su acción política-injerencista, de metódicas trampas, nos muestra el panorama; Argentina fue encantada por el bombardeo mediático, era estratégico retomarle, Brasil en otro tanto aunque ambas con diferentes esquematizaciones, pero con el mismo fin. Logrado este objetivo se apisa hacia lo nuclear: Venezuela; sus bodegas de recursos están repletas, por tanto, había que neutralizar los dos auxilios para implementar la estocada con bloqueo, el auxilio vecinal ya está a las órdenes del imperio de nuevo. Se acelera el bloqueo internacional de lo que se trata es de estrangular. Se hace muy necesario emprender el nivel de audacia y astucia que nos proporcionó Chávez en eso de política de altura y de ir de vuelta cuando el enemigo va; picar adelante decía el Comandante siempre sagaz.

Las ilegitimas intentonas estarán a la orden del día; no les funcionó el Almagronazo, pero nos tiene que funcionar la vuelta por Argentina y Brasil y tras de ellos la conformación de: un Banco Latinoamericano, una Fuerza Armada, y sobre todo que la CELAC cumpla su papel de organismo integrador y liberador y que legisle en defensa de la región, que normatice e impida los cercos de bases militares extranjeras (EEUU) y cualquier otra obligando a que las existentes sean desmontadas, violan nuestra soberanía Latinoamericana, que ningún mandatario tenga la potestad por su tendencia de irrumpir la paz de nuestro pueblos y que la diferencia se dimieran por nosotros mismo sin permitir ninguna injerencia ni imperial ni lacaya, claro que todo esto sujeto al concepto democrático que venimos implementando y que ha de servir de modelo de exportación para otros continentes.



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Omar Ignacio Pinto


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