Washington fomenta la expansión de la OTAN en todas direcciones

El golpe de estado en Ucrania y la consiguiente crisis en el país, han estimulado el apetito de la OTAN.  Ellos ya han comenzado a hablar de una nueva expansión de la alianza.  Los principales candidatos que se mencionan para ser incluidos en la OTAN son Suecia y Finlandia, como también Moldavia, respecto de la cual se ha puesto en vigencia un plan acelerado.  El trabajo para atraer a los países balcánicos – Macedonia, Montenegro y Bosnia y Herzegovina (países ya incluidos en el Plan de Acción de Afiliación) como también Serbia --la cual fue bombardeada por la OTAN en el año 1999-- sigue adelante.  El interés de la OTAN en el Cáucaso no se ha enfriado, Georgia y Azerbaiyán son miembros de la Asociación por la Paz.

El Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, ya está comparando a Ucrania por un lado, con Finlandia y Suecia por otro, haciendo hincapié en que estos países a pesar que son socios de la OTAN no pueden contar con su apoyo si son atacados ya que tales garantías solo la tienen los miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte, OTAN.  ¿Quién, Fogh Rasmussen, cree que podría atacar a Suecia o Finlandia?  No lo dijo.

No obstante, en ciertos círculos fineses, los llamados para que Finlandia ingrese a la OTAN están ganando cierta resonancia.  El Primer Ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, ha prometido realizar una amplia discusión nacional sobre el tema.

También existe apoyo para el ingreso de Finlandia a la OTAN entre los militares fineses.  El activista finés de derechos humanos, Johan Backman señala que el más activo entre ellos es el jefe del Departamento de Planificación Estratégica del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Finlandia, el Teniente Coronel, Torsti Siren, quien llamó a Rusia “un vecino degradado” y también sugiere la idea de arrebatarle Karelia a Rusia.  El capitán Jere Laine, quien recientemente publicó un libro titulado “La Guerra del 2016” se ha hecho eco de la idea.  En el libro, él analiza el modelo de una guerra ruso-finesa en el futuro cercano.

En Suecia, hasta hace poco, el tópico de ingresar a la OTAN no tuvo mucho apoyo.  Solo el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Sverker Goranson, provocó un momento de pánico en la sociedad sueca cuando el año pasado declaró que si Rusia atacaba a su país, los suecos no durarían ni una semana.  En el mes de enero del corriente, el Primer Ministro sueco, Fredrick Reinfeldt descartó toda especulación sobre el tema, puntualizando en la Conferencia Sociedad Nacional y Defensa que “el ingreso a la OTAN no es oportuno para Suecia.  Sencillamente no cuenta con un amplio apoyo en el parlamento sueco.”  Sin embargo, el temor a “una agresión rusa una vez más está siendo inoculado en la sociedad sueca.

La publicación norteamericana “Foreign Affairs” está haciendo una campaña para que Suecia ingrese a la OTAN.  Hace poco apareció en la revista un artículo de Jan Anderson, diciendo que “el ingreso formal de Suecia y Finlandia en la alianza finalmente le permitiría a esta tratar a toda la región Ártico-Nórdica-Báltica como una zona militar estratégica para la planificación estratégica y para los efectos logísticos, lo cual capacitaría a la alianza para defender Estonia, Latvia y Lituania contra Rusia.  Para Rusia que Suecia y Finlandia ingresen a la OTAN representaría un grave golpe geoestratégico, golpe que compensaría con creces lo ganado con la anexión de Crimea.  La OTAN emplazaría fuerzas militares a un paso de las bases rusas de submarinos nucleares estratégicos ubicadas en la Península de Kola.  Todo esto convertiría al Mar Báltico en un lago de la OTAN….”

Moldavia y Ucrania constituyen otros dos eslabones inter relacionados con el avance de los intereses de la OTAN desde el punto de vista de la expansión de la alianza.

Funcionarios norteamericanos de alto rango están constantemente visitando Chisinau y las conversaciones en torno a la unificación de Moldavia con Rumania son permanentes.  Por supuesto que a diferencia de Suecia y Finlandia, Moldavia tiene un gran número de seguidores de un reencuentro con Moscú.  El problema del status de Transnistria sigue sin resolverse.

Durante un viaje a Polonia, Bélgica y Francia a finales de junio, el presidente Barack Obama abundó en expresiones acerca del “sagrado deber” de Estados Unidos de “proteger” a Europa y en torno al hecho que Polonia, Estonia, Latvia, Lituania, Rumania y otros aliados de Estados Unidos en la Europa Oriental, nunca estarán solos.  En el intertanto, la OTAN está considerando la petición de Kiev de ayuda militar para Ucrania; el paquete de asistencia militar de Ucrania incluye armamento letal.

El principal ímpetu para toda esta enfebrecida actividad militar y propagandística, para la cual se elaboran las más disparatadas justificaciones, viene desde Washington.  Allí, no han perdido la esperanza que si se amplía la zona de responsabilidad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en profundidad en Eurasia y si se actúa en un amplio frente que abarque desde el Ártico hasta el Cáucaso, ellos podrían lograr un golpe geoestratégico decisivo en el “Gran Tablero de Ajedrez.”

 

Por Leonid Savin                                                                                           Traducción desde el inglés por

Strategic Culture Foundation                                                                     Sergio R. Anacona

 

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

            editorial@strategic-culture.org

 

 



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