El imperialismo estadounidense esta sediento de sangre humana. No han sido suficientes las vidas perdidas y los altos costos por la destrucción de la infraestructura civil y militar provocada en las últimas agresiones imperiales en Afganistán, Irak, Libia y otros países, siempre con apoyo mercenario.  Las hienas imperiales necesitan más. Ellos poseen un hambre insaciable; una atracción fatal por la muerte, la destrucción y el robo de los recursos de otros pueblos. El mundo presencia la descarada la hipocresía de un imperio en decadencia que pretende desatar su furia criminal esta vez contra el pueblo sirio, utilizando el más falso de todos los pretextos que han venido probando en sus laboratorios mediáticos.

Los gendarmes del mundo, o mejor dicho, los cancerberos del Capital han quedado desarmados ante la propuesta rusa de que Siria entregue sus armamentos químicos a las Naciones Unidas. Por su parte el gobierno sirio ha aceptado la propuesta rusa, al tiempo que ha reiterado que nunca ha empleado sus armas químicas contra su propio pueblo, y que todo ha sido parte de una deliberada excusa de los Estados Unidos y sus lacayos para justificar la agresión contra su país.

Pero lo peor no es la trampa imperial que ha sido desmontada por Rusia, sino el apoyo con que cuenta Estados Unidos por parte de sus rastreros lacayos en la región y en el mundo para llevar adelante sus crímenes sin muchos sacrificios para sus amos. 

Recientemente el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, aseguró ante el Congreso estadounidense que los lacayos pertenecientes a las corruptas y medievales petro-monarquías árabes del Golfo han propuesto financiar la agresión  imperial en Siria para facilitar el trabajo de sus amos. El cínico Kerry ha dicho que los lacayos pederastas y sádicos monarcas "árabes" del golfo han ofrecido asumir los millonarios costos de una posible intervención militar en Siria calculados en"decenas de millones de dólares", según afirmó el jefe del Pentágono y Secretario de Defensa de EE.UU., Charles Hage.

En su discurso Kerry dijo "en realidad, algunos de ellos dijeron que, si EE.UU. está dispuesto a actuar [en Siria] de la misma manera en la que ha actuado anteriormente en otros países, van a asumir estos costos". Cabe destacar que desde el inicio de la agresión mercenaria en Siria en 2011, las petro-monarquías de Arabia Saudita y Qatar han venido adquiriendo importantes cantidades de armas a Estados Unidos, Francia e Israel que han sido suministradas a los grupos mercenarios vinculados a Al-Qaeda en Siria a través de las fronteras de Turquía, Jordania y Líbano.

Los tropiezos de Estados Unidos con sus aliados de la OTAN lo que ha significado un nuevo golpe para su liderazgo en la región- no aturde mucho a los estrategas imperiales. Europa debe entender que no todos pueden salir beneficiados del botín de guerra en el Medio Oriente y África. Desde hace algunos años Estados Unidos ha confiado en repartir su botín con uno de los países más importantes de Europa como lo es Francia. Libia ha sido el ejemplo.

El cínico gobierno de Francia dirigido hoy por François Hollande, entre otros, ha sido el más virulento en demostrar su disposición a la aventura sangrienta en Siria. Muchas ganancias esperan repartirse con su aliado Estados Unidos. En Latinoamérica sólo algunos gobiernos han demostrado su servilismo criminal contra Siria. Son los mismos de siempre.  

El imperialismo siempre ha contado con sus más serviles lacayos a la hora de ejecutar sus crímenes. Su alto endeudamiento interno calculado en más de 16.5 billones de dólares ya no será una traba para sus pretensiones porque puede contar con sus perros fieles del Golfo. Con esta nueva aventura militar en Siria, el Premio Nobel de la Guerra y Presidente de EE.UU., Barack Obama, puede cómodamente justificar aumentar el techo de la deuda estadounidense.