La mentiras de los enemigos se "regionalizan" ahora

Claro que no es una exclusividad de los latinoamericanos pensar en la contextualidad de la revolución; bien la usa también la oligarquía diseminada por las unidades de los países de esta América en descolonización -aunque sea en su contrario para evitar a todo costo al proceso revolucionario que conlleve a la independencia de estos países- que se diga, con todo el peso “fascista” ostentado que carga en sí, en su íntimo, o sea, de mantenerse en su intransigencia en que las clases sociales, según ellos, “deben seguir como fueron desde siempre”, “desde que el mundo se ha fundo”. Por ello la “historia oficial” es aquella que produce el “núcleo” europeo formado por los presocráticos, socráticos, aristotélicos; los filósofos medievales adentrando a los modernos como Descartes, Francis Bacon, Kant o Hegel, y más cercanos a esta época actual con Husserl, Heidegger, Sartre; Wittgenstein, Bertrand Russell, A. Carnap o Karl Popper. ¿Y la gama de científicos que se quedó atrás para dar composición a su panel del saber que ha estado siempre dependiente da aquella nuclearidad? Es decir, sus “preocupaciones” son tampoco “regionales”; son mucho más “internacionales” (igual a “transnacionales”), puesto que esos pensadores siempre “volaron” por arriba del ser real para dar forma a sus sospechosas “corrientes filosóficas” o “científicas”; más parecieron en sus falsas “divergencias” que eran para engañar la platea del mundo, “explicada” que estaba y rendida a sus pies por largos tiempos o siglos de datado esquemas obrando sobre la realidad como “objeto” que, de ese modo, era puesto para ser “interpretado”. Se podría acrecer que hubo por todo el tiempo incontables ruidos en forma de doctrinas filosóficas y políticas de dominación las cuales hemos despedido de nosotros para constar en el “club” de los “salvados” eurocéntricos, pero “ignorantes” de nosotros mismos. Les hablé de las “invasiones” en el último texto mentalizadas por el Occidente, pero faltó decir que las invasiones, acompañadas de sus “mentiras”, son sostenibles por una “regionalidad” que hizo morada en nuestras cabezas de modo casi indeleble, difícil de dejarla; con una regionalidad más bien pautada en una extraña “universalidad” que se apoya en la fuerza de un imperio con su última maldición. Y el imperio no sabe nada de que “una cosa retiene de ‘universal’ su capacidad de ser ‘local’”  (este árbol sólo es universal porque es participante con otros árboles del mismo universo; si fuera trasplantada para otro sitio perdería pues la condición de universalidad).

Y los ciegos fascistas del “11 de abril de 2022” jamás sabrán de ello y seguirán sus sañas de matar como lo hicieron en Puente Llaguno los mismos Capriles Radonski; la invasión a la embajada de Cuba y su grita de “…van a tener que comer las alfombras…van a tener que comer las sillas y las mesas que están ahí adentro… porque no va a entrar comida, el agua; le vamos a cortar la luz…” Pero por casualidad ese agente -sin lo saber, promovió un “poema”; por pura inconciencia de fascista y escuálido que sólo sabe producir el mal (destruir la vida) como una “fiera herida y matadora”, sin embargo, estaba pronunciando “un poema” -aunque macabro, pero ha producido un “poema”. ¿Qué le parece, amigo y compañero, la comparación con una canción del brasilero Vandré: “…Y el dueño quiere ver la tierra plantada; dice de mi que voy por el largo camino: déjelo morir, no le den agua, que él es perezoso y no planta nada…” Muy inapropiada la comparación, pero sirve como formadora del maltrato que sufren los de abajo. El fascismo no contempla por nada: está desarrollando el mismo argumento desenvainado en diario y “su prosperidad” es lo correspondiente a la “miseria” de los demás quienes viven sin “alfombras”, sin “agua” ni “corriente eléctrica”; que resultan en los “bohíos”, las “callampas”, “ranchos” y “favelas”, sencillamente como expulsados de las tierras, que tampoco ahora es de Dios. Los mismos dueños de las tierras se han proclamado dueños del “universo” lo que es convergente con un “estado de monopolio” ya hartamente denunciado por revolucionarios de todo el mundo: el capitalismo monopolista. Claro que las escuelas, las universidades siguen impulsando, como sus “agencias” las contextuales figuras de filósofos y científicos en sus más “irregionalizadas” presencias puesto que son como dioses, “congelados” para mantener la injusticia por la tierra con su modo capitalista de vida, como ya alguien dijo “sin que nadie lo sepa que no es un problema de la producción; el problema se oculta en la distribución”.

Para ser más cercano del problema, las mentiras de Henrique Capriles Radonki dice nada más es que estar cumpliendo con su papel de mentiroso -no solamente por su uso en campaña política; por ausencia de palabras, es su “esencia” misma ser MENTIROSO. Y todas las veces que intervenga será con su “pura mentira” que le fuerza el ser manifiesto. No se puede solicitar a él que se desvele en la verdad: ello es cosa de pueblo, lo mismo que la caraota y le café negros son sustancias de las mayorías para que se fortalezca ella. De la misma forma, no se puede requerir que haya una oposición “honesta” ni en Venezuela, ni en Brasil, menos todavía en el centro capitalista, Estados Unidos o Francia. Su honestidad está en la gira de su capital (cuanto van a ganar, si en el mercado de mercancía o del capital). El ejemplo de João Goulart, sacado del poder en 1º de abril de 1964, en Brasil, quien debiera mandar tomar preso a un conspirador mientras era tiempo, NO LO HIZO, actuando con puro sentimentalismo cristiano. El caso Allende, en Chile, registra otro fallo: Allende disminuyó el rol del campo cuando estaba abierta esa desgarradura en este flanco.

En Venezuela no es diferente; hay rumores en aire de que una “escuadrilla”, como en Chile, servirá para “derrocar” al Presidente quien nuevamente será electo por la mayoría del pueblo. Los escuálidos no paran de “reivindicar golpe”; bajo condiciones de una “intervención” descarada de Estados Unidos -cosa que todos los revolucionarios sabemos que puede ocurrir- NO HAY QUE BAJAR LA GUARDIA: ES PRECISO LLEVAR A LA PRISIÓN LOS ESTIMULADORES DEL ODIO PERMANENTE, BAJO LA PENA TAMBIÉN DE OBLIGARLOS AL ENFRENTAMIENTO, SI PUEDEN”. Lo que no se puede es aceptar más a sus mentiras “universales”. No se puede es oscilar como se estuviéramos de manos vacías.

Dice entonces así al final la música de Geraldo Vandré: “…Deja que él digo que soy perezoso, mas no planto en tiempo que es de quedada…”


jolivpw@yahoo.com.br



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