Israel y Estados Unidos contra Irán. ¡Que UNASUR y ALBA se pronuncien!




La situación entre Irán y el bloque Israel y Estados Unidos sigue en tensión.

Desde finales del año pasado, Irán ha respondido claramente que no se deja aterrorizar por las amenazas de guerra de Estados Unidos e Israel, y lo demostró frente a los ojos del mundo cuando usó su capacidad tecnológica para hackear el drone estadounidense que entró en su territorio sin permiso, haciéndolo aterrizar sin el menor rasguño. En el programa Dossier, escuchamos al presidente Iraní Mahmud Ahmadineyad decir: “los norteamericanos a lo mejor han decidido otorgarnos este avión espía a nosotros”, entendí yo que decía: si ellos quieren que les demostremos al mundo nuestras tecnologías para satanizarnos, allá ellos, nosotros tenemos lo nuestro y lo sabemos usar, si quieren llegar a ese momento de guerra, entonces, llegaremos, que el mundo entonces también decida.

También leíamos las noticias de apoyo de Rusia a Irán, con mensajes claros por parte de Medvédev anunciando que su gobierno no estaría dispuesto a aceptar la intromisión estadounidense-israelí definitiva en Irán, defendiendo directamente sus ganancias económicas del lado euroasiático. China, también hizo lo mismo, convocando a su ejército a prepararse ante una eventual guerra.

Esta semana, como todas las semanas, desde Israel salen anuncios de la inminente guerra. El asunto es típico de su estrategia del terror, pildoritas en anuncios de catastróficas intervenciones, que inician caldeando con disputas diplomáticas, y por el otro lado, envían armas y dinero a los “rebeldes o opositores” de las países más cercanos al objetivo central, con el fin de financiar golpes de estados que terminen imponiendo gobiernos que les permitan, en principio, instalar bases militares. Ya van años de conflictos en la zona con la misma estrategia, al mejor estilo del golpe parlamentario en Paraguay, sus intenciones son crear confusión rápida para actuar camuflados por el humo de las bombas, destrozando la soberanía de los pueblos, aprovechándose de los malos gobiernos que se entregan a occidente por unos cuantos dólares y mucho silencio de asesino cómplice.

Ahora Rusia firma el acuerdo de adhesión con la Organización Mundial de Comercio, lo que algunos califican como el fin de la guerra fría económica, también es una forma de asegurar aún más el comercio que lleva energía de Asia a Europa, claramente es suficiente dinero como para desgastarse en una guerra entre potencias nucleares. La Euroasia representa “las dos terceras partes de las regiones más avanzadas y económicamente más productivas del mundo”, según Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional del Presidente Jimmy Carter en 1998.

¿Y nosotros, los latinoamericanistas, qué podemos hacer al respecto? Claramente no estamos para ser aliados militares pero tenemos un poder que debemos seguir usando, el poder del pueblo despierto y consciente, apoyado e impulsado por buenos gobiernos que promueven la unidad latinoamericana, no sólo económica sino política. Venezuela es una potencia energética y geográfica muy importante, nuestro suelo soberano no podría combatir fuerzas militares de esa magnitud. Hoy en día es mucha la energía que usamos para combatir diariamente la intromisión endógena de los pagados por el gobierno estadounidense para que desestabilicen constantemente y enturbien las vías de nuestros propósitos, tanto así que tenemos programas de televisión que a diario tienen que dedicar horas para desenmascarar los modos de los apátridas, que es lo mismo, los modos de la invasión que vivimos desde hace décadas, sólo que ahora nos hemos hecho un lugarcito para tener voz legítima.

Los modelos de integración latinoamericanistas como la UNASUR y el ALBA deben pronunciarse ante esta situación mundial con una voz fuerte y firme, promover los espacios tradicionales y no tradicionales para constantemente informar con opiniones pertinentes sobre este tema, y así, unidos como lo hemos hecho frente al caso de Julian Assange y el intento de intervenir en la embajada ecuatoriana en aquél país, que ha puesto en una situación menos aventajada al gobierno británico por todas las voces levantadas, así mismo, debemos seguir elevando nuestras voces, pero no sólo individualmente, es hora para nuestros organismos soberanos e independientes pronunciarse seguidamente sobre esto, preparar a nuestros pueblos sobre las aristas de este largo conflicto, porque los medios de comunicación de la canalla todos los días imprimen miles de papeles y transmiten imágenes noticiosas con la historia narrada a las anchas de sus intereses, y uno tiene entonces que acudir a los medios alternativos esperando a ver cuándo nuestros politólogos, nuestros internacionalistas o la gente que esté interesada en esto, diga algo para más o menos entender la magnitud real del problema.

El Alba, además, tiene como invitado observador a Siria y a Irán, entonces, ¿cómo es la cosa?, vamos a esperar que pase como en Paraguay, que vengan los golpes para entonces decir, ¡ah bueno es que nosotros no entendimos bien lo que estaba pasando en la dinámica interna del país! ¡Ya basta! No sabemos a ciencia cierta hasta qué punto el conflicto explote en la cuarta guerra mundial con bombas nucleares y muertos, porque la guerra como tal ya está ocurriendo, ya hay bloqueos económicos, gente comiendo prensa del terror, crisis económicas para crear más tensión, regímenes en países cercanos impuestos para ceder espacio a la guerra, además de películas en cartelera y juegos de videos que relatan la guerra.

A mover esos músculos y ejercitar el poder que queremos, solito no va a ocurrir, y muy bien que lo sabemos nosotros los pueblos latinoamericanos que nos pisaron y pisaron sin misericordia. Y, nosotros venezolanos con nuestras riquezas, ¿cómo nos vamos a defender? Con la fuerza del pueblo y la voz de nuestros organismos, ¿hay más opciones?, si las hay entonces usémosla, porque nosotros todos los latinoamericanos, no es sólo que estamos en la mira sino que ya estamos invadidos hace décadas, pero nuestras luchas han abierto espacios muy importantes que tenemos que defender pero también usar para seguir creciendo en el poder independiente y soberano que estamos construyendo.



adriana.arismendi@gmail.com


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