Paraguay o Pararyco

!Fantástico! Volvimos a fallar. Una falla Continental, Sudamericana y del Mercosur. Debilidades de los sistemas revolucionarios, es el mismo cuento de camino, la misma historia nunca acabar. Se nos ha vuelto tan común y normal que parece un Realismo Mágico, se cuenta con la tranquilidad y sin sobresaltos. ¡Carajo! Por eso me gusta Cuba, la patria sin tapujo, sin rasero, la de los cojones. Aquella que no le tembló en pulso a la hora de enfrentase al imperio, aquella que puso en vilo al mundo entero. Hondura, una historia no aprendida. Un episodio inédito que desemboco a las fuerzas revolucionarias al barranco del cansancio. Todo quedo sin resolver, con la impunidad cabalgando a sus anchas y lo más tristes se sigue una política sistemática de aniquilamiento de periodista y dirigentes comunitarios, sindicales y políticos.

Derechos Fumados
Paraguay, el planchar arrugas (o correrlas) la que nunca profundizo las diferencias, la que jugó al tomaydame poniendo la mejilla tres veces. ¡Cojones! Cuando de revolución se trata el Cristo se llevo por dentro. No valen las hostias, no valen las misas. Valen las asambleas populares, el entrenamiento político, la doctrina, el estudio, la formación para el trabajo, valen las milicias, las patrullas partidistas, vale la confrontación abierta y directa. No cabe espacio para rajatablas. No señores, con la derecha no se negocia, no hay treguas, no hay contemplaciones. Porque las masas caen fáciles, se disgregan, se dividen, se asustan, se acorralan o se asesinan. De allí, que los cambios son torbellinos de la esperanza, la revolución enciende la luz al final del túnel. ¡Que tristeza! ¿Paraguay o Pararyco? Por lo que el viento sopla es para los ricos, el pueblo que se joda, que siga su peregrinación a Buenos Aires o a San Paulo.

En el ámbito continental, ni que se diga, los gringos riéndose por dentro, la OEA del Insulzo habla como peón del amo. De Unasur, se apretó la barriga por el golpe bajo, la impotencia Sudamericana. Mercosur, sin pronunciamientos de Argentina y Brasil, (el silencio otorga). Si esto pasó entre las fronteras de los dos “gigantes” del Sur, que se podrá esperan más adelante. Soldaditos de “Cascos azules” para repetir el caso Haití, prolongar la pobreza y dificultades. ¿Y los pueblos, los pobres, los desamparados con la ilusión de un gobierno salvador?. Allí no quiero que participe mi país, soy radical, prefiero el enfrentamiento, porque de lo que se trata es salvar nuestro espacio, nuestros recursos, nuestras independencias, nuestras soberanías. Si no damos un paso más radical, se da al traste con las ideas creíbles y por el contrario se prefiguran ideas de Castillos de arena, o de naipes a nuestros pueblos. Es decir, que no vale la pena luchar porque serán derrotados, serán barrido por la derecha.

Soy radical, Paraguay es para su pueblo necesitado, eso de una concentración de las tierras cultivables en manos del dos (02) por ciento de la población es sencillamente inaceptable. Si no lo entiende Dilma o Cristina, entonces ellos que viven un drama algo parecido, están demostrando temor, cautela. Y eso es debilidad, porque no solo por ser vecinos, sino por negarse a brindar luz a otros que menos comen, a otros que también fueron víctimas de las políticas imperiales de esas naciones en el pasado. Se les pide acción y compromiso, firmeza y sanción.

El drama paraguayo significa que ha puesto al descubierto las grandes fallas de los servicios de inteligencia interno, pero también las fallas de los analistas políticos de las embajadas de países “amigos”. Diplomáticos dormidos en sus dólares, funcionarios apátridas, insensibles, repugnantes, hipócritas. Eso denota que el pueblo les huela mal, eso dice que vincularse es de chusma. “Mi trabajo no es eso”, dirán muchos, pero las cancillerías deben prestar más atención a esas fallas. Coño, Cuba es la excepción, Cuba es una escuela de aprendizaje, hay cátedra, hay experiencia, no hay miedo ni cobardía, en contra, los nuestros se sumergen en sus “funciones” diplomáticas.

El imperio tiene una gran maquinaria de análisis, permanente y en constante formación. Nosotros, mostramos la apatía, las reacciones y revelaciones tardías. Además, saben comedir el tiempo, las circunstancias, saben sacarle el jugo a la naranja. Por ejemplo, hacen coincidir sus “eventos” para darle pincelas a casos como el que vive Paraguay, tapar y encubren con cuidadosos detalles para que se perciba que se “cubre” la noticia. Pero cuando hay revolución que saben que no cuadran con sus intereses, entonces sus medios de comunicación no descansan hasta formar una masa crítica entre sus conciudadanos, y como ellos son los que pagan los impuestos, hay que convencerlos de que su aporte es esencial para erradicar a esos revoltosos. A nosotros nos cogen desprevenidos, quedamos pasmados ante la impotencia y la ineficiencia de nuestros gobiernos y fuerzas revolucionarias. Hay un efecto dómino en el ambiente, y las piezas no cobran importancia por su ubicación física, ni la distancia en tiempo, sino por su debilidad interna que se va gestando y por la poca importancia que se inserta entre las otras naciones. En conclusión, el imperio no descansa.

¡Que dolor! Paraguay, levántate y se Artigas por siempre.

magosti00@ccny.cuny.edu



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Miguel Angel Agostini


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