Hasta febrero del 2010 los norteamericanos perdieron en la guerra contra Irak y Afganistán 4,500 jóvenes soldados. Su deuda externa hasta Junio del 2009 era de 14 billones de dólares; y según especialistas la deuda aumenta en razón de 1,400 millones de dólares por día; hasta febrero del 2011, la suma de desempleados en Estados Unidos llegaba a los 14 millones y la cifra de casas hipotecadas era de más de un millón y de casi tres millones en proceso de hipoteca. En los auto lotes, gigantescas cantidades de automóviles se encuentran parqueados sin poder ser vendidos, el sistema educativo y de salud están cada vez más privatizados y a los empleados estatales se les suprimen sus contratos colectivos de trabajo. Sin lugar a dudas, Estados Unidos está en crisis.
Es evidente que el imperialismo norteamericano se encuentra atorado en la guerra prolongada contra el terrorismo; se le está haciendo muy difícil revertir la deteriorada situación económica interna, ha perdido el control del beneficio social que proveía tradicionalmente el estado a los ciudadanos y para agravar, en la gira del presidente Obama por tres países Latinoamericanos en marzo reciente, no logra resultados importantes. Todo esto se entre cruza con la aspiración demócrata a la reelección de Obama.
¿Qué hacen los norteamericanos para salirse de esta crisis?
Para revertir la maltratada situación económica, social y militar la política imperial norteamericana ha comenzado a reducir su papel estratégico en el Medio Oriente dejándoles en buena parte el encargo a sus aliados. Ahora los turcos, los alemanes, los israelíes y los ingleses están retomando la iniciativa pública anti Gaddafi y anti Ahmadineyad.
En el terreno de los pueblos afectados se avanza un poco; se derriban dictaduras prolongadas como la de Mubarak y Ben Alí, se acuerda la unidad entre Al Fatah y Hamas en Palestina y la apertura de la frontera egipcia que linda con Gaza, El gobierno de Gaddafi propone reformas, elecciones y negociación en el conflicto interno y no cejan en su resistencia armada. Irán da una demostración de su poderío militar y ratifica la defensa de su soberanía, Los yemeníes no retroceden en sus demandas de cambio político-social. América Latina avanza en la integración ( ALBA, UNASUR) y en los beneficios sociales provocados por las revoluciones socialistas cubana y venezolana, la revolución ciudadana de Ecuador, la revolución agraria de Evo Morales y Los cambios políticos en Centro América especialmente en Nicaragua. Este avance de los pueblos inicia una etapa de modificación en las relaciones económicas, políticas y militares con Estados Unidos: los pueblos referidos ya no siguen la hoja de ruta de los imperialistas y conquistan mayor presencia en las decisiones internacionales.
Estos logros son una esperanza para los pueblos y un nudo en las pretensiones imperialistas de dominación que desde Playa Girón a Misrata vienen de capa caída, a tal grado que el asesinato de Bin Laden ante la deteriorada situación de la política imperial norteamericana, carece de importancia, no revierte nada más que algunas emociones internas y levanta un poco la popularidad doméstica de Obama.
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