Saberes para conformar Comunidad

Acerca de las II Jornadas de Sensiblización Comunitaria en Conocimiento Libre

Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Conocimiento Libre (CENDITEL). 

Durante los días 12 y 13 de noviembre, un colectivo heterogéneo se reunió en Mucuchíes (capital del Municipio Rangel del Estado Mérida) para compartir reflexiones y experiencias en torno a la organización y el activismo comunitario con carácter socialista. El objetivo planteado fue realizar un cuestionamiento enriquecedor sobre las redes como forma de organización comunitaria en nuestro contexto de lucha actual. Algunos ejes orientadores fueron apareciendo en el camino: el conocimiento como un bien público, la complejidad de los procesos populares de auto-organización, y el reto de la liberación popular en un mundo de capitalismo globalizado.  

El objetivo formal se cumplió, dado que se sirvió la discusión sobre las redes, abonada con la reflexión sobre otros medios de organización, como los Consejos Comunales y las Comunas. La dinámica de las Jornadas facilitó la participación directa, el relato de experiencias y la reflexión libre y comprometida. Se trató especialmente de un espacio para el diálogo y el aprendizaje colectivo, así como también para articular compromisos. Se encontraron juntos productores del campo, activistas sociales e investigadores académicos, medios comunitarios y productores alternativos, iniciativas de auto-organización social a través de Consejos Comunales y Consejos de Campesinos, representantes de redes socioproductivas (plantas medicinales y lácteos), y activadores de proyectos agroecológicos de alto impacto ambiental y cultural.  

La situación actual fue construyéndose en colectivo: todavía predomina en nuestro momento histórico un capitalismo que, aunque golpeado, se niega a perecer. Debido al sistema de relaciones sociales capitalistas, nuestra cultura se encuentra en estado débil, fragmentada y desposeída de propósito. En nuestra sociedad encontramos una alta carga de individualismo y el mercantilismo: además de los explotadores tradicionales, tenemos que también los explotados aspiran a convertirse en propietarios. Además, se añade el movimiento actual de apropiación privada del conocimiento en el entorno global.  

No obstante, existen espacios de resistencia en donde podemos construir alternativas, y encontramos una alternativa en el Socialismo. Necesitamos otros modos de pensar nuestra sociedad, distintos a los que nos transmite la vieja cultura a través de su academia, las lógicas burocrática o la mercadotecnia. Resulta necesario reconocer que el conocimiento especializado no es neutro, y que responde a modelos de sociedad ajenos a la nuestra. 

Durante la Jornada surgió la certidumbre de que, mientras no lográsemos abordar el presente estado de erosión y de fragmentación cultural, no podríamos esperar que nuevas fórmulas organizativas le dieran vida al quehacer de las comunidades. Ciertas situaciones críticas se hicieron visibles: ¿por qué algunas cooperativas y consejos comunales entran en crisis luego de que reciben recursos financieros? ¿cómo se gestionan las instituciones del “poder popular” desde una lógica clasista, burocrática y vertical? ¿a qué se deben y cómo responder a situaciones de “reflujo” de la acción comunitaria? ¿por qué los proyectos productivos – especialmente en ciencia y tecnología – responden en ocasiones a las necesidades económicas de intereses privados o extranjeros? (¿cuál es el propósito de estos “paquetes tecnológicos”?). Se hacía evidente la presencia de la herencia capitalista en la conformación de nuestro Estado y, aún más, en nuestra conformación como Pueblo. 

Comenzaron a surgir propuestas para pensar a la “comunidad”. Primero que todo, resulta necesario rescatar esta palabra de su significado habitual: no se trata solamente de un conjunto de habitantes en un territorio circunscrito, sino especialmente de un colectivo con sentido de pertenencia y con un proyecto de vida común. Alguien retomó la idea de “comuna”, o ku-muna (rescatando el origen indígena de la raíz ku, que significa “lugar común”), como medio para materializar el hacer práctico de la comunidad a través de formas de integración en el trabajo como la cayapa y la manovuelta.  

También surgieron alternativas axiológicas (éticas) al problema de valores generado en el capitalismo. La “reciprocidad” se planteó como una forma de mediación entre individuos, distinta a la de la competencia desleal y monopólica que impera en las economías de mercado. La solidaridad, entendida no como “caridad”, sino como “conciencia del deber social”, se propuso como alternativa a la noción individualista de “libertad” que nos legó el liberalismo. Algunos proyectos, como el de la “siembra de agua” en el Páramo, ilustraron la necesidad de que las acciones colectivas cuenten no solamente con fines concretos, sino de que además miren hacia un propósito que les proporcione sentido. 

El reconocimiento de que las “redes” son, finalmente, una creación del capitalismo, que las utiliza como un medio de cooperación para lograr ventajas frente a competidores, nos introdujo a la certeza de que no debemos dar por sentada la pertinencia social de toda forma de organización en red, sino que, como elaboraciones teóricas, éstas no son neutras y se encuentran atadas a la historia de cada sociedad. Finalmente, su crítica nos motiva a insistir en la formulación de nuestros propios modos comunitarios de organización para proporcionarle una base sociocultural duradera a los esfuerzos de transformación social que vivimos en nuestro momento actual. 

Indudablemente, en los dos días de Jornada se dieron adelantos, pero muchas cuestiones permanecen abiertas. Se hizo manifiesta la necesidad de buscar una fórmula que logre guiar el obrar de las organizaciones comunitarias  venezolanas, aquellas que, finalmente, se encuentran llamadas a tomar un papel protagónico para derribar al viejo Estado burgués y fundar otro nuevo. En el capitalismo no existe este obrar colectivo, sino solamente la competencia individualista o la cooperación interesada por un bien privado. Por ello, requerimos la refundación de un “nosotros popular”, ajeno al capitalismo, para poder pensar honestamente en la posibilidad de construir bienes comunes desde la perspectiva del bien público, dentro del horizonte de un proyecto trascendente que denominamos Socialismo. Precisamente, en la materialización progresiva de esa lógica colectiva percibimos una oportunidad para superar las limitaciones de nuestra sociedad actual. 

Nota 1: la información sobre la Jornada se irá recogiendo progresivamente en la dirección: http://wiki.cenditel.gob.ve/wiki/iijornadassensibilizacion 

Nota 2: puede encontrarse más información sobre la necesidad de formación de un “nosotros popular” en otro trabajo de la Red, disponible en: http://wiki.cenditel.gob.ve/wiki/Comunidades (también publicado en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=89821)



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