El cientificismo y el individualismo científico, fuerzas que se oponen a la soberanía nacional científica: el caso del IVIC

A través de este ensayo hago un análisis crítico del modelo de producción científica, sus logros "universales" y sus fallas en alcanzar la soberanía científica nacional usando como ejemplo el fracaso institucional del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). El siglo XX fue el período más productivo del conocimiento tecno-científico en el globo, debido a la masificación y popularización de la ciencia. Pero son las últimas décadas del siglo XX donde se describen técnicas que permiten manipular el código genético y generar no sólo tecnologías para el "progreso" de las poblaciones humanas sino también se inscriben éstas técnicas al modelo de producción capitalista y sus consecuencias, la monopolización del conocimiento y de la tecnología. Por ejemplo, las patentes en el área farmacéutica conducen a precios de medicamentos de innovación notablemente altos, como consecuencia del fortalecimiento de los monopolios (grandes industrias multinacionales). Los medicamentos patentados se imponen en los mercados y no compiten con productos similares debido a que estos exhiben un modelo de demanda rígida o perfectamente inelástica, es decir, la demanda no muestra absolutamente ninguna respuesta ante las variaciones del precio1.

Hebe Vessuri2 señala que los países más industrializados usan la ciencia y la tecnología para dominar la economía mundial. Por otro lado, muchos países en "desarrollo" no entienden la importancia de apoyar la ciencia para salvaguardar la soberanía y la capacidad de decisión autónoma en beneficio de la sociedad. Vessuri2 comenta que el principal riesgo de esto es que los gobiernos ignoran el principio de precaución que se debería suceder antes de la liberación al consumo y al medioambiente sin evaluación de sus potenciales efectos negativos. Es importante destacar que el desarrollismo26 como política económica convierte a la tecnología en su mercancía más preciada y establece una brecha entre países "desarrollados" (centro industrial) y los "subdesarrollados" (periferia agrícola). Queda claro entonces que las nuevas necesidades tecnológicas son la base de la producción y del mercado global.

Varsaszky4 señala que otro factor importante en el proceso de desnacionalización que estamos sufriendo es lo que el autor llama el cientificismo. El cientificismo básicamente es la actividad científica desvinculada a la problemática social nacional. Mediante el cientificismo se refuerza nuestra dependencia cultural y económica, haciendo a los países en vías de desarrollo satélites de ciertos polos mundiales de desarrollo. Los científicos de nuestras instituciones interpretan esta crítica a la ciencia actual como un llamamiento a no estudiarla y una justificación a su incapacidad.

Modelo de producción científica

Oscar Varsavsky4 hace una crítica al mercado científico. El autor comenta que el instrumento principal para medir la producción científica es el paper (artículo publicado en una revista científica), el cual tiene ventajas como la exposición de los resultados del trabajo científico en forma concreta e inteligible. Sin embargo, pierde su esencia en la práctica; el número de artículos publicados suele ser tan importante o más importante que su contenido. El principal problema en la divulgación científica es que es una tarea imposible hacer una evaluación seria de todo lo que se publica. Por ejemplo, a principios de 2014 un grupo de investigadores japoneses23 describió un método para desdiferenciar a células madre totipotentes, linfocitos humanos de sangre periférica mediante stress químico (variación del pH del medio) o físico (al hacer pasar a las células por un capilar); éste artículo fue publicado en la revista "Nature", una de las revistas de mayor prestigio de las ciencias duras. Poco después, salió un comunicado24 acusando de falsificación de resultados en el trabajo (ningún otro grupo de investigación pudo reproducir los propuesto en el trabajo). Este ejemplo demuestra que no es garantía de productividad científica publicar papers, ya que se puede falsificar los resultados y que, a su vez, tampoco es garantía de calidad del trabajo tener trabajos publicados en revistas de "prestigio".

Según Foucault25, el poder es "una trama de poder microscópico, capilar", el cual es el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas por debajo de los aparatos del Estado y de la clase privilegiada. En la sociedad en general se dan múltiples relaciones de autoridad situadas a distintos niveles, apoyándose mutuamente y manifestándose de manera sutil. En el campo científico, la aceptación de un artículo en una revista especializada es garantía suficiente de calidad, aumenta así el poder de los editores y de los referees de esas revistas. Por otro lado, el número de veces que un paper es citado por otros mide su influencia. De ahí la ansiedad por publicar, sobre todo al comienzo de la carrera científica. Varsavsky4 considera cientificista al investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse por el significado social de su actividad, desvinculándola de los problemas políticos, y se entrega de lleno a su ‘carrera’, aceptando para ella las normas y los valores de los grandes centros internacionales, concentrados en un escalafón.

La normativa del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (de aquí en adelante IVIC) lejos de disidir de este modelo, lo legitima mediante la ausencia de un instrumento jurídico que establezca el modelo de producción científica. En la ley5 del IVIC vigente no está contemplado el modelo de producción científica. Por otro lado, el reglamento interno6 del IVIC establece en su artículo 28 que un investigador para ser nombrado como tal debe demostrar suficientemente su capacidad para realizar investigación original en forma autónoma e independiente, sólo o como integrante de un equipo de investigación y quien establece su nombramiento es la comisión clasificadora (Artículo 30). Bien, la comisión clasificadora establece que una de las normas de ingreso7, permanencia y clasificación de los investigadores Asociados y Titulares, es el desempeño científico-académico relativo al de sus pares según las estadísticas de producción y actividad científica en términos de publicaciones en revistas y libros, actividad docente y prestación de servicios y otras actividades de articulación social. Es un elemento central de la cultura del IVIC que exista un consenso de sus integrantes en relación a la evaluación de la producción científica medida del investigador, que es expresada en el número de publicaciones realizadas.

La ciencia y la tecnología son asuntos políticos

La idea de una ciencia neutra es una ficción interesada, que permite considerar científica una forma neutralizada y eufemística de la representación dominante del mundo social. Según Bourdieu8, el análisis que intente aislar una dimensión puramente "política" en los conflictos por la dominación en el campo científico es tan radicalmente falso como su contraparte, más frecuente, el análisis que no considera sino las determinaciones "puras" y puramente intelectuales de los conflictos científicos.

En el ámbito biomédico, la invención de la "Reacción en Cadena de la Polimerasa" (o PCR por sus siglas en inglés) en el año 1983 por un grupo de investigadores incluyendo al bioquímico Kary Mullis9 permitió finalmente estudiar cada una de las secuencias génicas producidas por las células, amplificando los genes y clonando estas secuencias de ADN en cromosomas artificiales de bacterias llamados BACs por sus siglas en inglés. Hubo un gran conflicto económico entre Kary Mullis y "Cetus Corporation"27; el conflicto se debió a los derechos de autor sobre la técnica PCR y sus posibles aplicaciones en el campo de la biomedicina.

En el año 1.990 el Instituto Nacional de Salud (siglas en inglés, NIH) de los Estados Unidos de Norteamérica, financió el proyecto genoma humano (PGH)10, el cual fue desarrollado por un consorcio multinacional mediante la secuenciación del ADN genómico proveniente de 4 individuos, obtenido y clonado a partir de leucocitos de sangre periférica. El PGH tuvo como objetivo entender cuántos genes constituían el genoma humano y cuáles de estos son responsables de enfermedades. En el año 2003 culminó el PGH los resultados obtenidos fueron publicados: nuestro genoma contiene 3 billones de pares de bases (bp), en los cuales el 2% codifica a proteínas (21.000 genes); de los 21.000 genes se asociaron 1.800 con enfermedades11. Pero durante el desarrollo del proyecto surgió una discusión entre el consorcio genoma humano y Craig Venter que insistió en dos cosas: 1) Agilizar el proceso de secuenciación mediante la estrategia de "Shot Gun", y 2) Patentar los genes que se describan. El conflicto, fundamentalmente económico, trajo como consecuencia la separación de Craig Venter del proyecto genoma humano y la creación del proyecto genoma humano privado, que llevo a cabo la industria de biotecnología de Craig Venter, Celera Genomics. Tanto el la invención del PCR como el conocimiento que se generó con el PGH pretendían ser de acceso restringido, representando intereses económicos y políticos individuales. Afortunadamente, los resultados publicados por el PGH público fueron cargados en bancos de información en línea y están disponibles para cualquier persona.

Los ejemplos antes descritos apuntan a señalar que si bien la investigación científica ha permitido describir misterios inherentes a nuestra biología, como éstos últimos pueden enlazarse a la etiología de enfermedades humanas, así como también, ha permitido generar soluciones terapéuticas que revierten o modifican las enfermedades humanas y así mejorar la calidad de vida de los pacientes, el modelo de producción científica y la monopolización del conocimiento hace de la ciencia un instrumento de dominación mediante la protección de sus productos tecnológicos. Según Bourdieu8 es el campo científico el que, como lugar de una lucha política por la dominación científica, asigna a cada investigador, en función de la posición que ocupa, sus problemas, indisociablemente políticos y científicos, y sus métodos, estrategias científicas que, puesto que se definen expresa u objetivamente por referencia al sistema de posiciones políticas y científicas constitutivas del campo científico, son, al mismo tiempo, estrategias políticas.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para que los científicos reconozcan la relación íntima entre la política y la ciencia? Ximena González13 sugiere que la bioética como praxis cognitiva se plantea como espacio para el desarrollo crítico de la ciencia a partir de la articulación efectiva entre la ciencia, política y ética. González13 comenta que para poder plantear esta interacción ciencia-política-ética, es necesario reinsertar la ciencia en su entorno, es decir plantearla como campo social, o, dicho de otro modo, reinsertar la ciencia en el contexto sociopolítico de su propia producción, es decir, reconocer el nexo entre ciencia y política.

La tradición individualista del IVIC

El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) ha sufrido varias transformaciones que en su mayoría han ido buscando dirigir sus investigaciones hacia la ciencia aplicada que resulte en productos noveles tecnológicos. Del texto "el IVIC en cuatro momentos"14 podemos señalar que durante el periodo de 1969/1980 el IVIC ya era un instituto que generaba productos de investigación básica importantes, medido por el incremento en el número de publicaciones anuales; sin embargo, existía mucha tensión en relación con la naturaleza del trabajo científico a desarrollar dentro del IVIC. La dirección de Carbonell recalcó el acento sobre el aspecto de desarrollo tecnológico e hizo ciencia sinónimo de aquélla y se intentó colocar públicamente al IVIC como una "fábrica de cosas útiles", pero sin estimular la comprensión del público entre las interrelaciones entre la investigación básica, aplicada y tecnológica. La nacionalización del petróleo produjo una separación entre los investigadores de la ciencia básica y los investigadores de la ciencia aplicada generándose INTEVEP y la Fundación Instituto de Ingeniería. Era una necesidad desde entonces la transformación del IVIC para dar origen a un instituto integral que tenga resultados en las áreas de la investigación científica, la básica, la aplicada y la tecnológica.

Para el periodo 1980/1988 el IVIC padecía de problemas financieros y falta de recursos humanos para hacer investigación, así que, se elevaron el número de servicios que se prestan a la industria con el fin de obtener ingresos financieros propios, así como también, se incentivó el ingreso de más estudiantes a su escuela de postgrados elevando el monto de su matrícula. Sin embargo, esta forma de organización científica carecía de crecimiento porque la industria nacional de la época no consideró la inversión en ciencia y tecnología como un elemento clave de la producción.

El autor describe que una de las causas de la crisis del IVIC desde 1980 es la carencia de proyectos conjuntos tanto en índole científica como institucional, es decir, predomina el individualismo científico en el terreno del trabajo científico, ocasionando que los investigadores que trabajan en una misma línea de investigación, en vez de aunar esfuerzos y crear un laboratorio conjunto, tiendan a hacerlo separadamente. Este individualismo es uno de los puntos centrales de la cultura del IVIC y es el principal obstáculo al desarrollo y acumulación de conocimiento en la investigación en áreas prioritarias. Es difícil establecer limitaciones a esa "libertad" cuando se ha hecho una carrera amparada bajo ese valor. Para esa época se pensaba que la solución es el reclutamiento de potenciales investigadores que sean la generación de relevo. Sin embargo, lo que vemos en el IVIC actual es que la llamada generación de revelo legitima lo que considero el "habitus IVIC", es decir, el individualismo científico ivicense es una estructura, estructurada estructurante20, que sólo es posible deconstruir y rearreglar mediante un cambio estructural de la organización del IVIC y sus objetivos, desde el marco jurídico.

La mayoría de los investigadores del IVIC señalan, de manera informal, que la libertad para investigar, libertad para escoger el tema y línea de investigación, así como también, libertad de elección del método científico es necesaria para la buena práctica científica. Contrariamente, Bourdieu8 señala que el modelo actual de producción de conocimiento científico carece de "elección" científica, elección del área de investigación, elección de los métodos empleados, elección del lugar de publicación, elección entre una publicación rápida de resultados parcialmente verificados o la publicación tardía de resultados plenamente controlados que no sea, por uno de sus aspectos, el menos confesado y el menos confesable, una estrategia política de ubicación al menos objetivamente orientada hacia la maximización del beneficio propiamente científico, es decir al reconocimiento susceptible de ser obtenido de los pares-competidores. Para alcanzar la soberanía científica es necesario plantearse otra estrategia de producción del conocimiento científico, un modelo que incluya la interdisciplinariedad y la integración de líneas de investigación desarrolladas en un instituto de investigación, y la colaboración entre científicos.

Soberanía científica

Edgardo Lander15 hace una crítica al modelo de desarrollo científico-tecnológico hegemónico. Se confronta la concepción de un desarrollo lineal, universal y natural con una opción alternativa que permita considerar la ciencia y la tecnología como asuntos políticos haciéndose necesario algún tipo de control o regulación democrática (ciudadana) del desarrollo científico y tecnológico. Por otro lado, Hebbe Vessuri2 ve como necesidad el desarrollo de instrumentos para la regulación y monitoreo para asegurar a la población y a la naturaleza.

Edgardo Lander15 habla de la necesidad de que exista una sociedad alternativa, democrática, descentralizada, participativa, con una relación armónica y sostenible a largo plazo con la naturaleza, en la cual se recuperen los valores espirituales del hombre aplastados por el materialismo de la sociedad de consumo. Para que tal sociedad alternativa sea posible, el autor plantea una regulación de las actividades científicas y tecnológicas puesto que objetivamente existen efectos negativos y perjudiciales en su desarrollo. Está muy claro entonces que estos argumentos se inscriben a la filosofía política denominada Ecosocialismo. El ecosocialismo según Kovel y Löry16 es una línea de razonamiento que parte de una determinada interpretación de la crisis actual y de las condiciones necesarias para superarla. Kovel y Löry16 destacan que las crisis ecológica y de ruptura social están intensamente interrelacionadas y deben considerarse manifestaciones diversas de las mismas fuerzas estructurales. La primera surge de una industrialización desenfrenada que abruma la capacidad de la Tierra para amortiguar y contener la desestabilización ecológica. La segunda proviene de la forma de imperialismo conocida como globalización, con sus efectos desintegradores de las sociedades que se interponen en su trayectoria.

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Edgardo Lander15 describe que los necesarios mecanismos de control y los límites sólo pueden desplegarse al compás de la creciente demanda ciudadana (también objetiva) de participación en asuntos y decisiones científicas y tecnológicas que tienen incidencia en sus vidas individuales y colectivas. Toma de decisiones democráticas y ampliamente participativas que conduzcan a 'opciones abiertas' y no a 'políticas cerradas' que excluyen del debate a los que no poseen la competencia técnica 'necesaria'. Este enfrentamiento, que Lander aconseja llevar a cabo contra la oficialización de la ideología científica, esto es, contra la creciente relación entre la Ciencia y el Estado, debe plantearse para él en el plano de una contra-cultura global que se muestre como alternativa frente a la imposición cultural y axiológica del modelo de desarrollo científico-tecnológico de occidente a todo el mundo

La Patente como necesidad para proteger nuestras invenciones e impulsar el desarrollo tecnológico

La forma de monopolización del conocimiento y la tecnología es a través de las patentes. Una patente es una especie de contrato social en el cual un particular entrega a la sociedad el conocimiento sobre una invención y en contraprestación el Estado le confiere un derecho exclusivo por 20 años dentro del territorio, con el cual este puede impedir a terceras personas que no tengan su consentimiento, fabricar y comercializar un producto o el empleo de una determinada tecnología. Las patentes se concibieron como una concesión que otorga el Estado al inventor para que éste revele los detalles técnicos del invento, de modo que cualquier experto en la materia pueda reproducir los resultados y así evitar el secretismo que conduce a costosas duplicaciones en la fase de investigación.

Eduardo Samán1 comenta que en la actualidad las oficinas de patentes de los países no industrializados carecen de los recursos técnicos suficientes para responder a masivas solicitudes de las corporaciones farmacéuticas, las cuales conocen sofisticadamente el sistema y cuentan con un inmenso poder económico, además de una gran capacidad encubierta para ejercer presión sobre los funcionarios y gobiernos, cuando las respuestas no les son complacientes. Para Samán1 los Estados-Nacionales deben revisar sus legislaciones y los tratados internacionales suscritos, con la finalidad de que las patentes no sigan vulnerando a escala universal los derechos humanos, anteponiéndose a la salud y la vida.

El Servicio Autónomo para la Propiedad Intelectual17 (SAPI) es un organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Comercio, que ejerce la competencia que sobre la propiedad intelectual le corresponde al Estado Venezolano, en materia de Derecho de Autor, Marcas y Patentes. La información que ofrece el SAPI está orientada a satisfacer las necesidades de los inventores e investigadores nacionales, y al público en general en relación del uso del sistema, bien sea como fuente de información tecnológica o como una alternativa ante nuevos desarrollos técnicos. El IVIC debería tener una estrecha relación con el SAPI con el fin de registrar nuestros productos de innovación y obtener los derechos sobre la comercialización de nuestro producto a través de una patente.

En el IVIC actualmente no se organizan foros de discusión, integración entre centros mediante jornadas científicas, tampoco se tiene claro como patentar y quien es el responsable de llevar los productos de innovación al SAPI o a instituciones internacionales de patentes como lo es el "World Intellectual Property Organization" (WIPO)18. Tampoco se impulsan la generación de textos especializados para las universidades venezolanas ni tampoco se promueve la interdisciplinariedad de la ciencia. Por último, la institución debe ser responsable de otorgar asesoría planificada para postulación de proyectos en agencias nacionales e internacionales.

Necesidad nacional: transformar el IVIC

La ley5 del IVIC establece en su artículo 2 que el objetivo del instituto es la investigación fundamental y aplicada, para lograrlo se contará de cinco secciones (Biología, medicina, física, matemáticas y química), fomentará el interés por la ciencia patrocinando los estudios superiores y la dedicación integral a la investigación científica y propiciará y estimulará la divulgación de los conocimiento científicos y tecnológicos. Ahora bien, el reglamento interno6 del IVIC contempla en el artículo 1° que una de sus funciones debe ser realizar investigación aplicada, así como también investigación y desarrollo tecnológico para asegurar su utilización en el desarrollo nacional. También, es función del IVIC servir de instrumento para el desarrollo científico, tecnológico, económico, social y político del país. En el capítulo V del reglamento del IVIC se define al Centro Tecnológico como el organismo responsable de promover la investigación aplicada, la investigación y desarrollos tecnológicos, coordinar y evaluar periódicamente las actividades de las Unidades de investigación encargadas de programas o proyectos específicos de investigación aplicada, servir de órganos de enlace con las personas que requieran del instituto en materia de investigación aplicada e investigación y desarrollo tecnológico (artículo 22). Pero no es muy claro el trabajo del Centro Tecnológico en la identificación de productos de desarrollo tecnológico, ¿cómo es que nunca nos llamaron al laboratorio de Patología Celular y Molecular para enlazar la producción de anticuerpos recombinantes con la producción de Quimbiotec?

En el IVIC existen varios laboratorios que realizan investigación básica y aplicada en neoplasias malignas (Cáncer) desde distintos enfoques. En el laboratorio de Bioquímica celular (Centro de microbiología y biología celular) se realizan estudios de los genes que afectan proliferación y susceptibilidad de tumores a muerte celular programada (enfoque: biología molecular del cáncer), así como también se estudian las condiciones para optimizar la muerte de células de carcinoma humano que difieren en su tipo de gen p53 normal o mutante (enfoque: biología celular del cáncer). En el laboratorio de Patología Celular y Molecular (Centro de Medicina Experimental) se realizan estudios sobre: 1) producción y desarrollo de compuestos biológicos con aplicación en la inmunoterapia del cáncer y/o enfermedades inflamatorias (enfoque; Anticuerpos recombinantes de interés biomédico-Terapéutica); 2) Inmunopatología de malignidades hematológicas (leucemias), específicamente la interrupción de la interacción entre las células malignas y el microambiente; 3) Microambientes endoteliales, hematopoyesis y metástasis tumoral: realiza investigaciones sobre el rol de las células endoteliales del sinusoide hepático en la promoción de la hematopoyesis extramedular y la metástasis hepática (enfoque: identificar los mecanismos moleculares que intervienen en la interacción célula endotelial con células hematopóyéticas y tumorales); y 4) Productos naturales y sintéticos con potencial utilidad biomédica: evaluar compuestos obtenidos de la flora venezolana como posible fuente de nuevas alternativas terapéuticas para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer (enfoque: buscar compuestos con actividad contra los procesos de tumorigénesis e inflamación). Por otro lado, el laboratorio de síntesis orgánica y productos naturales (Centro de Química) realiza estudios sobre la síntesis de análogos de furanonaftoquinonas con posible actividad antimalárica, antitumoral y antibacteriana. Por último, en el laboratorio de materiales (Centro de ingeniería de materiales y nanotecnología) se realizan investigaciones en la generación de nanocompuestos para inducir hipertermia localizada para tratamiento de cáncer. Surge una serie de preguntas, ¿cómo se articulan estas investigaciones a la problemática de salud venezolana?, ¿existe integración entre estos laboratorios y centros de investigación? Si algunos de ellos articulan para generar conocimiento, ¿Cuáles son los productos y por qué no se han llevado a la clínica?

El Plan de la patria19 en su artículo 60 (Política y programas del Sector Ciencia y Tecnología) establece: "Garantizar el acceso oportuno y uso adecuado de las telecomunicaciones y tecnologías de información, así como la creación de una nueva cultura Científica- Tecnológica orientada para alcanzar la Soberanía Plena". La estrategia para desarrollar la soberanía científica nacional será a través de programas: "1) Desarrollar una actividad científica, tecnológica, y de innovación asociada directamente al tejido socioproductivo nacional, que permita la construcción de las condiciones necesarias para la consecución de la soberanía económica e independencia tecnológica, como requisito indispensable para la satisfacción de las necesidades sociales; y 2) Fortalecer y orientar la actividad científica, tecnológica, de innovación y sus aplicaciones hacia las áreas estratégicas definidas como prioritarias para el Estado, que permita el aprovechamiento de las potencialidades y capacidades nacionales para el desarrollo sustentable y la satisfacción de las necesidades sociales. Impulsar espacios de integración regional en América Latina y el Caribe, el cambio en la medición internacional de ciencia, tecnología e innovación".

El IVIC carece de un plan institucional de investigación e innovación. Siguiendo los programas del artículo 60 del Plan de la Patria, es necesario que el IVIC se desarrolle un plan que integre los laboratorios intra- e inter- Centro permitirá apuntar a generar productos tecnológicos y de innovación en cada disciplina. En la figura 1 se describe un posible algoritmo de trabajo que vincula diferentes centros de investigación en el IVIC utilizando como ejemplo la biología de sistemas en neoplasias malignas. El carcinoma de cuello uterino es la principal causa de muerte en mujeres por neoplasias malignas en nuestro país22. Contar con un laboratorio de fisiopatología y un laboratorio de Bioquímica celular permitirá tener acceso a investigaciones en el genoma y transcriptoma de células tumorales, aisladas de pacientes con carcinoma de cuello uterino. Mediante este tipo de análisis permite encontrar nuevos marcadores tumorales así como posibles blancos terapéuticos; Así mismo, los análisis del proteoma y el metaboloma de las células tumorales a través de espectometría de masas y electroforesis en 2-D (Unidad de Proteómica) permitirá ver cuáles son las redes metabólicas del tumor y cuáles son las más susceptibles a inhibir (por ejemplo). Por otro lado, contar con un laboratorio de Patología Molecular y Celular, podrá generar ensayos funcionales, histológicos, Inmunofluorescencia e Inmunofenotipaje mediante citometría de flujo que permitan concluir cual es el blanco terapéutico más acertado y generar tanto estuches diagnóstico como tratamientos basadas en anticuerpos recombinantes, moléculas pequeñas aisladas de plantas. Por último, se podrán diseñar nanopartículas cargadas con drogas antineoplásicas (sintetizadas en el laboratorio de Síntesis orgánica y ensambladas en el laboratorio de Materiales). Finalmente, la producción a gran escala de cualquiera de nuestros fármacos de innovación se llevará a cabo en Quimbiotec y las investigaciones clínicas podrán llevarse dentro del IVIC en estudios doble ciegos realizados por médicos internistas adscritos al Servicio Médico del IVIC.

Agradecimientos

A mis correctores: Isabel Pérez Witzke (estudiante de psicología social, UCV), Juan Vargas Ruiz (antropólogo social-Arqueologo, University of Pittsburgh), Martiza Pérez Parra (abogado jurídico) y Maria Eugenía Witzke Rojas (psicologa social y doctora en Formación, empleo y desarrollo regional, UNEXPO).

Literatura citada

  1. Samán, Eduardo (2008). Patentes y Salud Pública. Aporrea.org
  2. Vessuri, Hebe (2006). Gobernabilidad del riesgo de la convergencia tecnológica. Cinvestav Enero-Marzo
  3. Marx, Karl (1867). El capital.
  4. Varsavzky, Oscar (1969). Ciencia, Política y Cientifismo. Centro Editor de América Latina, Buenos Aire.
  5. Ley vigente del IVIC.
  6. Gaceta Oficial n° 38.074 (2004). Reglamento interno del IVIC.
  7. Normas de ingreso de la comisión clasificadora
  8. Bourdieu, Pierre (1976). El campo científico.
  9. Mullis, K; Faloona, F. (1983). Specific synthesis of DNA in vitro via a polymerase-catalyzed chain reaction. Meth. Enzymol. 155:335–50
  10. All About The Human Genome Project (HGP): http://www.genome.gov/10001772
  11. International Human Genome Sequencing Consortium (2001). Initial sequencing and analysis of the human genome. Nature 409:861-921
  12. McVean, G. y col. (2012). An integrated map of genetic variation from 1,092 human genomes. Nature 491:56-65
  13. González Broquem, Ximena (2014). Ciencia, Ética y Política: la bioética como camino para la transformación de la praxis científica. Acta bioethica 20(2):271-77
  14. Freites, Yajaira. La ciencia en Venezuela: pasado, presente y futuro. Capitulo IV: El IVIC en cuatro momentos. Cuadernos Lagoven
  15. Lander, Edgardo (1994). La ciencia y la tecnología como asuntos políticos. Límites de la democracia en la sociedad Tecnológica
  16. Kovel y Löry (2001). Manifiesto Ecosocialista.
  17. Servicio Autónomo para la Propiedad Intelectual (SAPI): http://www.sapi.gob.ve/
  18. World Intellectual Property Organization (WIPO): http://www.wipo.int/portal/en/index.html
  19. Plan de la Patria: SEGUNDO PLAN SOCIALISTA DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA NACIÓN, 2013-2019. PRESENTADO A LA ASAMBLEA NACIONAL POR EL CIUDADANO NICOLÁS MADURO MOROS, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
  20. Bourdieu, Pierre (1979). La distinción
  21. Kristensen y col. (2014). Principles and methods of integrative genomic analyses in cancer. Nature Reviews 14:299-313
  22. Capote Negrín, Luis (2008). Frecuencia del Cáncer en Venezuela. Banco de Drogas Antineoplásicas (BADAN)
  23. Obokata, H y col. (2014). Acid bath offers easy path to stem cells. Nature 505: 676-80
  24. Cyranosky (2014). Stem-cell scientist found guilty of misconduct. Nature news
  25. Foucault, Michel (1973). La verdad y las formas jurídicas.
  26. Wallerstein, Immanuel (1979). The Modern World-System, I: Capitalist Agriculture and the Origins of the European World-Economy in the Sixteenth Century. New York & London: Academic Press
  27. Wade, Nicholas (1998). Scientist at Work/Kary Mullis; After the 'Eureka,' a Nobelist Drops Out. The YorkTimes

Figura 1. Algoritmo de investigación interdisciplinaria en las instalaciones del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC): Biología de sistema en neoplasías malignas, busqueda de biomarcadores y antígenos tumorales, generación de fármacos antineoplásicos.

El autor pertenece a: Laboratorio de Patología Celular y Molecular, Centro de Medicina Experimental, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC)

[email protected]

 



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