Caso Cenditel: ¡¡¡Camarada Ricardo Menéndez dele una mirada al Cenditel!!!

El Poder y la Tecnocracia quinta columna

“El stalinismo se ha convertido en la encarnación de esa reacción. La barbarie de la antigua Rusia, vuelta a aparecer sobre nuevas bases sociales, resulta más repugnante aún porque ahora tiene que emplear una hipocresía como la historia no había conocido hasta hoy....”.

Leon Trotsky.

Su Moral y la Nuestra.

Toda acción revolucionaria esta acompañada de la inmediata reacción contrarevolucionaria, esto es un postulado aceptado e incluso demostrado desde el llamado estudio “científico” de la teoría revolucionaria. Siempre que un grupo de personas ejecutan acciones que buscan un verdadero cambio radical -en el sentido martiniano como en todo momento nos recuerda el comandante presidente –, se verán atacadas por la acción de los grupos que ven en este tipo de acciones, la posibilidad de perder sus espacios de poder, desde donde defienden el sistema en función de sus propios intereses.

Pero la reacción no le es exclusiva a los grupos de la derecha. Es mucho mas peligrosa y destructiva a lo interno de los grupos revolucionarios, ejemplo de esta reacción tenemos muchos, pero el más nefasto caso es la reacción stalinista en los inicios de la era soviética. En aquella época la capacidad de acción revolucionaria de los soviets fue el principal motor de la revolución, lo que prácticamente firmó su sentencia de muerte; representaban para ciertos grupos la pérdida de espacios de poder, siendo considerados como organizaciones peligrosas, a tal punto que el stalinismo desatado de ese momento, se encargo de concebir un plan para desarticular toda la estructura de los mismos. Para estos grupos cobijados bajo el proceso revolucionario, el exterminio de cualquier forma de pensamiento que les sea contraria a sus propios intereses será, dentro de su propia lógica, su natural y completamente justificada salida.

La reacción dentro de nuestras filas no utiliza en primer momento la violencia, tiene sus formas de atender las acciones revolucionarias. Un primer paso es la negociación. Reunirse con los “grupos problema” y hacerlos entrar en razón -su razón-, por lo general con un buen vino y un buen queso francés para picar, algunas veces diciendo que no es el momento, otras, que es peligroso, etc. La segunda opción es la violencia, si estos grupos no entran en razón -no aceptan ser comprados por el buen vino-, atacan con toda la violencia que, irónicamente, el desgastado Estado burgués les proporciona, y con estas armas -calificaciones de despido, no renovaciones de contratos y cantidad de acciones laborales leguleyas-, desde lo interno acaban con cualquier brote de actitud revolucionaria al cual deban enfrentarse. Esta reacción actúa desde el más profundo de los miedos, el miedo a perder “poder”, son estructuralmente cobardes.

En cualquier caso el argumento con el cual se defenderá la reacción stalinista estará basado en que quienes esgrimen ideas revolucionarias, peligrosas para ellos, no están preparados o no tienen las condiciones necesarias para actuar revolucionariamente. Siempre estarán los expertos, los que más saben, quienes son los llamados a proponer qué es lo que se debe hacer y cómo hacerlo, pero estas propuestas en el peor de los casos, para ellos además, estarán llenas del más puro y “profundo” reformismo.

Bajo esa aura de experticia nos hablan con “propiedad” -su “propiedad”-, aquella que les da su vasta experiencia, experiencia basada en el amplio conocimiento fragmentado, técnico-teorico -se nota una ausencia de praxis, es la típica y triste historia de nuestra academia- que ha sido adquirido dentro del sistema al que ellos mismos dicen oponerse. Estas élites de expertos ahora con cierto poder dentro del Estado, están embriagadas por el licor del poder añejado en las soleras del viejo estado burgués, y debido a esta condición les es difícil ver mas allá de lo que tienen en frente, y cualquier propuesta con sentido revolucionario, será tomada como el sueño de unos románticos, unos utópicos o en el mejor de los casos de unos pendejos pseudo anarquistas.

No son más que una reacción tecnócrata mimetizada en nuestras propias filas, un neo-stalinismo que se desata en silencio a lo interno de las instituciones del viejo Estado burgués, y que se encarga de ir socavando las bases del tan cacareado poder popular, ya que este, al igual que los soviets del pasado, les es incomodo. Este tipo de reacción se encuentra en las actuales instituciones del Estado burgués, pero lo mas preocupante es que se replica en las nuevas instituciones, las que han sido creadas bajo el cobijo del proceso revolucionario.

Este es el caso del actual CENDITEL, institución que nació con un increíble impulso revolucionario, con noveles ideas y con el entendimiento de que en el obrar se debían formar los individuos revolucionarios. Pero lamentablemente en la actualidad se desdibuja como una institución más de la lógica del poder burgués, al caer lamentablemente en manos de un grupo de académicos guiados por intereses reaccionarios, tecnócratas o de corte reaccionario stalinista.

Por estas razones un grupo de trabajadores del Cenditel nos hemos venido manifestando, nos vemos llamados a hacer reclamos de ajustes, en la dirección política, que sean más acordes con la realidad que vivimos; las tres R al cuadrado. Pero seguimos siendo perseguidos, por nuestro pensar, por nuestra crítica, por el stalinismo tecnócrata al interior del CENDITEL. Actualmente nos atacan con sus armas, las mismas de los mejores tiempos del adequismo descontrolado: la negociación con los contratos. Si no se es servil, el “poder” no renueva los contratos, o con hipócritas procesos de calificación de despido. Así actúa esta reacción, a lo interno, con la oportunidad que los compromisos revolucionarios en otras esferas les otorga para actuar en silencio, desde la acción cobarde.

Ante los cobardes ataques de estos grupos, no sólo debemos seguir siendo críticos, debemos continuar impulsando las acciones revolucionarias, desde los espacios en los cuales les somos incómodos, crearemos nuevos espacios, pero no dejándonos arrollar por sus acciones de exterminio, consideramos que ser golpeados por este tipo de reacción, rancia y anacrónica, es un verdadero orgullo!.

Y seguiremos en la denuncia, no la denuncia tradicional de la reivindicación laboral, no la de los reclamos salariales, no la de los cesta tickets, no la de negociar contratos, sino expresándonos con lo que consideramos es nuestra verdad, en los espacios que debamos hacerlo.

Ante estos elementos reaccionarios del CENDITEL de hoy, nos vemos llamados a hacer reclamos de ajustes en la dirección política que sean más acordes con la realidad que vivimos; las tres R al cuadrado. Ajustes que en su parca capacidad revolucionaria le es imposible siquiera escuchar o debatir. Estas razones nos llevan a preguntar al “PODER” del CENDITEL, a los grupos stalinistas, a los grupos de exterminio: ¿Quién es el CENDITEL?, ¿Será el presidente?, ¿Será el director ejecutivo u otro director asignado al antojo del “poder” de turno?, ¿Será el consejo directivo?, ¿Serán un grupo de académicos tecnócratas?, ¿Cual es el compromiso revolucionario de quienes en la actualidad “tienen” el “poder” en el CENDITEL?, ¿Que significa tener el “poder” en el CENDITEL?, ¿A qué intereses obedecen quienes detentan el “poder” en el CENDITEL?, ¿Se justifica que un grupo de académicos maneje el “poder” a su antojo en una institución -que como nos dijeron sería el CENDITEL- revolucionaria?, ¿Cuáles son las acciones revolucionarias en el hacer del CENDITEL actual?, ¿Por qué nos persiguen los académicos stalinistas?, ¿Cuál fue nuestro pecado?: ¿exponer una realidad?, ¿no hacer culto de la teología del prestigio?. ¿Por qué hay una agenda de exterminio en contra de 15 personas, listadas con nombres y apellidos, que acudieron a una reunión con uno de los viceministros del MPPCTII?, ¿Por qué han sacado a 5 personas de nuestro colectivo con absoluta impunidad?, ¿Quiénes siguen, los próximos a quienes se les vencen los contratos?, ¿Que otras calificaciones de despido se vienen bajo su manga?, ¿Por qué uno de los candidateados del grupo stalinista para ocupar el cargo de presidente del CENDITEL, solicitó las cabezas de todos los que se pronunciaron públicamente en aporrea antes de asumir la presidencia del CENDITEL?, ¿Por qué el consejo directivo de académicos del CENDITEL se mantiene autista ante el conflicto político?, ¿Por qué un “talentoso” sigue manejando el “poder” en el Cenditel a su enfermizo, obsesivo, egocéntrico y perverso antojo?, ¿DE ESTA MANERA STALINISTA ES QUE USTEDES, PODER DE CENDITEL, PIENSAN CONSTRUIR “SU” MARAVILLOSA “SOCIEDAD DEL TALENTO”?.

Una pregunta más a las autoridades del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias: ¿Por qué se permite que se siga esta campaña de persecución política a nuestro colectivo dentro del CENDITEL, si desde Junio del 2010 les informamos, por diferentes vías, que justamente estas asquerosas y forjadas maniobras laborales, al mejor estilo adeco, se venían en nuestra contra?.


Por ultimo, al “poder” de Cenditel: ¿Tú realmente crees que exterminándonos del CENDITEL, dejamos de ser CENDITEL?,


¡¡¡QUE POCO ENTENDISTE LO QUE ES SER CENDITELl!!!.


¡Patria Socialista o Muerte!, ¡Hasta la Victoria Siempre!


Freddy Arráez – Hector Colina - María Andreina Espinoza - Hector Lira - Agustín Marcos - Igor Muñoz – Reinaldo Carrasquero - Freddy Toro – Ricardo Viloria - Maria Virginia Espinoza - Leonardo Caballero - Juan Bastidas – Oscar Mogollon


Trabajadores de Apropiación-Investigación-Desarrollo-Reflexión en Tecnologías Libres, por el CENDITEL


cenditelpatria@gmail.com



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