Cumaná de Antaño: Tradición de Paz y Alegría

La celebración de Cumaná de Antaño se constituye para los cumaneses, y para Sucre en general, en un espacio para la exposición de expresiones culturales de un pueblo que entre el sincretismo y lo originario amalgama una vida histórica rica como pocas en el mundo. El potencial de esta celebración, en el marco del cumpleaños de la ciudad, crece cada año en el corazón de quienes la viven desde adentro en su organización, fundamentalmente las comunidades de San Francisco y parte del Casco Histórico donde acontece el evento, pero, por sobre todo, crece en el corazón de quienes de aquí y de allá vamos como ciudadanos de a pie a encontrarnos en un ambiente de cordialidad, hermandad y civismo que echa por tierra los estereotipos negativos que se tienen del sucrense y que, por el contrario, manifiesta la verdadera esencia, el sentir y el vivir sincero de un pueblo gentil y hospitalario.

Sin embargo, las voces agoreras de la oposición no pelan la oportunidad para anunciar, con más mala intención que otra cosa, que la fiesta de Antaño será una afrenta al pueblo necesitado. Ya se escuchan las voces de los profetas del desastre, de los que pretenden hacerse "líderes" anclándose en el dolor ajeno; "parecen unos come muertos" comentan en la esquina de mi barrio las vecinas que saben más por viejas y por haber vivido en carne propia sus otrora gobiernos de miseria... Ya arrancaron su campaña de infamias y mentiras. El propósito es claro y se devela sin esfuerzos. Quieren que la gente pierda la esperanza, juegan con la condición humana en sus dificultades para que su estado de ánimo se entristezca y anule la fe en un mejor mañana.

Sobre la desesperanza pretenden erguirse, sobre la tragedia intentan levantar su estrategia de odios y de desprecio al gentilicio de un pueblo de miles de resistencias. Son los mismos que van a los hospitales con una libretita amarilla a contar en números de morbo las penurias, a pasar reporte de los insumos que faltan, pero, que a un año de haber sido electos como Diputados a la Asamblea Nacional no han hecho la más mínima gestión por traer al Estado Sucre una sola jeringa, un solo bisturí. Son los mismos que van a las comunidades afectadas por las lluvias, no a llevar ayuda a las familias, ni a darle aliento a la gente, sino, a gozar las desgracias, siempre con sus cámaras de televisión y sus teléfonos de último modelo para sacarse selfie con la tragedia y el más doliente perfil para las redes sociales. Eso sí!! a un año como Diputados se les ve la mejora. Han comprado casas, carros, han viajado al extranjero unas cuantas veces y la tal dieta de la que hablan no les ha pegado en nada, pues, bien flamantes que se ven ¡Para eso sí ha servido el ser Diputados por el Estado Sucre¡ para eso, y para ser instrumentos de desasosiego.

Sin dudas, tenemos infinidades de problemas, sin dudas hay mucho por hacer, pero, sin dudas también, no hay otro camino que no sea la construcción del socialismo, el sendero revolucionario. No hay otra esperanza que resistir y vencer desde el pueblo y con el pueblo y, eso es posible, solo desde un gobierno que, a pesar de todas las adversidades propias e inducidas, no deja de atender a su gente y que sigue apostando a las grandes mayorías.

La celebración de la Cumaná de Antaño, cobra en este año, una particular fuerza. Es la fiesta de una tradición de paz y alegría que en medio de las dificultades se alza como bandera de resistencia de amor, de lumbrera de sueños, de foco que expande la luz de la espiritualidad cumanesa, de su fuerza y de su esencia. Celebremos con entusiasmo, en familia y con la absoluta conciencia que en este frente libramos una batalla que estamos obligados a vencer. Derrotemos la tristeza. Que se imponga la alegría y que reine la paz!!!



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