La ausencia de un gobierno, plenamente identificado con los valores éticos, los principios constitucionales y el plan de la patria, como es el caso del gobierno del Puerto Cabello que administra Rafael Lacava es el fracaso de una gestión que ha sido más efectista que la real identificación con el proceso, que se intenta desarrollar en el país, con las necesidades del pueblo. Un mandato que en nada se asemeja al cacareado socialismo, eso lamentablemente que esté pasando en Puerto Cabello, en los últimos ocho años de este gobierno municipal, hoy los porteños estamos desamparado por el abandonos de la autoridades Ejecutivas y Legislativa (concejales burócratas en el mal sentido de la palabra), por el distanciamiento al pueblo, las de falta repuesta a los múltiples problemas que colman el municipio.
Es inconcebible que la carestía ahogue a la familia de la costa Carabobeña, desde el primer momento que el alcalde autorizo que las bodeguitas de todos los barrios especulen en un 60%, de la venta del producto, el doble de lo establecido por la Sundee y asumiéndolos los consejos comunales, representando una violación a la Ley de Precio Justo, y por ende actuando de manera desleal a espalda de las comunidades que ellos representan, (al extremo de funcionarios aprovecharon montaron su bodeguita para estafar), que en ningún momento se le consultó al consumidor ese abuso del Alcalde, dejando en evidencia que ellos son unos instrumentos tutelados por el gobierno municipal al margen de las leyes, que lejos de asumir la responsabilidad que le dios la población de defenderlos y luchar por una mejor calidad de vida de sus habitantes, ante esta esta absurda decisión del alcalde Rafael Lacava, que esta fuera del país (que dudo que regrese), "por su presunto estado de salud", hoy estamos huérfanos de autoridad, nadie le quiere poner el cascabel al gato ante descarados atropellos.
Ahora las bodeguita y comercios consolidados, pasaron a otra fase, son los propios "Bachaqueros", especuladores, que en cada rincón del barrio pulverizar el salario de las familias, con la mayor tranquilidad hasta pagando "vacunas" a oficiales de la policía, Guardias Nacionales; esta delincuencia porque no tienen otro calificativo, se valen de la necesidad del pueblo para venderle diez hasta 20 veces del costo real los productos de primera necesidad que no se consiguen en los abastos, farmacias o mercados.
El hamponato comercial, en alianza con la delincuencia bachaquera, producen la escasez y desabastecimiento, pudiendo observar en las colas las misma gente, comprando para revender, vendiendo el cupo en las colas, llevando a toda su familia a comprar para especular en las guaridas de las bodeguitas en los barrios considerando una buena oportunidad para robar al mismo pueblo, es el momento para darle coto a ese bandidaje.
¿Quién acopia? ¿Quién desabastece? Y a quien favorece el bachaqueo? si es una amenaza comercial de un grupo de opositores, en complicidad con los burócratas traidores a la patria, que solo buscan ahocar el legado de Chávez sin entender que va en contra de todos los venezolanas y venezolanos, nos toca ser implacable, no podemos permitir que el legado de Chávez sucumba por la incapacidad de algunos funcionarios desleales al gobierno que lejos de acabar con el corrupción forman parte del mismo, para enriquecerse de la manera más cómoda, y aquí se incorporan los delincuentes inspectores de Sundee, Consejos Comunales, funcionarios policiales, Guardias Nacionales, (que ahora protegen al comercio dejando indefenso a la comunidad a la merced del delito) entre otros, que pretenden progresarse a costa de la especulación y el bachaqueo.
El pueblo no denuncia, producto de la descarada complicidad de las autoridades, el temor de perder la vida al caer en mano del hamponato.
Propuestas:
La corrupción y el burocratismo han socavado la instancia están envuelto con la solución de tanto problema de la inseguridad como el problema de la especulación y desabastecimiento, el gobierno debe usar inteligencia social hasta la extrañas de nuestros barrios, en lo más recóndito de nuestra población más sensible, donde podamos ver por más dura que parezca nuestra cruel realidad.
DENIS RIVERO GUEVARA. LEGISLADOR DEL CLEC DE PPT
