La política de apoyo al campesino para la producción agrícola en la isla de Margarita tiene bombos y platillos, mucha publicidad y mucha bulla, pero enormes fallas y peores injusticias. La gente que gerencia, controla y manda en el Inti o Ministerio de Agricultura y Tierra de la región insular quiere hacer creer que acá las cosas son una maravilla. Pues la verdad, eso no es así.

 

Hay productores del sector Atamo Norte y del sector Atamo Sur del municipio Arismendi, como José Rodríguez, Orlando Luna, Luis Rodríguez y el licenciado Pacheco, entre otros, que tienen sobrada experiencia sembrando hace décadas tomate margariteño, berenjenas, lechosas, ají margariteño, tomate perita, maíz, yuca, auyama, chacos (batatas), frijoles y demás cosas, con recursos propios y grandes sacrificios, por cuanto labran la tierra sin ayuda de maquinaria técnica, jalando escardillas a pleno sol, regando las siembras con "agua de la calle", procurándose el abono de estiércol de aves y reses, ante la inaccesibilidad al abono foliar, no sólo por el costo sino por la escasez. Ciertamente, la gente del Inti o del Ministerio de Agricultura y Tierra o Fonda, los visita y les toma fotos para las revistas y la propaganda política, pero nuestros productores siguen desasistidos, huérfanos y sacrificados, y oigo de sus labios un justificado resentimiento lastimero:

—Estos políticos son unos farsantes. Nos utilizan. No nos apoyan. Es una máscara.

Visito, como parte de un estudio fotográfico para un libro dedicado a la agro-producción insular que realiza un grupo de fotógrafos de Caracas, algunas de las plantaciones agropecuarias que conozco. Sin embargo, nos centramos en el área denominada Orinoco, del sector Las Marvales, municipio Tubores. Creo haber oído que Cruz Marval es ingeniero agrónomo o algo así. Si así fuera, su experiencia de funcionario público resulta muy poco útil para estos productores, y peor aún es su aporte como profesional en esa rama del conocimiento académico-científico. Otras críticas recaen en el ex diputado Juan Millán. Esto se debe a que Orinoco no sólo carece de sistemas de luz eléctrica para los diez parcelamientos constituidos, sino de viviendas dignas que permitan a los campesinos y productores dormir cómodamente en sus asientos. La tarea del Inti Local se reduce a la entrega de tierras, y los despiden desconsoladamente con una frase taxativa:

—Ahora ustedes ven cómo hacen para ponerlas a producir. Nosotros no tenemos recursos para ustedes.

Esto se contradice con la política nacional del Estado venezolano, que recientemente reseñó la entrega a nivel nacional de 350 camiones para las comunas agrícolas. Ninguno de estos camiones correspondió al estado Nueva Esparta. ¿Puede alguien explicarnos por qué? Además, hay otras dudas muy serias: ¿Por qué la misma gente del PSUV, del Inti Insular o del Ministerio de Agricultura y Tierras, entre otras instancias de "poder ciudadano" oficialista revolucionario socialista mismo….etc…., les ha impedido en dos oportunidades a los productores de Orinoco, conformar su propia comuna agrícola? Señor Juan Millán, nuestra gente campesina espera respuesta, y se merecen todo nuestro respeto, amor y consideración.

Los tomates margariteños y tomates peritas que los turistas y nativos degustan en los mejores restaurantes playeros de la isla de Margarita, devienen de Atamo Sur, Atamo Norte y Orinoco. Estos hombres, junto a sus mujeres e hijos adolescentes se queman las pestañas con el sol abrasador del mediodía para regar la tierra, realizar la limpieza, preparar con azadón el suelo, crear los semilleros. Luego llegan los políticos mediocres que se creen más chavistas que nadie, en sendas camionetas de lujo, aire acondicionado mediante y risas bobas de jerarcas pudientes, ricachones del proceso y sinvergüenzas, a tirar pinta y tomarse fotos. Pero nuestros productores les han cantado ya varias veces sus verdades, han establecido sus quejas y yo me sumo responsablemente a demandar por ellos, un trato humano con justicia social, con estímulo y con verdadera entrega solidaria. Sin pantallas, sin mentiras, sin embustes. Sin falsedades "revolucionarias". Nada de pantomimas, camaradas. No basta adjudicar tierras sin recursos ni asistencia técnica, ni basta amañar créditos amigos personales y mafiosos que reciben la millonada y luego ni siembran ni producen porque no saben hacerlo ni quieren hacerlo. En el municipio Antolín del Campo se cobran y se dan el vuelto en esta materia con la conchupancia de quienes manejan cogollos políticos y económicos disfrazados de cahavistas "honestos, eficientes y humildísimos". ¡Por favor! ¡Muerde aquí!

Los principales parcelamientos de Orinoco los tienen Chicho, Dayana, Soto, Pelufo, Ernardo, Yon, Rayza, y Yobani, entre otros. Esta gente necesita semillas, abonos, tractores (el que tienen esta dañado, inservible, sin repuesto y sin mecánico), rollos de cintas para el riego (el costo por rollo oscila entre 25 y 30 mil bolívares); de tubería de pulgada y media, conexiones, casas dignas de la Misión vivienda y un ambulatorio para la asistencia primaria en caso de un accidente laboral, picadura de serpientes e insectos, una dolencia nocturna y hasta los traumas generados por la hipertensión, producto de la fatiga y la insolación, entre otras urgencias, entre otros recursos.

A pesar de la falta de apoyo efectivo, los productores campesinos de Orinoco están sembrando cebollas, aunque el sobre de semillas certificadas del tipo Texas Unión 436 cuesta en el mercado nacional Bs. 8.000,oo y Agropatria no la distribuye, no la tiene, no la garantiza ni hace esfuerzos por procurarla. Se necesita la experiencia y colaboración humanista de personas amigas, solidarias y con experiencia en ese ramo, como el larense Jorge Luis Pérez, nativo de Quíbor, quien de manera individual contribuye a crear los viveros de la cebolla, y orienta su posterior siembra y cosecha. Sin embargo, esto no le dice nada a los politiqueros que andan a la cacería del voto revolucionario con un desparpajo humillante. Pero ellos son politiqueros de nuestra revolución bonita, y hay que votar con ellos por lealtad al proceso, aunque al votar tengamos que decir "FOS".

Comandante Maduro tome nota. Mande a apretar el alicate. Corte cabezas. No le tiemble el pulso, hermano Presidente. Nuestro Comandante Eterno os lo agradecerá. Pero hágalo en todo el país. Basta de buitres y parásitos. Así no vamos a echar pa´lante Presidente. Con engaños, con falsedades, con máscaras. Eso sólo se traduce en ineficiencia y burocratismo del más rancio calado. Eso nos hace fracasar y eso nos está pasando factura. No nos vamos a caer a mentiras.

—Aquí en Orinoco tenemos sembrados ají, tomates, cebolla, lechosa, topochos, guayabas, berenjenas, parchita, melones, patillas, caña… Bueno, imagínese profesor, usted lo está viendo con sus ojos. Sáquenos algo en aporrea.org a ver si el gobierno central nos para bolas, porque de los políticos de aquí ya estamos cansados; no les creemos nada. Nosotros queremos realmente trabajar para que los margariteños no pasen tanto trabajo dependiendo de los surtidos de tierra firme. Pero exigimos respeto y consideración. Queremos conformarnos en una comuna agrícola legítima, efectiva y productiva.

¿Acaso es pecado tener ese deseo? ¿No era ese el proyecto originario de Hugo Rafael Chávez Frías? ¿Qué pasa entonces?

Hermanos, aquí está mi artículo en aporrea para ustedes y por ustedes. Escrito por un poeta sensible y solidario. Quien tenga oídos que oiga. Quien tenga ojos que vea. Quien no crea, lléguese hasta Orinoco, vía Las Marvales-Guamache por dentro, tómele las fotos que quiera, hable con los campesinos de mi tierra margariteña, y saque sus propias conclusiones.

Isla de Margarita, agosto de 2015